¿Anoche? [Emiliaco] ✔

35.

EMILIO

Abrí la puerta del departamento y me dirigí al cuarto de nuevo para ver como se encontraba Joaquín; me sorprendió verlo sentado a la orilla de la cama mientras acariciaba la rizada cabellera de Sam mientras dormía. Sonreí y me acerque.

—¿Tu lo quisieras? —habló sin quitar la mirada de nuestros pequeños dormidos.

—¿Qué cosa?

—Tener otro hijo.

—¡Claro que si! —exclamé mientras me sentaba a un lado acariciando su mejilla —Por fin tendría la oportunidad de criar a nuestro niño o niña desde el primer momento. —suspire —Es mas, ¿te digo un secreto?

Asintió.

—Desde ese día... —pase saliva —el que te fuiste, recuerdo que la noche anterior estuve dando vueltas en la cama mientras pensaba en lo que seria de mi futuro si decidiera hacer una vida contigo, nos imagine con un bebé desde el primer instante, mi mayor deseo siempre había sido ese, formar una familia, —hice una pausa —y no con quien fuera, sino contigo.

Se acerco a mi y rodeo sus brazos en mi cuello para darme un abrazo. —Me alegra tanto escuchar eso, y claro que sería lo mejor volver a tener un bebé contigo, criarlo juntos.

Sonreí mientras acariciaba su cabello.

—En fin, aquí tienes la prueba, vamos.

Ambos nos levantamos de la cama no sin antes darle un beso en la frente a nuestros dos pequeños y en susurros desearles las buenas noches.

Salimos de la habitación mientras cerrábamos la puerta a nuestras espaldas. Nos encaminamos con rumbo al baño y Joaquín tomo la prueba para adentrarse en este dejándome afuera con la curiosidad en la mano de saber cual era el esperado resultado.

Caminaba de un lado a otro frente a la puerta esperando escuchar cualquier sonido y entrar, aunque antes de que mi paciencia se acabará por completo pude ver a Joaquín salir mientras se paraba frente a mi con la prueba en manos.

Antes de siquiera preguntar algo pude notar como las lágrimas ya estaban recorriendo sus mejillas, enterró su rostro entre sus manos y cerró sus ojitos apretando el pequeño aparato contra su pecho.
Me intenté acercar a el pero antes de eso alcancé a ver la prueba frente a mis ojos donde se podían apreciar a la perfección las dos rayitas rojas. Positivo.

Abrí los ojos en sorpresa mientras dirigía mi mirada a Joaquín, este aún estaba llorando pero con una sonrisa de oreja a oreja.

—Seremos padres de nuevo, mi amor. —expresó feliz mientras sollozaba de nuevo.

—¡Si! ¡Si! —exclamé mientras tomaba a Joaquín entre mis brazos y lo cargaba para darle vueltas mientras le daba un gran abrazo —Me has vuelto a hacer el hombre mas feliz del mundo, chiquito bonito.

Mientras reía pude notar que las lágrimas también habían comenzado a caer por mis ojos recorriendo mis mejillas, estaba tan feliz que ni siquiera podría controlar mis sentimientos.
Aún con gran emoción me puse de rodillas frente a Joaquín quedando a la par con su abdomen, levanté ligeramente su camisa y comencé a dar ligeros besos en esa zona.

—No puedo creer que tendré la oportunidad de convivir contigo desde este momento hijo, o hija claro. Lo que sea que seas yo estaré feliz, porque algo si te prometo, —mencione mientras con mi mano trazaba un circulo —jamás te abandonaré, a pesar de todo estaré aquí, esperando con ansias el día en el que por fin te tenga entre mis brazos. —dije mientras abrazaba el abdomen de mi chico —Te amo. —mustie —Los amo a todos, a ti, a tu papi Joaco y a tus hermanos Alex y Sam.