43.

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NARRADOR

—Estoy asustado. —mencionó el castaño mientras se recargaba en el respaldo del asiento y miraba a su esposo a su lado.

—Lo se, amor. —Emilio tomó la mano de Joaquín y besó su mano —Se que quisimos dejarlo pasar pero, lo conozco, de alguna manera sabía que no sería así.

Joaquín suspiró y se revolvió el cabello.

—No ha sido fácil lo se pero, ¿Qué hacemos? No creo que sea capaz de lastimarlos. Son prácticamente unos niños.

—Eso ni yo lo se con certeza, —suspiro —pero sabes que si se trata de ellos haría lo que sea para mantenerlos a salvo.

—Eso lo se, yo también. —sonrió el menor hacia el rizado.

El sol estaba en su máximo esplendor, el cielo estaba despejado sin un rastro de nubes, ambos adultos bajaron del auto y abrieron la puerta de entrada topándose con los tres adolescentes. Dexter abrazaba a Sam mientras esta estaba recostada en su pecho, y Alex se encontraba de pie en el umbral de la entrada a la cocina, su expresión seria.

—Hola. —saludó Emilio —¿Sam estas bien? Joaquín dice que te escuchabas alterada al otro lado del teléfono. —cuestiono con un semblante preocupado.

—S-si lo estoy es solo que... —la risa sarcástica de Alex inundo la habitación interrumpiéndola.

—No Sam, no estas bien, eso que te paso no puedes dejarlo pasar así como así, al menos díselos. —sentencio.

La castaña se tensó y miró a su hermano preocupada, la situación estaba afectándolo mas de lo que debía, ella creía que no había sido nada, que debía dejarlo estar pero eso no quitaba que Alex se sintiera incompetente y que lo único que le quedara como opción era acudir a sus padres porque él no podía cargar eso en sus hombros como si no fuera nada.

—Cariño, ¿estas bien? —preguntó ahora Joaquín —¿de qué esta hablando tu hermano?

Sam se mordió el labio inferior preocupada, mientras, Emilio y Joaquín se sentaron en el sillón frente a ella prestando total atención.

—L-les he estado mintiendo durante muchos meses, —sollozo—y créanme que me siento tan mal por haberlo hecho, p-pero, estaba asustada. —Sam miro a Alex —No sabía de que serían capaces si se enteraban.

—Hija nos estas asustando, ¿Qué ocurre? —Emilio intervino —Puedes decirnos lo que sea, solamente quiero que te tranquilices, ¿si? —tomó sus manos —¿Puedes?

—Ay papá. —las lágrimas comenzaron a resbalarse por sus mejillas —Yo tuve la culpa de lo que te paso, quizás si te hubiera advertido que ella había estado tomando el control días atrás nunca hubiera estado contigo esa tarde en el auto, lo siento tanto de verdad.

—¿De qué hablas Sam? —Joaquín insistió.

—Hayley ha estado haciendo no se que con una persona, desde hace ya poco mas de medio año esta tomando el control durante un par de horas. —sollozo —T-todas esas ocasiones he despertado con la mente en blanco y en una habitación de hotel completamente desnuda... juro que no tengo ni idea de con quien esta haciendo eso, s-solamente estoy muy asustada, odio no saber que esta pasado.

¿Anoche? [Emiliaco] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora