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MARATÓN 4/8

Narra Joel

Después de aquel momento tan candente, tomamos un baño y nos cambiamos con algo ligero pues ya empezaba a hacer mucho calor.

-Qué quieres hacer hoy?-Le pregunto

-Lo que quieras-Dijo mientras se arreglaba el cabello frente al espejo.

Lo abracé por detrás y clavé mi nariz en su cuello respirando aquel delicioso aroma.

-Eres tan lindo-Dije esta vez viendo nuestro reflejo

-No más que tu-Me dijo mientras acariciaba mis manos

-Vamos a desayunar?

-Si

Bajamos las escaleras y al llegar a la cocina, Er se sentó en la barra y yo comencé a cocinar mientras él veía su celular sin ningún interés.

-Y esa carita? - Dije mientras picaba la fruta

-No es nada, sólo que no hay interesante que ver.

-Ni siquiera a esta belleza?-Le dije juguetón

-Oh, eso sí me interesa... - Se paró y me abrazó por el cuello

-Últimamente estás como muy cariñoso, no?-Le dije atrayendolo

Me empujó un poco pero yo lo volví a atraer- Te molesta o qué? - Dijo con un puchero molesto.

-Para nada príncipe, me encanta que seas así, haces notar que eres sólo mio

-Sólo tuyo-Afirmó para luego unir nuestros labios.

Lo monté en la isla, quedando yo entre sus piernas y el tenía su manitas en mi cabello mientras el beso se profundizaba. Si hubiese sido decisión mía, ya estaríamos en la cama haciéndolo gemir pero recordé que estaba preparando el desayuno así que con cuidado me separé.

-Q...ué?-Dijo agitado

-Ten..go que hac..er el desayuno-Dije un poco agitado

Vi como hacia un bello puchero para luego bajar la mirada, tomé su mentón para que me mirara y antes de irme le besé el puchero. Seguí preparando el desayuno mientras Er me miraba desde la isla.

-Tu desayuno, bebé-Le dejé su plato en frete y yo me senté a su lado

-Gracias

Habia preparado un omellete con jamón y queso, jugo de naranja junto con un poco de fruta picada.

-Está delicioso-Dijo para tomar otro bocado

-Me alegro que te haya gustado

Terminamos de tomar el desayuno y salimos para dar una vuelta y respirar aire fresco, caminábamos tomados de la mano mientras disfrutábamos del paisaje.

-Amo estar así-Dije

-Así cómo?

-Tranquilos sin nadie que nos moleste, en este lugar y.... Contigo.

-Por qué eres tan lindo, ah?

Me dió un dulce beso y seguimos caminando entre la vegetación, caminábamos sin rumbo pero nos encontramos con un pasadizo que llevaba a una playa.

-Esto es... - Dije en el aire

-Hermoso-Completó Joel

Nos dirigimos hacia la orilla del mar admirando el  cielo soleado y sintiendo como la suave brisa despeinaba nuestros cabellos.

Ví como Erick se quitaba las zapatilla y caminaba hacia la orilla haciendo que el agua chocara contra su pantorrilla.

-Amor ven! - Dijo animado.

Me quité las zapatilla y fui a su lado, lo abracé para después darle un beso en la coronilla. Si tuviera la mentalidad de hace 2 años, no me hubiese imaginado con alguien en un lugar así o quizás nunca me imaginaría con otro hombre que no fuese Marco. Pero Erick fue como un remolino que vino a cambiar todo en mi vida, a poner mi mundo de cabeza y hacer que se volviera mi todo.

-En qué piensas? - Preguntó

-En nada-Dije mirando a la nada

Nos sentamos en la arena y Er apoyó su cabeza en mi hombro mientras veía el mar, era algo realmente relajante el sonido de las olas y los rayos que golpeaban sutilmente nuestros rostros.

Había pasado un buen tiempo y no me había dado cuenta cuando Er se durmió apoyado en mi hombro mientras que yo seguía mirando al horizonte.

Que podría estar pasando en mi casa ahora? Aunque se supone que debería de no pensar en eso ahora, me es inevitable no hacerlo pues aún tengo heridas abiertas que procuro cerrar con la ayuda del apoyo que me da Erick. Es extraño como un día puedo despertarme con la frente en alto y sin pensar en alguna preocupación pero a lo largo del día me dejo llenar la cabeza de recuerdos y cosas malas del pasado que parecen fantasmas con la única intención de joderme la existencia.
Si no encuentro la forma de eliminarlos, no me permitirán ser feliz al lado de Erick y disfrutar de momentos así en los que lo tengo sólo para mí, en los que puedo amarlo sin ningún estereotipo o barrera; yo sólo quiero hacerlo feliz, daría mi vida entera con tal de que tuviera una sonrisa en sus labios y un brillo grandioso en esos verdes ojos que me hipnotizan cada mañana.

Fue inevitable que soltase unas lágrimas al sentirme tan quebrado, aproveché este momento para soltar todo lo que tenía retenido pues si Er supiese que estoy así seguro que se rompería en mil pedazo y no quiero que eso suceda.

Pasó como unos 40 minutos y sentí como Erick se removía en señal de estar despertando, le comencé a acariciar su mejilla mientras abría sus ojitos que al verme brillaron.

-Hola pequeño dormilón-Dije

-Hola amor, cuánto dormí?

-Cómo unos 50 minutos pero no te quise despertar porque te veías muy tierno.

-Teno hable-Dijo como un bebé mientras hacía un puchero e inmediatamente yo solté una risita.

-Vamos a casa? - Él asintió

Nos levantamos de la arena con las zapatillas puestas para después emprender camino hacia nuestra casa, el camino no se hizo tan largo pues íbamos charlando, al llegar preparé una ensalada con pollo y una limonada,nada tan elaborado.

Hace algún tipo habíamos terminado de comer y ahora estábamos acurrucados en el sofá viendo una película, mi celular estaba sonando y desvié la llamada rápidamente pues Er se estaba comenzando a quedar dormido en mi hombro. El celular volvió a sonar pero esta vez hizo que Erick se removiera soltando un quejidp, de nuevo hice caso omiso a la llamada pero  a la tercera ocasión en la que sonó me levanté bruscamente del sofá hacia la cocina para contestar

-Que quiere?-Dije sin saber de quien se tratase

-Así le hablas a tu padre? Wow! No me imagino como le hablas a tu noviecito- Dijo mi padre alterandome aún más

-Para qué me llamas?

-Te llamaba para avisarte que más te vale que te aparezcas por la casa antes del viaje a Rusia si no quieres que  vaya hasta donde estás y lleve a los de la clínica

-Qué?-Dije desentendido

-Tú sabes a que me refiero, eres un idiota al pensar que escapandote con tu novio te ibas a librar de ir a la clínica

-Haz lo que se te antoje pero yo a ese lugar no voy a ir.

Colgué y me apoyé en la encimera mientras que tiraba mi cabeza soltando un suspiro, no sé como se pudo enterar si el único que sabía era Isra.

TAL Y COMO SOY  |  JOERICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora