"Un día revuelto."

457 42 4
                                    

Audrey, 15 de septiembre de 2020.

Termino de meter todos los documentos necesarios sobre el proyecto en una mochila y antes de salir de casa, recuerdo que en un cajón de mi armario hay una bolsa del café favorito de Calum, y ya que él ha decidido ofrecerse para echarme una mano aportando una visión psicológica de los complejos de cada una de las chicas involucradas en mi proyecto, creo que es una buena forma de agradecérselo.

Después de unos veinte minutos en coche, consigo llegar hasta su calle y por suerte no tengo demasiadas dificultades para encontrar donde estacionar. Presiono un par de veces el botón del telefonillo que corresponde a su piso, y sin ni siquiera escuchar su voz preguntando quién soy, escucho el ruido de la puerta indicando que puedo empujarla para entrar. Subo por las escaleras hasta su piso y avanzo por el pasillo hasta encontrarme con la puerta entreabierta de su apartamento. La empujo para poder entrar y la cierro en cuanto estoy dentro. Calum está de pie en medio del salón sonriendo y con un vaso medio vacío en una de sus manos.

- No te esperaba por aquí.- Comenta mientras hace un gesto con sus brazos como si me ofreciera sentarme en el sofá.

- Calum, habíamos quedado, por lo del proyecto ¿recuerdas?- Él se queda un momento en silencio mientras entrecierra los ojos de forma exagerada.- Vale, no te acordabas.- Niega con la cabeza un par de veces.

- Lo siento, he tenido un día un poco revuelto y se me ha pasado por completo.- Habla mientras se mueve para poder dejar caer su cuerpo sobre el sofá quedándose sentado en él.- Pero no pasa nada, ven y cuéntame.- Al mismo tiempo que pronuncia las últimas palabras, palmea el sofá con su mano libre para indicarme que me siente a su lado.

- ¿Seguro? Puedo volver otro día, por ahora no tengo prisa.- Observo su vaso intentando poder adivinar qué es lo que contiene mientras avanzo hacia él.

- Totalmente seguro.- Afirma en un tono firme, por lo que decido colocar mi mochila en el suelo y así poder abrirla para sacar los documentos y situarlos sobre la mesa de café.- Cuantas cosas.- Comenta antes de dejar escapar una pequeña risa, yo le miro con el ceño fruncido, pero decido ignorarlo y empezar a explicarle qué es lo que tengo pensado hacer exactamente y cuál sería su aportación. Él parece escucharme con atención mientras poco a poco se va terminando su bebida.

En el momento en el que su vaso está completamente vacío observo como se levanta sin decir nada y camina de forma extraña hasta llegar a uno de los armarios de su cocina, saca de ahí una botella, que seguramente sea de ron, y rellena de otra vez su vaso, antes de ponerle un par de hielos más que extrae del congelador. Yo me quedo en silencio en mitad de mi explicación mirándole con el ceño fruncido.

- ¿Te ha pasado algo? No es normal en ti que estés bebiendo a estas horas.- Comento soltando los papeles que tenía entre manos para dejarlos con cuidado sobre los otros, tratando de que nada se desordene demasiado.

- Ya te he dicho que he tenido un día un poco caótico.- Explica mientras se acerca de nuevo al sofá con la misma torpeza que cuando hizo el camino inverso.

- Creo que deberíamos dejarlo, no creo que estés en condiciones ni de atenderme ni de aportar nada hoy.- Suspiro y comienzo a guardar de nuevo todas mis cosas en la mochila que sigue apoyada en el suelo, pegada al sofá.

- Sophie me ha dicho que empieza a sentir algo fuerte por mí y que quiere que demos un paso más.- Espeta de repente, lo que hace que cese de inmediato en mis movimientos para poder fijar mi mirada en él.- Se supone que sólo era sexo.- Calum se sienta de nuevo a mi lado mientras deja sus ojos fijos en el vaso que sostiene con ambas manos.

- Bueno, no creo que haya nada de malo en que podáis intentarlo ¿no?- Cuestiono mientras interiormente me preguntó por qué me está contando esto a mí.

- Es que no quiero hacerlo. Y no puedo. No siento nada por ella, ni por nadie, desde que tú y yo lo dejamos no he vuelto a sentir esas ganas de estar todo el rato con la misma persona.- Cuando termina de hablar da un par de sorbos a su bebida y por un momento siento la necesidad de quitársela de las manos, pero prefiero no hacerlo.- Habíamos quedado en que no iba a haber sentimientos, porque cuando empezamos a follar le dije que no quería hacernos daño.- Suspira y cierra los ojos un segundo.- Y Sophie dijo que no habría problema, que sólo le interesaba en el ámbito sexual.

- A veces no se pueden controlar los sentimientos, aunque te haya dicho en su momento que no los iba a tener.- Intento hablar con toda la calma que puedo, simplemente dejándole espacio para que se desahogue si realmente es lo que necesita hacer.

- Lo sé, pero hace unas horas se ha marchado de aquí destrozada porque le he dicho que no quería tener nada más con ella.- Por primera vez desde que ha empezado a hablar, me mira a los ojos.- Me ha hecho sentir como si fuera un capullo por no sentir lo mismo que ella, como si la hubiese estado utilizando.- Yo me mantengo en silencio sin saber muy bien qué decir.- Pero creo que lo sería más si no cortara por lo sano ¿no?

- Sí, simplemente déjale su espacio, seguro que se le pasará y al menos podréis recuperar la amistad que teníais.- Afirmo mientras me encojo de hombros viendo como una vez más vuelve a beber.

- ¿Cómo nosotros?- Su mirada se centra en mí a lo que yo asiento con levedad.- ¿En serio lo nuestro se puede considerar amistad?

- Digo yo.- No puedo evitar soltar una pequeña risa.- Estoy escuchando todos tus dramas de adolescente.

- ¿Y por qué lo haces?- Ladea su cabeza hacia un lado, volviendo a llevar el vaso a sus labios.

- No recordaba lo pesado que te pones cuando estás borracho.- Sonrio sin llegar a mostrar los dientes. Calum abre su boca dispuesto a contestarme, sin embargo vuelve a cerrarla, y bebe una vez más.

Tomo la iniciativa de estirarme para así poder arrebatarle el vaso antes de que pueda llevarlo hasta su boca, acto que se queda en intento, ya que el aparta rápidamente su brazo para que no pueda alcanzarlo, recibiendo una queja por su parte.

- Deja de actuar como un niño. Tampoco es un problema tan grave.- Trato de volver a alcanzar su vaso.- Calum, en serio, esto es ridículo.- Niega con la cabeza, a la vez que cierra sus ojos, supongo que queriendo evitar que todo le dé vueltas, por lo que aprovecho para así conseguir quitárselo de una vez por todas.- Ahora vas a ir a darte una ducha, y yo voy a por mis cosas para poder marcharme, y ya hablaremos otro día de esto, cuando estés en mejores circunstancias.- Puedo ver como mordisquea su labio inferior, por lo que ruedo los ojos ante su actitud pasiva.

Me aparto lo suficiente como para que él pueda levantarse, elevando a su vez mi brazo en dirección al baño, sin embargo, antes de que pueda ser consciente de lo que ocurre, puedo notar como se estira lo suficiente como para poder agarrar mi brazo, y tirar de esa forma de mí, hasta conseguir que caiga sobre él. Una vez consigue que me encuentre sentada sobre su regazo, sus manos viajan casi de forma automática hacia mi mejillas, y posteriormente une sus labios con los míos sin darme tiempo a reaccionar. Tengo que tomarme algunos segundos para ser consciente de todo, pero cuando lo hago, enseguida llevo mis manos a las suyas, para poder apartarlas de mí con suavidad, a la vez que lo hago de sus labios.

Puedo observar como echa su cabeza hacia atrás, dejando escapar un suspiro entre sus labios. Sin decir nada al respecto, me levanto de su regazo, y una vez estoy en pie, tomo sus manos, tirando con algo de fuerza de estas, obligándolo a levantarse del sofá. Ambos caminamos en silencio por el recorrido hasta su habitación, donde lo suelto.

- Anda, ve a dormir, que lo necesitas, te aviso para vernos otro día.- Aprieto mis labios entre sí por unos instantes, viendo como Calum simplemente se limita a asentir, y entrar en su habitación. Puedo observar como cada paso que da es más torpe que el anterior, hasta que finalmente se deja caer en la cama.

En cuanto me aseguro que no se mueve de posición, vuelvo al salón, para así poder agarrar mis cosas. Reviso que no me dejo nada, y una vez me aseguro de ello, camino en dirección a la salida. Cuando paso al lado de la barra, puedo observar la cafetera en el mismo lugar que solía estar siempre, haciéndome recordar la bolsa de café que había traído para él. Dejo la mochila sobre la barra para así poder abrirla y sacar el paquete, dejándolo sobre la esta, y arrancar un trozo de papel. Saco uno de mis bolígrafos y escribo sobre el pedazo arrancado una pequeña nota que acompañe el regalo. "Espero que te ayude a encontrarte mejor."

Burned out like a cigarette (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora