Mientras le doy vueltas con la cucharilla al café, tras haberle echado un poco de azúcar, observo como Michael hace lo mismo con el suyo mientras me habla de lo bien que está actualmente su relación. Hace ya un varios meses que hemos terminado su terapia y en este caso me hacía especial ilusión que eso sucediera para poder disfrutar de pasar algo de tiempo con él fuera de la consulta.
Es la primera vez que encajo tan bien con un paciente, durante el tiempo que acudió a consulta hemos podido descubrir todos los gustos que tenemos en común y desde que hemos acabado ha ido adquiriendo importancia en mi vida paulatinamente, hasta el punto de poder empezar a considerarlo un amigo.
- ¿Entonces no te han vuelto a dar ataques de ansiedad?- Pregunto antes de dar un primer sorbo a mi café, comprobando que, tal y como pensaba, todavía está demasiado caliente como para poder tomarlo con normalidad.
- No, la verdad es que todo va muchísimo mejor, consigo controlar todo mucho más, cuando siento que algo me empieza a superar y sin duda eso hace que las cosas con Crystal hayan mejorado también mucho.- Noto como su tono de voz es mucho más vivo que en el momento en el que nos conocimos y eso me hace sentirme orgulloso de mi trabajo.
- Pues espero de verdad que todo siga yendo así de bien, y si no sabes que siempre estaré al otro lado del teléfono para echarte una mano.- Él asiente con la cabeza mientras se forma una gran sonrisa en su rostro.
- He pensado que tal vez si en unos meses todo sigue igual de bien con Crystal, le pediré matrimonio.- Yo no puedo evitar imitar su sonrisa, sintiéndome real-mente muy feliz por él.
- ¿En serio?- A pesar de que me alegro por él, no puedo evitar que me resulte extraño oírle hablar de boda cuando tiene 26 años como yo.
- Estoy seguro de que es la mujer con la que quiero compartir el resto de mi vida, si no fuera así tampoco habríamos acudido a ti para afianzar nuestra relación.- Yo asiento con la cabeza antes de volver a tomar del café, comprobando que ahora ya está a una temperatura algo más normal.
- Pues me alegro un montón de que sea así.- Comento mientras alzo la taza de café para poder brindar por ello, movimiento que él no tarda en imitar.- Esto habría estado mejor con un par de cañas.- Suelto riendo por lo extraño que se me hace brindar de esta forma.
- Ya, no hemos elegido bien.- Responde en un tono similar al mío.- Y no dudes de que estarás invitado a la boda, no puedes faltar.- Habla sin que la sonrisa se borre de su boca ni un solo segundo.
- Estaré encantado de asistir.- Aseguro antes de que sigamos hablando de cosas sin demasiada importancia sobre la vida de cada uno.
Ni siquiera sé cuánto tiempo llevaremos conversando, cuando de repente veo entrar por la puerta de la cafetería a una chica que conozco a la perfección. Lleva un vestido beige totalmente ajustado a su cuerpo, marcando todas sus curvas, el pelo no le llega más allá de las clavículas y su tono oscuro hace que resalte todavía más la palidez de su rostro.
- ¡Hola!- Saluda en la distancia cuando todavía le quedan varios metros para llegar hasta nosotros, yo me pongo en pie para poder darle un corto abrazo en cuanto alcanza nuestra mesa.
- Hola, ¿se me ha ido el tiempo?- Pregunto extrañado mientras dirijo mi mirada al reloj para comprobar qué hora es.
- No, me he adelantado un poco, lo siento.- Comenta sonriente mientras mira hacia Michael, por lo que procedo a presentarlos.
- Michael, ella es Sophie, una amiga.- Ambos se saludan cordialmente dándose la mano y por unos segundos no sé muy bien qué hacer, no sé si despedirme de Michael e irme o incorporar a Sophie en nuestra conversación, algo que por algún motivo me resulta bastante incómodo solamente con pensarlo. Sin embargo antes de que pueda reaccionar, ambos ya estaban compartiendo algunas palabras.
- ¿Y entonces hace cuánto que conoces a Cal?- Escucho preguntar a Sophie mientras se sienta en la silla que hay junto a Michael.
- Pues entre unas cosas y otras, fácilmente un año ¿no?- Responde Michael mirándome para que le dé la razón, algo que hago simplemente asintiendo con la cabeza mientras vuelvo a recuperar mi sitio.- ¿Y vosotros? ¿Sois muy amigos?
- Somos del mismo grupo de amigos.- Mantiene una pequeña sonrisa en su rostro. Algo en mi interior me dice que esto no es más que un error.- Quizás algo más íntimos que el resto.- Comenta Sophie en un tono burlesco, y es en ese momento cuando decido que es suficiente, por lo que me apresuro a levantarme del asiento.
- Bueno Michael, creo que Sophie y yo vamos a marcharnos ya, ¿te acerco a algún sitio o...?.- Estoy seguro que si me viera desde fuera, mi cara sería algo parecido a uno de los cuadros de Picasso.
- No, tranquilo, he venido en mi coche.- Michael se levanta para así poder despedirse correctamente de ambos.- Avísame cuando te venga bien quedar de nuevo.- Asiento durante un par de segundos, para después de estrechar su mano, salir de la cafetería seguido de Sophie.
Ya en el ascensor de mi edificio, tras apretar el piso correspondiente, dejo que todo mi peso se apoye sobre una de las paredes de éste, mientras dejo escapar un largo suspiro. Durante el camino no habíamos intercambiado palabra, y eso sólo conseguía ponerme en tensión.
- ¿Vas a seguir molesto por mucho más tiempo?.- Comenta sin siquiera mirarme. Para colmo es ella la que parece indignada, ante toda esta situación, y no puedo evitar que se me pase por la cabeza el pedirle que se marche.
- Quedamos en que esto no saldría de nosotros dos, y te pareció correcto, sin embargo últimamente te comportas como si quisieras que todo el mundo supiera que follamos.- Las puertas del ascensor se abren por lo que me adelanto para así poder sacar las llaves mientras camino por el pasillo.
- Bueno, que yo sepa no lo sabe nadie más que no sea Luke, y no he sido yo quien se lo ha dicho.- Al notar por su tono como me vacila no puedo evitar morderme la lengua por no soltar algún comentario de más.
- Y Michael ahora.- Comento de mala gana una vez estamos frente a la puerta, la abro y me hago a un lado para que pueda pasar primero.
- No creo que él deba preocuparte, no es de nuestro entorno, no es como si fuera a ir corriendo a contárselo al resto.- Observo como entra por la puerta, meneando sus caderas de forma exagerada, sabiendo a la perfección que mis ojos estarían puestos en ella.- Deja entonces de comportarte como un crío malhumorado.
- ¿Tanto te cuesta entender que quiero ser yo quien decida qué personas quiero que sepan con quien mantengo relaciones?- Pregunto ya en un tono más relajado mientras me quito la chaqueta y observo como ella se acerca más a mí.
- Venga, déjalo ya, ha sido un error y yo he venido a otra cosa, no a discutir.- Susurra en un tono seductor mientras lleva sus manos a la cintura de mi pantalón tirando firmemente de ella hacia su cuerpo arrancándome una sonrisa de inmediato.
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Burned out like a cigarette (Calum Hood)
Fiksi Penggemar𝐸𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛 𝑐𝑎𝑙𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑣𝑜𝑧 𝑎𝑙𝑡𝑎. Escrita en colaboración con Lorena (@itsbluesidx)