50✨

554 48 4
                                    

Maratón 3/5

Narra Erick

Me levanté más temprano de lo habitual, hoy tenía planeado un día relajante y libre de trabajo para Joel. Salí de la habitación y mientras bajaba al lobby intenté llamar a la secretaria de Joel.

-Oficina de Joel Pimentel.

-Hola, hablas con Erick Colón, el prometido de Joel.

-Oh buenos días señor, en qué le puedo colaborar?

-Necesito que liberes la agenda de Joel para el día de hoy, por favor.

-Lo siento señor pero para eso necesito el consentimiento de el alfa.

-Lo sé pero Joel me pidió que te lo dijera, se quedó dormido en la madrugada y quiere liberar su agenda para descansar.

-Siendo así, ya mismo cancelo todo.

-Muchas gracias, adiós.

Estando en el lobby, pedí una cita en el SPA y que nos llevaran un desayuno especial a la habitación e hice una reservación en un restaurante.

Subí rápidamente a la habitación y por suerte Joel seguía dormido, me quité la ropa con la que había salido y me volví a colocar mi ropa de dormir para luego acostarme junto a él.

Después de unos minutos, el roomservice ya había dejado la comida y decidí que ya era hora de despertarlo.

-Amor...

-Mmmmgh?

-Despierta corazón...

-No quiero

-Te tengo una sorpresa, después podrás dormir todo lo que quieras--Le dí un beso en la punta de la nariz y por fin despertó.

-Qué tienes planeado, Er?

Me levanté y fui por el desayuno que venía en una bandeja- Esto sólo es algo de todo lo que te voy a dar hoy.

-Ay amor, no tienes por qué hacerlo.

-Claro que si, ahora mejor disfruta del desayuno.

Ambos nos acomodamos y comenzamos a desayunar, a Joel le pedí un desayuno más pesado mientras que el mío era más liviano.

-Desde cuándo comes tan poco y saludable ? - Me preguntó.

Mierda! Joel aún no puede saber sobre la anemia y mucho menos se lo puedo decir ahora.

-Oh... Es que me daba náuseas tanta comida.

-Amor, ya lo hemos hablado, no necesitas dejar de comer por vanidad. Yo te amo tal y como eres.

-No es por eso, las náuseas me ponen de malas.

-Está bien, si tú lo dices.

Al finalizar, nos vestimos con ropa fresca, antes de salir le pedí el teléfono a Joel para que no estuviera pendiente de él.

-Para dónde me llevas?

-Te voy a llevar al SPA para que tengas un día de relajación -Antes de que pudiera pronunciar lo interrumpí- No quiero tus excusas Pimentel, lo necesitas y sé que lo quieres, sólo disfrútalo.

En el SPA nos hicieron colocar un vestuario especial para después llevarnos a un cuarto en el que nos hicieron unos masajes de cuerpo entero, Joel se había quedado dormido durante uno de estos y lo tuve que despertar para dirigirnos hacia el sauna.

-Dios! Esto es lo mejor!

-Que bueno que te guste, aún faltan algunas actividades pero me alegra ver que te estás relajando.

TAL Y COMO SOY  |  JOERICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora