-Voy a conducir detrás de usted. Si hay alguien siguiéndonos lo veré.
Samuel MacBride caminó hasta su jefe quién mantenía la mirada en la luna... que poco a poco se asomaba, dando inicio a otra noche.
-Me parece bien. Esta vez iremos a Greendale, no quiero mantenerme muy alejado
- ¿Volverá pronto? -. Preguntó intentando disfrazar su sorpresa. No importaba las veces en que discutiera el peligro de regresar a Deep Lake mientras Catalyn Lehnsherr estuviese allí... Lodge estaba obsesionado.
-En un par de semanas, sí-. Respondió
-Entonces ¿Habló con ella?
-Si, sólo quería cerciorarme de que estaba bien
- ¿Le dijo algo sobre el chico de la fiesta? -. Inquirió estudiando su expresión facial, la cual cambió radicalmente, pero esta vez cuándo las líneas se formaron en su frente sólo hubo una pequeña risa de su parte, muy distinta a la de aquella noche en la que, al mostrarle las fotografías de Selina Lehnsherr siendo besada por Peter Malarkey, las arrugó y dejo verter encima de ellas el contenido de su copa, con los ojos en fuego.
-No fue necesario-. Suspiró. -Era solo un chico y ella sabe que necesita a un hombre.
Inestable, estafador y calculador. Le enseñó que estaba bien ser así
A pesar de que aquella tarde veraniega se sintió con la suficiente capacidad como para haberlo enfrentado, seguía completamente destrozada
Indagaba sobre cuál era su verdadera intención volviendo: Recuperarla o apaciguar su calma por una chica que solo le servía para no sentirse solo. Y es que no sabía cuál de las dos cosas era peor: Haber otorgado el poder sobre ella o ser el objeto de un extraño que la reclamaba cómo suya cada vez que le clavaba la mirada.
Pensaba en la familia de él. Aún tenía esposa y una hija que era tan solo un par de años mayor que ella ... ¿Eso en dónde la colocaba?
Pero aún así quería seguir intentándolo... Y no por capricho y tal vez no por necesidad. Incluso si le volvía a romper el corazón en pedazos, era un riesgo aceptable porque así se sentía el amor.
Ahora estaba segura.
Y era probable que jamás volviera a desarrollar un sentimiento así de intenso y vehemente por alguien más, que, aunque para algunos suene incomprensible, se trataba de lo más real que había sentido en su vida.
Lo supo al probar otros labios y que estos no provocasen nada en ella. Quizá estaba demasiado ocupada siendo suya cómo para fijarse en alguien más.
-Lehnsherr
Peter se acercaba hasta ella, quién yacía sentada en el pórtico de su casa con una chamarra de mezclilla.
-Hola-. Le sonrió.
-Lamento no haber venido antes pero no estaba seguro de lo que te quería decir. Sin embargo, ahora lo estoy...
Selina negó con la cabeza interrumpiéndolo. Se mesó el cabello con ambas manos
-Peter, ahora mismo no me siento bien. Tengo demasiadas cosas en la cabeza
-Por favor, escúchame-. Se sentó a un lado de ella, que permanecía cabizbaja y clavando la mirada en el suelo. Hablar no era su fuerte, pero esta vez sin los labios llenos de humo, tal vez podía dejar fluir de mejor manera sus palabras. Una vez que el silencio reinó entre ambos, se aclaró la garganta y continuó. - La primera vez que te vi, fue hace quizá cuatro años; Tenías catorce y ya sostenías un cigarrillo en la mano. Era extraño porque hacías ese tipo de cosas que hacen las niñas para sentirse adultas y no sé, pero, me sentí inspirado. Entonces te volví a ver en una fiesta: Llevabas un vestido violeta y estábamos tan ebrios que entablamos una conversación. Me quitaste un puro y lo aplastaste con el tacón de tu zapato... mientras me mirabas fijamente. No hubo necesidad de que me dijeras más, a partir de esa noche no quise volver a drogarme y nos convertimos en grandes amigos. Entonces te presenté a Tanner y tú a Mercy... salimos los cuatro a cenar una noche y planeaba besarte... pero entonces lo hizo él. No lo culpo, jamás le confesé mis sentimientos por ti y de ser así tal vez no le habría importado... lo digo porque ahora a mí tampoco. Eras Selina Lehnsherr, ¿a quién le importaban las consecuencias de hacerlo? Quizá entre todos los hombres, solo a mí. Porque tal vez eso implicaría perderte y al menos cómo mi amiga, no lo habría soportado. Tiempo después te enemistaste con Mercy por lo ocurrido con Tanner y después... él en prisión. Pero lo de tu padre ya te habia roto. Incluso así jamás dejaste de ser quién eras, hasta hace unos meses, pensé que realmente te había perdido, pero, te besé. E incluso allí, en medio de todos y apagada, eras más bonita que cualquiera con quién hubiese estado. Seguías siendo tú
La vista de ella ya se encontraba nublada y tuvo que parpadear un par de veces para aclararla.
-Cuándo me besaste, yo no me encontraba bien. Fueron muchas emociones y...
-Lo sé-. Recalcó tomando una mano entre las suyas. - El regreso de tu madre, la muerte de Tanner... pero yo estoy dispuesto a esperarte.
-Estoy enamorada de alguien más
Lo interrumpió soltándolo sin más. Peter se levantó
-Realmente tardaste demasiado en decirlo-. Bufó
-Malarkey, yo no te puedo dar falsas esperanzas... arrastrarte hasta mí y todo porque no soy capaz de aclarar las ideas en mi cabeza. Yo lo lamento, pero, de verdad no puede ser así
- ¿Lo conozco? -. Apretó los labios, Selina titubeo
- ¿Qué?
-A ese tipo. ¿Lo conozco? -. Impostó la voz y declamó con fuerza, irguiéndose hasta ella
-No-. Respondió en seco.
-Por supuesto que si-. La espetó. -Me miraste a los ojos y tú solo mientes cuándo miras a los ojos
- ¿Y de ser así que? -. Lo alejó. - ¿Por qué preguntar por algo que en realidad no quieres saber?
-No... ¿Por qué ocultarlo todo este tiempo y después mentir?
Selina negó con la cabeza y se dio la media vuelta, dejándolo allí.
-Se trata de Hiram Lodge ¿No es así?
Ella se detuvo en seco, sin embargo, permaneció allí, girando la cabeza lentamente hasta él, colérica
-Quiero que te largues de aquí
-Por supuesto. Llega él y se acerca a ti... altera todo lo que eres y se va. Regresas a las fiestas, pero esta vez tu sufrimiento es real y no puedes ocultarlo porqué ya estás muerta desde dentro.
-Y si así fuera ¿Qué demonios te importa? -. Clamó empujándolo, Peter la tomo de los hombros
-El hombre es un asesino y tú ni en cuenta
- ¿Y eso qué? -. Se zafó. - ¿Qué le puede hacer un asesino a una chica que ya está muerta desde dentro?
- ¿Realmente preguntas eso? ¿Qué te pasa, Selina? ¿Todavía te crees el depredador máximo?
-Un león muere siendo un león
-Y ese león puede morir cortado en piezas-. Se alejó, dejándola esta vez.
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Nights Without Moonlight
RomanceLA OBSESIÓN DE UN HOMBRE ATORMENTADO POR EL PASADO, ES LA MISMA QUE LO CONDUCE A SU REDENCIÓN: SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS... TODOS DERRAMADOS EN LAS PÁGINAS DE ESTA HISTORIA POR LA CAUTIVANTE SELINA LEHNSHERR, QUIEN SE VE ATRAÍDA POR LA OSCURIDAD DE L...