TAL Y COMO SOY | JOERICK

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Narra Erick

Ayer había sido un día muy lindo para mí mejor amigo aunque no mucho para mí ya que no paraba de vomitar y en toda la noche no pude dormir por las náuseas y el mareo. Hoy planeaba quedarme todo el día en casa, era precisamente en estos momento cuando en verdad extrañaba a Joel y es que a pesar de todo lo seguía amando y extrañando profundamente.

Estaba en mi laptop buscando una película cuando tocaron a la puerta me levanté y bajé para abrir,para mí sorpresa era Richard quién había llegado.

-Richard? Qué haces aquí?

-Quería venir a ver cómo estabas, hace mucho que no sé de ti.

Hice un ademán para que pasara y se sentara en el sillón mientras yo iba a la cocina por unos vasos de agua.

-Gracias-Me dijo cuando le entregué su vaso- Cómo va todo?

-Bien... Creo que ya sabes que Joel y yo terminamos, no?

-En verdad me he enterado por los periódicos y los problemas de farándula, hace mucho que no hablo con nadie de los Pimentel.

-Enserio? -El asintió- Que fue lo que pasó?

-Joel y yo tuvimos 7na pelea hace un mes y desde ahí no nos hemos contactado ni creo que lo volvamos a hacer.

-En verdad lamento, ustedes tienen una amistad muy linda.

-Así es pero Joel es un idiota.

-Si... - Suspiré y bajé la mirada a mis manos.

-Es mejor que no digas pensando en Joel cuando él en verdad no te valoro.

-Tienes razón, quiero sacar todas mis pertenencias de su casa e ir a mi departamento por otras.

-Claro, te llevo.

Ambos salimos de mi casa y nos montamos a su auto rumbo a mi departamento. El camino fue silencioso y no tardamos mucho en llegar a mi departamento.

Este lugar me trae bastantes recuerdos de mi relación aunque fueron el inicio de todo lo lindo que viví con Pimentel. Saqué rápidamente unos hoddies y camisetas que había dejado allí desde hace mucho.

Rich me esperaba en su auto y apenas me subí, condució hacia la casa de los Pimentel. Ambos estábamos bastante tensos y nerviosos por si existía la casualidad de encontrarnos con Joel.

Encontrarse frente a esa gran puerta era un verdadero martirio y fue Richard quien tocó a la puerta mientras yo me colocaba detrás de él. La puerta fue abierta por Patricias quien al ver a Richard mostró cierta emoción en su rostro.

-Hijo, que bueno que vienes!

-Patricia, en realidad yo no vengo de visita-Contestó con firmeza.

-Oh....

-En realidad es que yo vengo a sacar mis cosas de aquí -Dije cuando ya estuve frente a ella.

-Pasen- Contestó confundida.

Ambos entramos a la casa y subimos rápidamente a la habitación. Apenas abrí la puerta, un nudo se formó en mi garganta y algunas lágrimas amenazaron con salir; traté de respirar hondo y continuar hacia el armario.

El aroma de Joel era tan fuerte en el lugar que mi omega saltaba de alegría, en el armario, mis cosas seguian en su lugar. Saqué una maleta y comencé a colocar todas mis prendas dentro de ella, Richard se sentó en la cama y tomó una foto de Joel y yo que estaba al lado donde yo me acostaba.

-Te la piensas llevar?

Suspiré- En verdad no lo sé, siento que sería un recuerdo muy presente de él.