37.

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Salgo de su departamento, me subo a mi auto y comienzo a manejar a casa. Cuando llego me encuentro con Riley en la sala, cuando me ve llegar me abraza primero y luego se espanta por mi aspecto.

-Dios.-suelta preocupada.

-Estoy bien.-le digo para que no se preocupara, ella ve el suéter que traigo y me da un sonrisa pícara.-Llama a los demás, papá quiere hablar con nosotros.

-Claro.-me dice, desaparece de mi vista y me siento en una de las sillas del comedor.

-Joder, ¿no puedes avisar que vas a desaparecer por toda la noche?-me pregunta Eric, él mira el suéter pero no me dice nada.

-Recuerda que ya soy una adulta, eh.-le digo.-Estoy bien.

-Se nota en tu rostro.-los tres se sientan en la mesa cerca de mí.-¿Dónde estabas?

-No molestes, papá quiere hablar con nosotros.-le digo, le marco a mi padre, contesta de inmediato y lo pongo en altavoz.

-¿Ya estás con tus hermanos?

-Sí, te están escuchando. ¿Qué pasa?

-Bien, sé dónde se están escondiendo los Morelli, tengo la dirección.

-¿Es enserio?-espeta Riley.

-Sí, Eric arma un grupo pequeño para que vayan con ustedes.

-Erin no va.-suelta mi hermano, yo lo miro incrédula.

-¿Por qué?-pregunta papá.

-Está hecha un desastre, tiene un ojo muy hinchado, te apuesto a que ni puede ver.-responde mi hermano.

-Bien, Erin no vas.-concuerda mi padre.

-¿¡Qué!? Estoy bien, quiero ir.-suelto molestándome.

-No vas, Erin. Te quedas en casa, estoy hablando enserio.-me dijo mi padre con su voz fuerte.

-Bien.-me rendí y miro molesta a mi hermano.

-Ninguna de las chicas va, solo tú Eric y con un grupo de hombres, te mando la dirección.

-Esta bien.-responde mi hermano y mis hermanas no protestan, saben que va a ser en vano.

-Mucho cuidado, atrapa a esos infelices.-suelta mi padre.

-Con mucho gusto.-dice mi hermano y luego cierra la llamada. Me llega un mensaje de mi padre, es la ubicación y yo se la mando a Eric.

Me levanto hacia la nevera, tomo una compresa fría que siempre guardo en el congelador y la pongo sobre mi ojo hinchado. Cuando vuelvo al comedor, Eric ya no está, solo Riley y Sam.

-Entonces, ¿nos vas a contar?-me pregunto Riley con una gran sonrisa.

-Lo hicimos.-les digo, ellas gritan de la emoción.-Me pidió ser su novia.

-Le dijiste que sí ¿verdad?-me pregunta Sam.

-Si.- les respondo con una gran sonrisa.

-Estoy tan feliz de verte con alguien.-me dijo Riley y Sam le da la razón.

-Él me hace feliz.-les digo y ellas vuelven a chillar de la emoción. Después de hablar un rato, voy a mi habitación y llamo a Halstead.

-Hola, ¿cómo estás?-le pregunto cuando me contesta.

-Ahora bien que escucho tu voz.-me dice y no puedo evitar sonreír.

-¿Estás en el trabajo?

La Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora