La Mafia.

2.

-¿Estás segura de esto?-me preguntó mi padre después de que le conté nuestro plan.-Es arriesgado, ese hospital va a estar llenos de policías.

-Si lo sé, Liam nos va a ayudar con eso.-le aseguré.-Sé que es arriesgado, pero es mi hermano y no lo voy a dejar solo.

-Y no lo vamos a hacer, sé que todo va a salir bien, ¿supongo que Liam se va a adelantar al hospital?-me preguntó y yo asentí con la cabeza.-Recuerda no traerlo aquí, yo iré a hablar con el gobernador, no quiero que Eric sea un fugitivo, tengo algo que puedo usar en contra del gobernador para que por fin dejen libre a Eric.

-Esta bien.-le dije con una leve sonrisa.-Solo queda esperar la llamada.

Estuvimos esperando alrededor de una hora cuando le entra una llamada a mi padre, él habla sereno y luego de un par de segundos cuelga.

-Listo, ya está en el hospital.-me dijo mientras se levantaba de la silla donde estaba.-Voy con el gobernador, suerte.

-Bien, chicos, no quiero ningún maldito error. ¡Vamos, es hora!-grité con voz dura, salimos de la casa y nos dividimos para irnos en dos camionetas, los 10 hombres llevaban pasamontañas, Riley y Sam iban vestidas de enfermeras, yo estaba vestida normal ya que yo solo voy de visita y por si acaso llevo en arma en mi espalda que cubro con mi chaqueta.

Llegamos al hospital, me bajé sola y entré corriendo hacia la recepción, solo en la sala de espera habían 8 oficiales.

-Mi nombre es Erin Falcone.-le dije llorando a la recepcionista.-Me-me dijeron que mi hermano está aquí.

-¿Cómo se llama su hermano?-me preguntó con una voz cantarina.

-Eric Falcone.-le respondí sollozando.

-Deme un momento.-me dijo levantándose de su silla y se fue. Después de unos segundos volvió con un policía.

-¿Usted es hermana del recluso Falcone?-me preguntó y yo asentí.-¿Y su padre?

-Él no pudo venir, está muy ocupado.-le respondí mientras secaba mis lágrimas.-¿Cómo está mi hermano?

-Venga.-me dijo el policía y comenzó a caminar, así que yo lo seguí.-Tuvo una pelea con otro recluso, terminó muy mal y está muy grave, por eso lo trajimos al hospital.-comenzó a contarme, mientras caminamos en el pasillo hay 5 policías, nos detuvimos frente a una puerta que tiene el número 5, habían 2 guardias custodiándola y uno de ellos es Liam. 

Nosotros entramos a la habitación, mi hermano estaba en la camilla con los ojos cerrados, tenía moretones en el rostro y algunas gasas cubriendo otras heridas.

-Tiene 10 minutos.-me dijo el policía y salió de la habitación.

-Hey, Eric...-susurré pero él no abrió los ojos, pasé mi mano por algunas de sus heridas.-¿Qué mierda hiciste? Mira como estás.

-Estoy bien, hermanita.-musitó mientras abría los ojos.

-Eric, ¿estás bien?-le pregunté preocupada.

-Estoy de maravilla, me da gusto verte.-me dijo con una sonrisa hermosa.-¿Está todo listo? ¿Saldremos de aquí?

-Claro que sí.-le dije, saqué mi celular y le mandé un mensaje a Sam.-Vendrán por nosotros en 5 minutos.

-¿Y papá?

-Él está hablando con el gobernador para que te liberen.-le dije con una sonrisa.

Pasaron 4 minutos, así que ayudé a Eric a que se levantara por que ya venían por nosotros, y justo se abrió la puerta, creí que iban a ser Riley y Sam pero no, entró el mismo policía que me trajo y con Liam. Oh, mierda.