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- ¿Te encuentras bien? -. Permanecía de cuclillas en el piso y cubriéndose la boca con ambas manos, cómo una niña... Él también se arrodillo frente a ella, intentando escudriñar en su mirada. - ¿Cuál es tu nombre? -. fingió no recordarlo, pero lo tenía muy latente en sus pensamientos

-Selina-. Al cabo de unos segundos le respondió con la voz temblorosa, apartando las manos de su rostro.

- ¿Eres mi alumna, no es así? -. Asintió incorporándose. - Escucha, sé que es mucho pedir, pero necesito que olvides lo que acabas de ver, eran sólo unos asaltantes.

El habla se le dificultaba y permanecía insostenible con los relucientes ojos llenos de lágrimas... el rostro rojo e hinchado. Hiram intento acercarse más hacia ella y observo su mentón con atención, "Es igual al de Andre" pensó

Solamente allí pudo estudiar todas y cada una de sus facciones, que le confirmaron la teoría.

Escuchó pasos entre el suelo del bosque, Hiram se levantó ávidamente

- ¡Selina! -. Gritó una pelirroja quién corría hasta ella, acompañada de un muchacho de ambiciosos ojos color ámbar, que Lodge ya había reconocido.

- ¿Estás bien? -. Preguntó con un tono acusador, mirando furioso a el profesor.

Tomando el brazo que le ofrecía su amiga, asintió.

-La encontré aquí en el bosque-. Se apresuró a responder al tanto que él otro se le iba encima

- ¡Infeliz! ¿Le hiciste algo?

- ¡No! -. Detuvo a Malarkey quién ya tomaba a Hiram de los hombros, sin que este pusiera resistencia. - El señor Lodge me encontró aquí, me tropecé buscando a Clary...

Una mirada de complicidad se formó entre ellos. Peter Malarkey aún con los ojos en fuego, lo soltó bruscamente

-Debemos irnos-. Clarissa le tomó el brazo a su amigo quién asintió, manteniendo contacto visual que iba acompañado de un ligero levantamiento de cejas. Un atisbo insistente, agresivo... desafiante.

Mientras se alejaban a través del camino lleno de piedras y mandrágoras, Selina volteó hacia atrás. Hiram Lodge se adentraba en su auto nuevamente... con los vidrios rotos.

Había mucha neblina, comenzaba a hacer bastante frío y crecía una tensión terrible entre los tres.

No dijeron una sola palabra hasta llegar nuevamente a la hoguera.

-...Bueno, ocurre que Deep Lake es muy aburrido para drogarse y Greendale muy aterrador para ello. Los límites son la mejor opción, pero eres nuevo y no lo sabrías...

Mercy coqueteaba con un chico de doceavo grado. A pesar de que le gustaba tocar temas serios desde una perspectiva poco profunda, no era superficial ni frívola... cómo comúnmente solía describir a Selina, quién para su sorpresa, regresaba acompañada de Peter y Clarissa.

- ¿No que ya te ibas? -. Dijo para sí, con una sonrisa de oreja a oreja... muy parecida a la del clásico gato Cheshire.

Selina parecía acabar de despertarse de un sueño. Apenas le dirigió una mirada insustancial, cuando momentos antes habían desprendido veneno por la boca.

-Esta fiesta ya era bastante aburrida, no necesitaban traerla de vuelta-. Se cruzó los brazos al lado de Malarkey quién sacó un cigarrillo y lo encendió, recargado en uno de los árboles.

-Cómo digas-. Sacó el humo a través de los labios, evitando establecer contacto visual

- ¿Por qué estás tan molesto? ¿No has encontrado con quién revolcarte?

Peter soltó una risita, negando con la cabeza

-No es nada... tan sólo... no me agrada el nuevo profesor

Ella frunció el entrecejo. Era probablemente la octava vez en el día que escuchaba sobre aquél hombre

- ¿El señor Lodge? ¿Qué tiene que ver ahora?

-Lo encontré con Lehnsherr en el bosque... ella estaba muy asustada y sabes lo que dicen de él. Temo que le haya hecho algo

-Probablemente el pobre hombre sólo la saludó y ella lo malinterpretó, no es secreto que le gusta llamar la atención... Ya sabes lo que pasó con Tanner

-No debiste mencionarlo en la ronda de verdad. Lo de Tanner no fue para llamar la atención-. Dejó caer el cigarro a un lado suyo.

-Sin embargo, lo logró-. Sacó de su abrigo otro. Extendiéndoselo mientras él lo encendía.

- ¿En serio vas a sentarte allí a tomar cómo si nada hubiera pasado? -. Clarissa permanecía sentada mientras veía a su amiga llevarse a los labios una botella de cardhu

- ¿No es a lo que querías que viniera? –. La acercó, esperando a que le tomara un trago sin mucho entusiasmo

-Sí, pero necesitamos hablar de lo ocurrido en el bosque-. Insistió ante su desequilibrada expresión, que además de preocuparla, le ocasionaba una gran curiosidad. - Me asusté tanto que se me bajó todo el efecto

-Me dejaste aquí sola, cómo siempre

-Tenía que ver a Pavel, pero te dije que no hicieras nada estúpido cómo jugar a una ronda de verdad estando ebria-. Selina se encogió de hombros en oprobio. - Sí, ya me contó Malarkey

-Estoy bien-. Respondió pasados unos instantes. - Si es lo qué intentabas preguntar, estoy bien

- ¡Ese hombre estaba casi encima de ti! Tenías la cara empapada en llanto y los ojos desorbitados, cualquiera pensaría que se sacó el miembro y te lo pasó alrededor del rostro.

- ¿Segura de qué ya se te pasó el efecto de las drogas? -. Rodó los ojos mientras le quitaba la cerveza

Ella no tenía problemas si mentía con un cigarrillo en los labios. No lo hacía con palabras, pero sí con sus encantadores ojos, a través del sudor de su cuerpo bailando y del licor recorriéndole las venas

Con la mirada fija en el cielo de una noche sin luna, Selina bebía, hasta quedarse dormida

Nights Without MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora