Al día siguiente, cuando Ra volvió a iluminar el cielo, Ramsés salió en compañía de su madre y su hermana hacia la casa de los muertos, donde la momificación de Seti seguía en proceso. El embalsamamiento de los cadáveres duraba alrededor de 70 días, y una vez cumplido este plazo, el príncipe heredero debía volver a la casa de los muertos para practicar el ritual de "la apertura de la boca": una antigua tradición que consistía en tocar con la punta de una espada los orificios del cuerpo momificado (boca, ojos, nariz y oídos) para que quedaran abiertos de nuevo y el difunto pudiera recuperar el uso de sus sentidos en el más allá.
La familia real había realizado aquella visita para verificar que el embalsamamiento de Seti estuviera cumpliendo con todos los lineamientos, y los sacerdotes a cargo los invitaron a ver con sus propios ojos el estado actual de la momia. Tuya se aventuró a la sala donde se hallaba su difunto esposo para corroborar el trabajo, pero Ramsés y Henutmire prefirieron aguardar en la sala de espera porque querían conservar el último recuerdo del rey como cuando estaba vivo.
Dos meses después, el sarcófago de Seti fue trasladado hasta el Valle de los Reyes en una caravana fúnebre que desfiló por las calles de Egipto, suscitando pavor y tristeza por igual gracias a las plañideras que lloraban a grito herido.
Ramsés fue coronado como faraón a la semana siguiente, y tuvo la constante compañía de su madre y de los consejeros reales para ponerse al tanto de la situación sociopolítica del imperio. Gracias a la buena administración de la reina, la economía se mantenía estable y no había asuntos pendientes, así que de momento su única preocupación fue acoplarse a las tareas diarias como soberano. En el primer día de su mandato, y antes de que el tema fuese olvidado, absolvió a Moisés de la pena de muerte y ordenó al general que junto a las tropas realizaran una búsqueda minuciosa para encontrarlo.
En la tarde del mismo día, la nueva prometida de Ramsés llegó a la capital en un suntuoso barco proveniente de Menefer. La chica se llamaba Teti, y aunque era hermosa, tenía el defecto de ser demasiado parlanchina. Su voz sumamente irritante y sus conversaciones sin sentido, terminaron por opacar sus virtudes ante los ojos de Ramsés, quien quedó inconforme con ella pero fingió agrado para cumplir la última voluntad de su padre.
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Libi Shelekha
FanfictionEl pueblo hebreo busca incansablemente a su salvador desde hace siglos. Moisés escapó de Egipto y parece que la libertad para los esclavos jamás llegará, hasta que Miriam parece hallar una salida en el corazón de Ramsés. "Libi Shelekha" es una histo...