Burned out like a cigarette (Calum Hood)

"Involucrarse demasiado."

Audrey, 26 de noviembre de 2020.

Salgo de mi habitación mientras me pongo un jersey blanco oversize, voy hasta la cocina para poder sacar de la nevera un paquete con una tarta que he comprado esta mañana, la sujeto con una mano y con la otra me echo al hombro una mochila pequeña donde llevo la cartera, el móvil y un par de cosas más. Tras asegurarme de que no se me olvida nada, salgo del apartamento para subirme a mi coche y poner rumbo a casa de mis padres para celebrar con ellos Acción de Gracias.

Al llegar me bajo del coche con cuidado sujetando el paquete con mis manos y al situarme frente a la puerta, toco el timbre un par de veces, hasta que mi padre abre la puerta con una gran sonrisa enmarcando su rostro, me da un pequeño abrazo con cuidado de no hacerme tirar la tarta y después me indica que mi madre está en el comedor terminando de poner la mesa. Voy hacia el lugar que me indica para poder saludarla a ella también de la misma forma que a mi padre y por último me dirijo a la cocina para guardar el postre en la nevera.

- Así que este año te ha tocado a ti hacer la cena hoy.- Comento apoyada contra la encimera de la cocina mientras veo como mi padre se pone el delantal y se agacha para comprobar cómo va la comida que hay dentro del horno.

- Y estará mucho mejor que lo que haga tu madre en Nochebuena, pero no se lo digas.- Hace una seña con su dedo índice sobre sus labios, como si fuese un secreto, cuando mi madre aparece por la entrada de la cocina.

- Miedo me dais vosotros dos.- Mi madre se ríe al terminar de hablar, para después acercarse a mi padre y darle un corto beso en los labios, yo simplemente los observo sin dejar de sonreír por la dulzura que me trasmite que tras tantos años juntos, sigan viviendo su amor de la misma forma.

- No sé por qué.- Mi padre se encoge de hombros y deja un pequeño beso sobre la frente de mi madre.- ¿Y cómo te va todo en ese proyecto que estabas haciendo? ¿Sigues teniendo el apoyo de la universidad?- Yo asiento con la cabeza un par de veces.

- La verdad es que iba a esperarme a la cena para contarlo, pero ya que sacas el tema.- Veo como ambos fijan su atención por completo en mí.- Hace un par de días que ha contactado conmigo una editorial. Un profesor importante del departamento de psicología de la universidad se ha interesado bastante por el proyecto, hace algo menos de un mes me pidió que le enviara un informe con todo lo que tenía hasta ahora y cuáles eran mis objetivos finales. Pues al parecer se lo envió a un contacto que tenía en una editorial y les ha gustado bastante, todavía me tengo que reunir con ellos la semana que viene para determinar qué vamos a hacer al final, pero todo apunta a que terminará convirtiéndose en algo más que un artículo.- A medida que avanzo en mi explicación, la cara de mis padres se va llenando más de felicidad y cuando termino, ambos se acercan para abrazarme y felicitarme.

- ¿Y cómo es que se ha interesado un profesor de psicología? Esa no es tu especialidad.- Mi madre me mira ligeramente confundida mientras se separa de mí para poder sacar los tenedores y cuchillos de un cajón.

- Ya os había mencionado que Calum me ha ayudado con alguna cosa, y al final he decidido incluirle por completo en el proyecto, para que pueda haber una visión más objetiva de lo que son los complejos en la mente de las personas y analice al mismo tiempo como se manifiestan de distinta manera según cada individuo.- Explico mientras me muevo para poder ayudar a mi madre a terminar de poner los cubiertos en la mesa del comedor.

Calum, 26 de noviembre de 2020.

A pesar de las risas que inundan en el salón, puedo oír como la voz de mi madre pide ayuda, por lo que me levanto dejando mi botellín de cerveza sobre el posavasos de la mesa para no dejar la marca en la madera, y camino hacia la cocina.

- Vaya, estáis de foto.- Me burlo de mis padres quienes sujetan la bandeja del pavo, supongo que recien salida del horno.

- Ay déjate de tonterías y pon el salvamantel.- Pide mi madre, por lo que entre risas lo saco del armario en el que creo recordar que estaba, y lo pongo sobre la encimera.

- El año que viene podríamos irnos todos a cenar a un buen restaurante y no tener que cocinar.- Añade mi padre una vez dejan la bandeja de horno sobre la encimera quitándose ambos los guantes.

- No sería lo mismo, tu receta es la que lleváis cocinando años, estoy seguro que al abuelo le das otro pavo distinto y te lo tira a la cara.- Bromeo exageradamente.- Voy a ir poniendo la mesa.- Me dirijo a por el trapo para después desaparecer de la cocina.

Puedo notar a la perfección como mi estómago se va llenando más y más a cada trozo de comida que introduzco en mi boca, llegando al punto de plantearme si voy a ser capaz de terminar todo el plato, como suele pasar todos los años.

- Y hablando de trabajo.- Presto atención a mi abuelo en cuanto empieza a hablar.

- Hemos dicho que nada de trabajo en la mesa, siempre igual.- Interrumpe mi padre recordando las normas previas que siempre pone para no entrar en debates, ya que se supone que el dia de hoy solo es para agradecer, nada de política, ni trabajo, o algún tipo de competición deportiva que pueda crear rivalidad.

- Únicamente iba a informar de que la galería está libre, e iba a proponérselo a Calum, por si conocía algún amigo más que quisiera exponer, como hizo la última muchacha, que por cierto, parece que tuvo bastante éxito, ¿cómo se llamaba?- Mi abuelo cuestiona, dirigiendo su mirada hacia mí y automáticamente mis padres también lo hacen.

- Audrey.- Carraspeo con suavidad sabiendo que aquel nombre no sería muy bien recibido después de todo, era un tema bastante complicado para mis padres como lo fue para mi, y aunque ellos no son de meterse en mi vida, si necesite de su ayuda en aquel momento.

- ¿Audrey?- Pregunta mi padre tras limpiar sus labios con la servilleta.- Calum sabes que.- Comienza a hablar pero decido interrumpirle antes de que comience con su discurso.

- Antes de que os precipiteis no estamos juntos, simplemente tomamos la decisión de hablar como adultos de todo lo que había sucedido, al fin y al cabo tenemos el mismo grupo de amigos, y si no lo hacíamos llegaría un momento en el que todo iba a ser resultar incómodo.- Me encojo de hombros con suavidad queriendo calmarlos.- Todo está bien, ahora mantenemos una relación cordial de amistad y todos podemos disfrutar de reunirnos sin estar pendientes de que nada nos afecte. Incluso creo firmemente que ambos necesitábamos en algún momento hablar de ello.- Froto mis manos entre sí con delicadeza.

- Nosotros lo único que esperamos es que no vuelvas a pasar por lo mismo, no queremos que sufras.- Mi madre estira su mano hasta posarla sobre mi brazo, dejando un pequeño apretón en él.

- Solo ten cuidado ¿vale? es tu decisión y es tu vida, pero sabemos cuan difícil fue para ti y no queremos ver como vuelves a pasar por lo mismo.- Añade mi padre centrando su mirada en la mía.

- Lo sé, de verdad que sí, pero podéis estar tranquilos.- Les aseguro.- Es más, tengo que contaros algo.- Una pequeña sonrisa aparece en mis labios.- Hace poco Audrey empezó con un proyecto bastante interesante, un pequeño artículo centrado en los complejos, y en cómo enfrentarse a ellos y superarlos, así que hace poco decidimos que podía ser buena idea que yo diera mi punto como psicólogo, por lo que estoy ayudándola con ello.

- ¿Y no crees que eso es involucrarse demasiado?- Cuestiona mi padre.- No tiene pinta de ser un proyecto simple, creo que requiere de bastante tiempo por parte de ambos, que vais a tener que compartir.

- Que tenga que dedicar algo de mi tiempo en el proyecto no significa que vaya a volver con ella.- Trato de buscar las palabras necesarias como para ser capaz de convencer a mis padres de que solo es un simple proyecto y no tienen de que preocuparse.- Creo que también me beneficia profesionalmente, es algo que voy a poder incluir en mi currículum.- Explico mientra acompaño mis palabras con ciertos movimientos de mis manos.- Y me conocéis lo suficientemente bien como para saber que me enriquecerá personalmente.- Compruebo como ambos asienten ante mis palabra y tras unos segundos de silencio, es mi abuelo quien decide hablar cambiando de tema.