{Cap 19} ~Secretos~

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CAPÍTULO 19


Solo habían pasado treinta minutos desde que Astrid había salido a correr. Era una persona de hábitos, y siempre salía a la misma hora a dar vueltas por la manzana. Ya que el ejercicio era, sin duda, excelente para la salud.

Hayden pensaba que ella debería relajarse más. Siempre parecía tan concentrada en su rutina, como si se olvidara de lo importante que es también disfrutar de la vida, dejarse llevar de vez en cuando.

—¡Hayden! ¿Cuándo vendrán? ¡Necesito a ese loco ahora!— gritó Tacio desde la cocina, impaciente.

—Sí, y yo necesito a alguien que no sea tan tonto como ustedes— añadió Tilda, con su habitual tono sarcástico.

Hayden esbozó una sonrisa antes de responder:

—Calma, ya llegarán. Cuando nos fuimos, ya estaban terminando de empacar su ropa—

Se dirigió a la sala de estar, intentando no dejar que la preocupación por Astrid lo distrajera demasiado. 

Heather y Dagur, sus viejos amigos, ya habían llegado de sus vacaciones, y la noticia de que estaban de vuelta lo había llenado de emoción. Les echaba de menos, más de lo que quería admitir, y no había dudado en invitarlos a la casa de la playa en cuanto tuvo la oportunidad.

A punto de sentarse en el sofá, notó que Patán ya estaba estirado sobre él, ocupando todo el espacio como si fuera el dueño del lugar.

—¡Patán!— gritó Hayden, irritado.

—¡¿Qué?!— respondió Patán sin moverse ni un centímetro.

—¡Muévete!— insistió Hayden.

—¡No!— contestó Patán, desafiante.

Hayden exhaló un suspiro frustrado, pasando una mano por su cabello en un gesto de agotamiento. No tenía energía para discutir con él.

—Vamos, Patán, no necesitas todo el sofá. Tengo que revisar unas cosas—

Patán gruñó, pero finalmente se movió, sacando las piernas del sofá con evidente desgana, lanzando a Hayden una mirada ofendida, como si hubiera cometido un grave delito al interrumpir su descanso.

—¿Qué puede ser tan importante como para interrumpir mi sueño de belleza?— preguntó Patán, estirándose perezosamente.

Hayden lo miró, levantando una ceja, mientras contenía una risa. A veces se preguntaba cómo podía ser amigo de este idiota, pero lo cierto era que, pese a todo, lo quería como a un hermano.

—¡Todo es más importante que tú, mi buen amigo!— interrumpió Tacio, provocando una nueva ola de irritación en Patán.

—¡Cállate, nadie te preguntó, Tacio!— respondió Patán, visiblemente molesto.

Hayden se rió por lo bajo. Era una escena que se repetía muy a menudo, pero siempre conseguían hacerle reír.

—Solo estoy revisando la carrera de caballos. Las repeticiones son esta noche— explicó, mientras cambiaba el canal.

De inmediato, todos los presentes soltaron un gruñido de frustración. Hayden se giró, sorprendido.

—¿Qué pasa?—

—Siempre ves las repeticiones — se quejó Tilda. —Ni siquiera muestran toda la carrera, solo enfocan a Ryder y su caballo—

Al escuchar la mención de "Ryder", el cuerpo de Hayden se tensó por un instante, pero rápidamente lo disimuló. No podía permitir que nadie descubriera la verdad. Su identidad como Ryder debía permanecer en secreto.

Ahogados en los recuerdos  |EN CURSO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora