39.

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-Entonces habla con él. Si él solo te quiere como diversión termina esa relación pero si él siente lo mismo que tú, es tu decisión si quieres seguir con él.-me dice con una sonrisa tranquilizadora.

-¿Cómo lo haces tú?

-Estoy enamorado de Erin, yo solo quiero protegerla de todos y quiero verla feliz.-me responde con una sonrisa.-No es tan difícil arriesgarme por ella.

-¿Seguiremos siendo amigos?-le pregunto.

-Mejores amigos.-me responde con una sonrisa, nos levantamos y nos abrazamos.-Sabes que siempre puedes contar conmigo.

-Lo mismo te digo.-le sonrío y aparece el sargento.

-Mañana lo trasladarán a la prisión federal.-nos anuncia.

-¿Y qué hay de los Falcone?-pregunto.

-No lo sé, siento que es venganza personal, porque no tiene sentido que trabaje para los Falcone pero que esté con los Morelli.-habla el sargento de brazos cruzados.-Ningún clan permitiría eso.

-Tal vez los Morelli le dijeron a Oscar que incriminara a los Falcone para vengarse.-le dice Nate.

-Eso es lo que yo creo, no les pondremos orden de captura pero los vigilaremos bien.-nos dice y nosotros asentimos.-Buen trabajo, Halstead.

-Erin me ayudó.-Nate se encoge de hombros.-Ella está cumpliendo con su parte del trato.

-Muy bien.-dice el sargento y luego se aleja.

-Voy a salir, ¿me cubres con Martin?-le pregunto a Nate.

-Claro que sí.-me dice y comienzo a alejarme de él.-¡Me cuentas luego cómo te fue!

Salgo de la estación, subo a mi auto y comienzo a manejar al bar donde siempre me encuentro con Eric. Entro al bar, Eric está de espaldas, sentado en una de las sillas de la barra y está conversando con una chica que está sentado a lado de él.

¿Que si me molesta? Sí. 

¿Estoy celosa? Tal vez.

-Vodka.-le pido a Marcos, él asiente, segundos después aparece y me entrega un vaso de vidrio con vodka. Eric nota mi presencia pero no hace nada, él sigue hablando con la chica, es muy linda, cabello largo castaño, ojos azules, con piernas largas envidiables, trae puesto un corto vestido de color azul marino.

Me estoy empezando a molestar, de un solo trago me tomo todo el vodka y me acerco a ellos.

-Lárgate.-le digo a la chica, ella me voltea a mirar. Me mira de pie a cabeza y me da una mirada desagradable, Eric mira divertido la escena.

-¿Disculpa, maldita perra?-me dice molesta, la sonrisa de Eric desaparece.

-Te ha dicho que te vayas.-le dice Eric y bebe de su vaso de tequila.

-¿Vas a defenderla?-le pregunta la chica indignada.

-Claro que sí.-le responde Eric sin mostrar una expresión.-Puedes irte.

-¡Agh!-suelta molesta la chica, pero se levanta y se va moviendo el trasero exageradamente.

¿Que si me ha encantado que me defienda? Claro que sí.

-¿Y eso qué fue?-me pregunta Eric con una linda sonrisa.

No me entiendo, hace un par de días, estaba enamorada de Nate, lloraba por él y ahora no puedo dejar de pensar en Eric, quiero verlo todo el tiempo y me molesta verlo con otras chicas.

-Quiero hablar contigo.-le respondo, le pido otro vaso de vodka a Marcos, segundos después me lo trae y rellena el vaso de Eric.

-Claro, dime.-me dice. 

Estoy nerviosa, ¿por qué? Tengo miedo que se burle de mí o me rechace.

-Eh...-no sé si decirle.-Eh, que Oscar Sánchez los traicionó.

¿Qué? No puedo decírselo.

-¿De qué hablas?-me pregunta y bebe un sorbo de tequila.

-En el interrogatorio, soltó la lengua para hacer un trato y los vendió a ustedes.-le respondo.

-Maldito imbécil.-suelta molesto.-¿Qué dijo?

-Que ustedes le compraban droga a él y él a veces a ustedes, que con el último que hizo negocios fue contigo porque Erin estaba en prisión.-le respondo.

-¿Nos pusieron orden de captura?

-No, solo los van a estar vigilando.-le digo y él asiente con la cabeza.

-¿Por qué me lo dices?-inquiere.

Ni yo lo sé. 

Me encogo de hombros y el ríe.

-¿De qué te ríes?

-¿Te estás empezando a preocupar por mí?-me pregunta con una gran sonrisa.

-Claro que no.-bebo mi vodka.

-Yo creo que sí.-me contradice.

-Piensa lo que quieras.-le digo, él se levanta, rodea mi cintura con su brazo y me jala hacia él, quedando a pocos centímetros. Él es mucho más alto que yo, así que tengo que inclinar mi cabeza hacia arriba.

-Me encanta que te preocupes por mí.-me susurra en el oído y muerde mi lóbulo. Mi piel se eriza, siento una corriente por todo mi cuerpo, con su mano derecha acaricia mi mejilla y cada vez se va acercando más a mi boca. Me toma con fuerza del cabello y une nuestros labios, suelto un gemido por la agresividad, el beso es pasional, mis brazos rodean su cuello. Sin importarle las pocas personas que se encuentran en el bar, pasa sus manos a mi trasero y me carga, mis piernas rodean su cintura y él comienza a caminar.

Entramos a una pequeña oficina, me sienta en el escritorio y comienza a quitarme la ropa mientras me besa el cuello. Lo hace como si me necesitara y me encanta.

Erin's Pov.

-Pero no les pusieron orden de captura.-me termina de contar Halstead.

-Espero que salga bien ese traslado, deben tener cuidado, puede que lo quieran rescatar.-le digo.

-Es lo más probable.-me dice.

-Joder.-suelto algo hastiada.

-Hey, tranquila. Todo va a estar bien.-me dice.

-No podemos parar el negocio.

-Erin, es muy peligroso. Pueden descubrirlos.

-Te digo que no podemos parar el negocio, tengo que hacer un pedido de AK-47.-le cuento.

-¿A quién les pides las armas?

-A los rusos.

-Esta bien, pero con mucho cuidado, Erin.-me dice en un tono fuerte.

-Sí, yo siempre ando con cuidado.-le digo sonriendo aunque él no pueda verme.

-¿Cómo sigues con tu ojo?

-Agh, sigue hinchado, aún no puedo ver bien.-le respondo y él suelta una risa.-¡Hey! No te rías. Solo espero que se me quite en dos días.

-¿Por qué?

-Recuerda la reunión de la mafia, no puedo ir así, toda golpeada.-le digo.

-Bueno, esperemos que para ese día ya se te quite el ojo hinchado.

-Sí, eso espero.

-Bueno, hermosa. Me tengo que ir, todavía tengo trabajo y no debería estar hablando por teléfono.

-Está bien, adiós, cuídate.-le digo para luego cerrar la llamada.

La Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora