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SAMANTHA

No acostumbramos a hacer reuniones familiares, de hecho es rara la ocasión en la que familia o amigos cercanos nos visitan, a excepción de la tía Renata y la abuela Eli que vienen cada fin de semana. Nunca hemos sabido de los abuelos Niurka y Juan pues a papá no le gusta hablar de ellos desde que decido mudarse, por lo que se eran personas algo crueles y que no lo aceptaban como era, creo que entendería porque es que se fue.

Desde que regresamos de París y conocimos a papá y a todos sus amigos nos encariñamos, todos eran como una familia para mi; me encantaba convivir con ellos siempre que venían a vernos, y sobre todo enterarme de cosas que mis padres nunca han llegado a compartirnos, como lo que ocurrió entre ellos antes de tenernos debido a que eran muy jóvenes; a veces me pregunto, ¿Qué pasaba por su cabeza cuando decidieron tenernos a Alex y a mi?

—Oye Sam como que tu vas mas para arriba y yo mas para abajo. —comentó Emanuel mientras se paraba junto a mi evidenciando la diferencia de estatura. Reí.

—Eres un pinche minion wey. —comentó Diego mientras se burlaba.

—¿Dónde esta el cumpleañero? —el tío Nikolas intervino en un grito mientras comenzaba a caminar hacia la cocina, lo seguimos —Vaya Emilio, —comentó mientras lo veía preparando la mesa —¿Quién manda en la casa?

Papá rio mientras se acercaba a cada uno para darles un medio abrazo.

—¿Dónde esta Joaquín? —cuestiono Nikolas.

—Fue a buscar a Lucia, no debe tardar en llegar.

Oh mierda, no recordaba que yo era quien tenia que recogerla, seguramente papá supo que ya era tarde y se fue.

Mi hermana Lucía tiene doce años, los acababa de cumplir hace apenas dos semanas, y digamos que la relación que llevamos como familia es un tanto rara, ¿la razón? Pues ella además de ser introvertida con todos a su alrededor, Alex y yo sospechamos que no acepta a nuestros padres del todo, evita cruzar palabras de no ser necesario y al parecer ellos ya lo ven normal, piensan que por ser una niña que esta por entrar a la etapa adolescente se comporta de esa manera, cuando no creo que sea del todo así.
Despues de que papá Emilio sea quien la lleva a la escuela diario se queda con la abuela Eli cuando sale; estoy segura que preferiría vivir con ella antes que con nosotros pero bueno, no quiero presionarla a que me diga algo que quizás estoy malinterpretando; quizás haya una razón aún mas fuerte que sea una verdadera justificación de su actitud, pero ahora solamente es ser paciente.

—Esperemos a papá, vengan a sentarse todos. —exclamé mientras señalaba los sillones de la sala.

Era muy divertido convivir con todos ellos.

Siempre he tenido una gran curiosidad por la adolescencia de mis padres y las cosas que nos guardan a mis hermanos y a mi; a veces siento que no conocemos a nuestros padres en absoluto, o al menos yo solamente se que se conocieron en un proyecto, una novela en la que trabajaba mi abuelo Juan, fueron compañeros laborales y se hicieron amigos, imagino que las cosas se dieron de una manera inesperada y terminaron saliendo. Papá Joaquín nos contó a Alex y a mi que no conocimos a papá desde el principio porque los abuelos no permitían que estuvieran juntos, tanto así que se fue a vivir a París sin saber que nosotros ya veníamos en camino.

No he querido interrogarlos sobre lo que ocurrió simplemente porque nuestro lazo ha estado complicado, pero imagino que algún día nos lo contarán, pero mientras tanto, ¿a quién le hace daño sacarle información a mis tíos mientras comienzan a embriagarse? Exacto, gran plan.

—Entonces, —habló mi tío Nikolas mientras le daba un trago a la cerveza en su mano —Emilio, ¿Cuántos años cumple Joaquín? Han sido tantos que he perdido la cuenta.

¿Anoche? [Emiliaco] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora