Se preguntarán, ¿qué fue de Taeyong? Bueno, su deseo se volvió realidad y se convirtió en un exitoso psiquiatra. Él ayudaba bastante a Jimin cuando este recordaba algo feo del pasado y entraba en crisis. Era su más fuerte apoyo después de Jungkook. No le molestaba la idea de ser el número dos en su vida, él amaba a Park, y era sabido que su relación sería una variante imposible, pero aún así, no dejó de amarlo en esos cuatro años, al contrario, su amor se incrementó. Él intentaba ser de lo más indiferente con sus sentimientos, debía olvidarlo, tenía que hacerlo y seguir adelante como su mejor amigo.
— ¡Vamos, anímate!—. Lo empujó levemente con una sonrisa en su rostro, juguetón.
— Mark Tuan, me vuelves a tocar y te patearé de aquí a la luna—. Entrecerró sus ojos viéndolo acusadoramente.
— No seas gruñón, tienes corazón de pollo, admítelo— le guiñó el ojo y el mayor hizo amague de querer golpearlo—. ¡No te juzgo, yo también tengo uno!
— ¿No deberías estar molestando a Jungkook con su despedida de soltero?—. Levantó sus cejas y cruzó sus brazos.
Se encontraban en el cuarto de Taeyong, sentados en la cama, mientras charlaban.
— Más tarde puedo hacerlo, debo dedicarte mi tiempo a ti, después de todo, yo haré que olvides a Park; te lo prometí—. Desvío su vista a un costado, rojo hasta las orejas.
— Y ya pasaron cuatro años, él se casará, y yo aún no lo olvido—. Suspiró y vio su guitarra junto a su escritorio. Hace bastante no la tocaba, quizá había perdido la práctica, o quizá no.
— Debes poner de tu parte para que yo tenga oportunidad, Lee—. Ouch, un golpe duro el que lo llamara por su apellido, eso indicaba que hablaba muy seriamente.
— Lo siento, lo sé, y te juro que hago lo que puedo. No eres tú...
— ¿Ahora dirás: "soy yo"? Tienes que darme la chance de enamorarte, sé que puedo. Así como tú has amado a Jimin durante años, yo te he amado a ti. Porque eres grandioso, un tanto engreído— rió por un segundo, logrando sacar el mismo efecto en el contrario—. Pero un ángel que merece mi amor, y yo lucharé por ti, no me rendiré y cumpliré mi promesa. Ya verás, lo olvidarás y seremos una muy feliz pareja.
— Te daré esa chance, olvidaré a Park y tú serás mi única prioridad. Hay que ser optimistas, ¿verdad? Pondré todo de mi para que esto funcione, porque te amo...—. Acarició su mejilla y la besó poniendo aún más rojo a Mark.
— Pero no más que a él— Taeyong miró sus blancas sábanas y él supo que había dado en el clavo. Tomó su mentón y levantó su mirada— No te preocupes, yo... nosotros nos encargaremos de eso, en serio, lo haremos, así que no debes deprimirte por eso. Somos más fuertes, y este es el primer obstáculo de muchos. Sí podemos con este, podemos con todos—. Le sonrió con dulzura y firmeza en su voz. Estaba decidido a enamorar a ese alfa de finas facciones, mandíbula marcada y ojos entre celestes y verdes; sin duda, hermosos.
— Es nuestra pequeña no tan pequeña promesa.
— Sí, amor mío, es nuestra pequeña no tan pequeña promesa—. Afirmó tomando sus mejillas y depositando un cálido y tierno beso en sus labios.
Tres meses después...
— ¡Taeyong, llegaremos tarde a la boda, debes apresurarte!—. Gritó desde el primer piso.
— ¡Ya, estoy listo!— corrió escaleras abajo y se acomodó sus cabellos en el transcurso—. ¿Cómo me veo?
Riendo y sonriendo enternecido por la imagen de un apurado chico de cabellos, ahora, negros, se acercó a acomodar su corbata.
— Te ves lindo, sexy y muy encantador— guiñó su ojo, molestando a su novio—. Me enamoras cada vez más.
— ¿Sabes? Estoy eufórico, realmente estamos cumpliendo nuestra promesa, estoy olvidando a Park, y créeme que si pudiera retroceder el tiempo y elegir a quién amar, te habría elegido a ti desde un inicio; pero esta es nuestra realidad y por ahora solo puedo dedicarte un te amo, que no tiene tanto valor en este instante, pero que en un futuro lo tendrá. Porque quiero que mis ojos te aprecien a ti y a nadie más. Ya no serás el número dos, solo dame más tiempo—. Apoyó su frente sobre la contraria y, aprovechando la cercanía, dejó un besito en la ruborizada nariz del de cabellos desteñidos, luciendo entre rubios y rosados claro.
— ¿Me amarás en su totalidad?
— Lo haré.
— Entonces te daré el tiempo que necesites, pero no tardes demasiado, ¿quieres? Ya deseo tenerte solo para mí, soy muy ambicioso y codicioso—. Sonrió, sintiendo la tranquila respiración del mayor y cerrando sus ojos en el proceso.
— ¿Quieres ir, o quieres quedarte conmigo acurrucado viendo películas?
— Debemos ir, son nuestros mejores amigos— lo abrazó con fuerza y lagrimeando un poco dijo—: Te amo.
— Yo igual, te amo.
Y así, partieron a la boda de Jeon y Park. Una ceremonia que estuvo bañada en amor y dulzura, embelesando a los presentes y dándole fuerzas a otros. Quizá, Mark no quería esperar, pero lo haría, porque en un futuro, quería ser él, el que estuviera en ese altar con un traje blanco y muy bien arreglado. Amaba a Taeyong, y, ahora mismo, estaban dando pasitos, pequeño y cortos, pero ahí estaban. No se rendiría por su amor, después de todo, sólo hay una vida y hay que luchar por lo que queremos.
Entrelazaron sus manos y, ambos, sonrieron al escuchar el: "Sí, acepto" de Jimin que era seguido por un: "Ahora pueden besarse", del obispo.
Así empezaba una historia para las dos parejas. Nadie dijo que sería sencillo, así que, sólo hay que esforzarse.
— Taeyong—. Susurró en su oído.
— ¿Sí?—. Contestó acercando su cabeza a la de su novio para oírse mejor.
— ¿Te casarás conmigo en un futuro?—. Era tímido, estaba observando otro punto sin querer dirigirle la mirada al de oscuros cabellos, porque temía su respuesta.
— Claro que sí, cariño.
Se volteó enseguida al escucharlo y sin importarle nada, lo besó. Todos gritaban por la feliz pareja de recién casados, mientras que ellos estaban en su burbuja, y estaban más que bien así.
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Beauté|Kookmin
RomanceEl amor de dos niños, crece y se vuelve algo puro, envidiable y maravilloso. Los demás, desean algo que no tienen y perjudican. ¿Pueden superarlo o se rendirán? ¿Qué tan resistentes serán sus "te amo"? ⇝ No resubir ni adaptar. ⇝ Contenido homosexua...