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Cruzaba los dedos por debajo de la mesa, esperando a que la clase se terminara. Con frecuencia miraba el asiento vacío de Mercy Fallen preguntándose en dónde estaba, recordándola aquella tarde durante el funeral.

La ausencia de Peter Malarkey también reinaba, pero eso no le provocaba sorpresa. A pesar de la tristeza que sentía al haberlo alejado, de ninguna forma podía haberle correspondido.

-Selina Lehnsherr, ¿Podrías acompañarnos?

La voz de un hombre que se adentraba al aula le sacó de sus pensamientos. A su lado el director Dickens quién la miró asintiendo.

Se levantó ante los murmullos y caminó por el pasillo frente a ellos, quiénes le seleccionaron la puerta a su izquierda: La oficina de Ben Dickens.

- ¿Todo bien? -. Preguntó sentándose en una de las sillas frente al sujeto de traje azul marino

-Soy el detective Wilson Wayne-. Se presentó al escuchar cerrarse la puerta, en dónde el director se mantenía de pie. Metió la mano en el saco y le mostró su placa. -Hace poco abrimos el caso de Daniel Tanner y bueno, cómo en cada investigación abierta, se buscan testimonios y se inician interrogatorios que nos ayudan a seguir el curso de la investigación

-No sé si le pueda ayudar, hace mucho que no veía a Tanner y la noticia me impactó-. Empezó a decir al tiempo en que entrelazaba los dedos. Wayne la estudió.

-No fue un suicidio, por si aún no lo sabe.

-Los medios no dicen mucho-. Dejó vagar la mirada

-Aún no se sabe mucho-. Reconoció. -Hábleme de su relación con Tanner

-Fue hace dos años y aún éramos unos niños, no duramos mucho-. Encogió los hombros, inexpresiva

-Sin embargo, él ya era capaz de sostener un arma por sí mismo ¿No es así?

-Tanner tenía una pandilla y era adicto-. Retiró las manos del escritorio. - La mayoría de las cosas que hacía no las recordaba

- ¿Era mayor que usted?

-Por poco más de un año.

-Leí su declaración y bueno-. Se reacomodó en la silla, acercándose. -Hay un par de cosas que aún no termino de entender... ¿La llevó hasta el bosque solo para apuntarle con un calibre 22 y después simplemente la dejó ir?

-Fue en un momento de debilidad. Después él solo se arrepintió y me pidió perdón, pero yo no me podía volver a arriesgar

-Y en esa misma semana su madre fue encontrada muerta, también dijeron que se suicidó. ¿No le parece algo extraño?

-En su momento sí-. Respondió petulante. - Ahora intento no pensar tanto las cosas.

- ¿Le digo algo? -. Se inclinó y plantó las palmas en la mesa, sin hacer ruido. - Parece que usted piensa demasiado las cosas y las ensaya frente a un espejo, para después ir a contar lo más conveniente

Percibió un destello fugaz en sus ojos, de arrogancia quizá.

- ¿No le parece una teoría muy rebuscada?

-Tengo años de experiencia, He estado frente asesinos e inocentes. Usted no tiene la mirada de una asesina, pero tampoco la de una inocente. Más bien la de una mentirosa

-Parece una acusación

-No, no.... disculpe. Es parte del proceso-. Sonrió fugazmente, mostrándole los dientes.

Selina tomó aire, desviando la mirada hacia el otro lado de la oficina, con la expresión endurecida

-Bueno, ya hablamos de su relación con Daniel Tanner. Hableme de Hiram Lodge

Nights Without MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora