Burned out like a cigarette (Calum Hood)

"¿Has traído condones?"

Calum, 30 de octubre de 2020

Saludo a Michael cuando llega a mi altura con un pequeño abrazo y miro hacia el lugar que recientemente nos ha informado que ha decidido alquilar para empezar un pequeño negocio de una idea que tanto Crystal como él tenían en mente de hace algún tiempo atrás. Es un sitio bastante grande a simple vista, la entrada de la calle es un pequeño espacio al aire libre, con un camino de piedras hasta la puerta, rodeado de mesas redondas y altas, para tomar algo mientras no empiezan los eventos que tenga pensado llevar a cabo en el lugar.

- Esto es enorme.- Comento aún fijandome en la fachada del edificio.

- Y eso porque aún no has visto el interior, tiene hasta una pequeña azotea.- Informa haciéndome una seña con la mano para que lo siga. Ambos caminamos por el recorrido marcado por las piedras hasta la puerta, y tras abrirla me invita a entrar.

- Wow.- Es lo único que consigo pronunciar al ver el interior.- Esto debe costarte un dineral.- La iluminación del lugar es bastante abundante, los ventanales que ocupan la mayor parte de la sala se encargan de dejar paso a cualquier rayo de sol. Las paredes toman un color blanquecino interrumpido en algunas zonas por la pared natural del lugar formada de ladrillos. El suelo de madera laminada con distintos tonos claros crea un juego visual. Y justo al otro extremo de la sala, unos arcos de madera de roble, invitan a entrar al salón donde se encuentran las mesas repartidas por toda su longitud.- Madre mía, pero esto no nos va a dar tiempo a decorarlo todo para mañana.- Suelto mientras me rasco la nuca observando todo el espacio.

- Esta zona no la vamos a usar, pondremos algo en los arcos para impedir el paso y listo.- Yo asiento con la cabeza y abandonamos esta zona para dirigirnos a un lateral de la barra donde se encuentran unas escaleras cubiertas con la misma madera que el suelo del resto del local. Cuando empezamos a subir por ellas me doy cuenta de que son un poco estrechas para que puedan pasar dos personas al mismo tiempo sin tener que ladearse. Una vez arriba, tras pasar una pequeña puerta, salimos al exterior, entrando a lo que es una zona de terraza preparada para dar un ambiente de fiesta más distendido. Gracias a que la mayor parte de los edificios no superan los dos pisos, desde aquí se puede apreciar en el horizonte el río Mississippi.- Ahora que ya lo has visto todo, vamos a mi coche, tengo ahí un par de cajas con adornos que todavía no he bajado.- Yo asiento con la cabeza y hacemos de nuevo el trayecto a la inversa para poder salir a la calle.

En el momento en el que dejamos las cajas a lado de la puerta de la entrada, escuchamos las voces del resto que quedaba por llegar para poder dejar todo listo para mañana. Tras saludarnos entre todos y hacerles un pequeño tour similar al mío por el lugar, empezamos a sacar las cosas para que Michael nos explique cómo quiere colocar todo. Como hoy hace buen día, en cuanto explica la idea que tiene para las escaleras y la azotea, no tardo en pedirme ese lugar, algo a lo que Audrey se une en apenas segundos.

Cargamos cada uno con una caja con adornos pensados para ese lugar y subimos con cuidado por las escaleras para poder dejarlas sobre uno de los sofás. Ambos nos ponemos de acuerdo en empezar a decorar la zona de las escaleras para después centrarnos sólo en la azotea. Al ser bastante estrecha decidimos comenzar cada uno por un extremo, por lo que Audrey pasa pegada a mí para poder bajar al principio de ésta. Poco a poco empezamos a llenar las paredes de telarañas, incluso cruzándolas de una pared a la otra, hasta que ambos nos encontramos de nuevo en la zona media de la escalera. Dudo por unos instantes en dejar que ella sea quien lo decore, para no estorbarnos, pero insiste en que la ayude con ello, por lo que no se muy bien cómo he acabado sujetando la tela de araña que ella comienza a colocar por la barandilla de la escalera. Cuando terminamos con ello, en lugar de esperar a que yo suba y ella ir detrás, empieza a caminar antes para adelantarse, por lo que al pasar por mi lado consigue que nuestros cuerpos se vuelvan a rozar, solo que esta vez no me da tiempo a ponerme de espaldas para no incomodarla.