11.

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NARRADOR

El orgullo era lo que estaba por encima de la situación, ni Emilio o Joaquín se animaban a comenzar alguna conversación, pensaban en lo incómodo que se volvería, y eso les hacia pensar dos veces si era prudente dirigirle palabra al otro o simplemente dejarlo estar.

No fueron días los que pasaron, sino semanas, ambos chicos se mantenían distantes intentando evitar hablar o mandar algún mensaje. Joaquín estaba algo relajado, el que Emilio lo estuviera ignorando lo hacia pensar sobre lo ocurrido despues de la fiesta; paso de ser uno de sus mejores a amigos a una especie de relación de amigos con derechos, Emilio se había portado de lo mejor con el, pero sabía que eso no justificaba que ambos estaban cometiendo un error, de su parte Emilio por engañar a su novia y Joaquín por aceptar aquella propuesta que el rizado le hizo esa madrugada despues de la fiesta.

[ *** ]

El mayor se encontraba totalmente confundido, lo que pensó en un principio al respecto de esto sería que Joaquín no se resistiría a llamarle para tener sexo de nuevo, había sido una completa sorpresa para el que no fuera para nada así. La última vez que habían estado juntos fue hace poco mas de un mes y la ausencia del castaño le hacia desearlo aún mas.

Las ganas de ir a buscarlo a su casa y hacerlo suyo de nuevo no paraban de cruzarse por su cabeza, pero tenia que pensar en lo bueno para él y en la actual relación que aún mantenía con María; amaba a la chica, o eso era lo que creía, desde que había llegado a México no se había querido despegar de él un solo día, se la vivían en el departamento de Emilio encerrados en su habitación, y tenían sexo por simple aburrimiento, ese era el principal problema ahora, él no quería, o al menos no con ella.

Disfrutaba la compañía de la chica, pero ya no era para nada lo mismo, la forma en la que la trataba era distinta, incluso indiferente, la forma en la que hacían al amor ya no lo satisfacía como antes, es mas ya ni siquiera lo hacia, pero, ¿Qué es lo que podía hacer? ¿terminar con su novia así como si nada? ¿sin una explicación?

La cabeza no lo dejaba descansar por completo, incluso no dormía por las noches en un intento de analizar en lo que se había convertido su vida las últimas semanas.

Volteo hacía su izquierda analizando a su chica que aún yacía descansado desnuda a su lado, el rizado suspiro mirando al techo de nuevo. Sentía que se había vuelto dependiente de Joaquín de alguna manera, que todo se había jodido desde la primera vez que hicieron el amor, y ahora estaba sufriendo las consecuencias.

Una parte de él le decía que fuera a buscarlo para decirle lo que sentía, pero el caso era ese, ¿Qué iba a decirle? No podía llegar como si nada y decirle que lo extrañaba en su cama; el podría mandarlo al carajo en un abrir y cerrar de ojos, y no quería arriesgarse a perder la oportunidad de volver a formar ese lazo de amigos que tuvieron, porque eso es lo que fueron en un principio, ¿verdad? Solamente amigos.

Estaba seguro que le gustaba Joaquín, le encantaba todo de él, la manera que lo hacia sentir cuando estaban juntos, la manera en la que el lo provocaba con tan solo tener su mirada sobre él, los nervios que se hacían presentes cuando estaba a su lado; todo eso le hacia dudar de tantas cosas, pero de algo estaba seguro, eso no era amor, o al menos para el ni siquiera se acercaba.

Sus sentimientos estaban confusos, no era ni la mitad de capaz de imaginarse con Joaquín en una relación; disfrutaba del sexo pero nada mas, no estaba buscando otra relación con problemas como en la que estaba. Quería que María se cansara de él y lo mandará a volar, se escuchaba tan malditamente egoísta pero no podía evitarlo, no tenia el valor de decírselo de frente. Era preferible que la que terminará con esto fuera ella, para poder ahorrarse las jodidas explicaciones que no quería darle.

El rizado ladeo su cabeza desesperado de todo lo que estaba invadiendo su cabeza y solamente soltó un último suspiro antes de cerrar sus ojos e intentar conciliar el sueño lo que restaba de noche, algo que no fue posible hasta varios minutos despues.

Esa misma noche el sueño de hace días atrás había vuelto, era mas bien el recuerdo de la primera vez que él y Joaquín estuvieron juntos, esa vez que ambos se entregaron por completo, esa noche que tanto había disfrutado y que le había costado tanto admitir.
Lo extrañaba, le hacía una falta que no era capaz de describir, estaba harto de sentirse confundido, quería que la vida fuera mas fácil para él, que toda la mierda que pasaba por su cabeza desapareciera, pero eso no era algo tan sencillo de hacer.

[ *** ]

La fuerte luz del sol hizo a Emilio fruncir el ceño y abrir poco a poco los ojos, parpadeo varias veces intentando acostumbrarse a la gran cantidad de luz a su alrededor, él había cerrado las cortinas anoche antes de acostarse, le parecía extraño que estuvieran abiertas.
Miro a su lado y le sorprendió no ver a María, aunque le resto importancia porque probablemente estaba bañándose o algo así; se levantó de la cama y notó que no tenía absolutamente nada puesto, le extraño pero solamente se encogió de hombros para despues dirigirse a buscar su ropa del día.

Recogió su celular que se encontraba en el buró de la habitación y notó que eran las 6:47 a.m., se sorprendió de que ya hubieran rayos de sol saliendo, pero no había un solo rastro de nubes; gracias a esto la idea de irse a correr cruzó por su cabeza, así que no lo pensó dos veces y busco entre su ropa algo deportivo y se cambio de nuevo, luego se dirigió a la cocina por un vaso de agua para despues colocarse sus auriculares y salir de su departamento.

¿Anoche? [Emiliaco] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora