Ahogados en los recuerdos |EN CURSO|

{Cap 7} ~Rutina~

CAPÍTULO 7

A la mañana siguiente

Narra Astrid

¿Qué hora es? ¿No tengo escuela hoy? En realidad, a quién le importa, mi almohada es realmente cómoda. No me voy a mudar en un buen tiempo. Abracé mi almohada con más fuerza, es tan cálida, tierna y suave.

Espera, las almohadas no pueden estar calientes.

Sentí como dos manos me acercaban y algo se acurrucaba al lado de mi cabeza. Fue entonces cuando abrí los ojos y me congelé por completo. Estoy acurrucada con Hayden. 

Rápidamente traté de escabullirme de sus brazos, pero él solo me atraía más y más, aumentando la fuerza de los tirones, así que hice lo único que se me ocurrió en ese momento.

—Arrgh, déjame— empujé su rostro lejos de mí, despertándolo en el proceso. Le tomó solo un segundo el darse cuenta de lo que estaba haciendo. Gritó, alejándose de mi.

—L-Lo siento, n-no quise hacerlo, no estaba consciente— dijo con un tono de nerviosismo bastante notable. Resoplé y me dirigí a lo que era ahora mi habitación temporal. Saqué mi maleta, mi toalla y luego entré en el baño que estaba al lado de mi cuarto. Realmente nunca tuve tiempo de admirar mi habitación, pero tan pronto como miré el teléfono, decidí que lo haría después de clases.

—Maldición, la escuela comienza en media hora... voy a llegar tarde— murmuré para mí misma. Acabé de ducharme y al instante comencé a secarme el cabello, me lo arreglé con una gran trenza de lado para que no me molestara durante el día, después me puse unos shorts de mezclilla, una camiseta blanca que dejaba libre mi hombro izquierdo y por encima una chaqueta vaquera para abrigarme un poco, aunque realmente no hacía frío. Al acabar corrí escaleras abajo hacia la cocina, y me encontré con el desayuno listo.

—Buenos días cariño, ¿Qué tal tu mañana?— dijo Valka mientras terminaba de colocar las tostadas sobre la mesa. Su rostro reflejaba felicidad, en verdad me alegra verla así.

Sonreí y me senté junto a la mesa del comedor.

—Buenos días Valka, voy a llegar tarde, pero aparte de eso, todo bien. ¿Dónde está Estoico?— Pregunté cortésmente mientras le daba un sorbo al zumo natural que me había preparado.

—Oh, se fue a trabajar, yo también iré cuando Hipo se vaya— Valka sonrió y se sentó junto a la mesa para comenzar con su desayuno, pero ¿por qué llamó a Hayden, Hipo?

—¿Hipo?-- dije en voz alta

—Sí, ¿alguien me llama?— Hayden entró en la cocina como si no le importara el mundo. Traía el pelo alborotado, unos vaqueros negros ajustados y una camiseta blanca sin mangas que hacía resaltar sus calientes músculos. Me quedé mirándolo como una tonta, hasta que la voz de Valka me sacó de mi pequeño trance.

—El apodo de Hayden es Hipo o Hiccup, ya que cuando tenía 5 años siempre solía tener hipo. Nuestra familia y sus amigos todavía lo llaman así— explicó Valka mientras terminaba de desayunar.

Mi desayuno eran unas tostadas y un vaso de leche con cereales, al igual que el de Hayden. La verdad es que no me lo puedo imaginar comiendo cereales.

—Sí, y si le dices una palabra de mi apodo a alguien, tendrás problemas conmigo— dijo mientras sonreía de lado.

Puse los ojos en blanco y lo miré con una una ceja levantada, y él solo me sonrió tímidamente. Sonreí —¿No te preocupa llegar tarde?— volví mi mirada hacia los cereales y continúe con ellos para terminarlos.