La Mafia.

5.

Erin's Pov.

Vuelvo a donde está Liam esperándome, Lindsay y su compañero ya no están así que supuse que están con el sospechoso. El detective Halstead es muy guapo, es más alto que yo, su cabello es de color café, unos ojos verdes muy lindos y tiene una ligera barba.

-Vamos pues.-le dije a Liam.

-Vamos a el restaurante de siempre.-me dijo y yo asentí con la cabeza. Es un restaurante que queda al lado del hospital. Llegamos, ordenamos nuestra comida y nos sentamos a esperar la comida.-¿Y cómo te está yendo?

-Pues bien, lo único malo es que casi me arrestan.-le dije con una sonrisa, él me miró incrédulo.-Pero, Lindsay llegó justo a tiempo.

-¿Y por qué te iban a arrestar?

-Por obstrucción en investigación policial.-le respondí con una leve sonrisa, justo llegaron los meseros con nuestra comida y yo le agradecí.

-Tienes de dejar de ser impulsiva.-me dijo mientras comenzaba a comer.

-Sabes que no puedo evitarlo.-le respondí encogiéndome de hombros.

-Bueno.

-¿Y cuándo vuelves?-le pregunté, él me mostró una hermosa sonrisa.

-No lo sé, amor.-me respondió haciendo un puchero con sus labios.-Pero sabes que haré todo lo posible para volver a verte.

-Lo sé, amor. Por eso te amo.-le dije con una gran sonrisa.

-Yo te amo más.-me respondió tomando mi mano y dejando un beso en ella.

Ya regresamos al hospital, ya que ya se acabó mi descanso.

-Me voy, amor. Me llamas cualquier cosa.-me dijo y me dio un delicado beso en los labios.-Te amo.

-Yo también te amo.-le dije con una sonrisa.-Adiós.-le dije para luego verlo salir del hospital.

-Erin, el doctor Lou te necesita.-me dijo una enfermera y la seguí a trauma 2.

Son las 9:00 de la noche, estoy súper cansada, solo quiero llegar a casa y dormir. Voy de salida del hospital y me encuentro a Lindsay y a Halstead en la sala de espera.

-Pensé que ya se habían ido.-les dije acercándome a ellos.

-Si, pero volvimos para hacerles unas preguntas al sospechoso.-me respondió Lindsay.

-¿Ya vas de salida?-me preguntó Halstead.

-Si, estoy súper cansada, así que me despido.-les dije.-Suerte con el caso.

-Descansa.-se despidió Halstead.

Comencé a caminar hacia el estacionamiento en donde está mi auto, me subo, me recuesto en el timón en un profundo silencio y es cuando lo escucho.

Tic tic tic...

Me acomodo en el asiento, para ver si ese sonido es parte de mi imaginación, por un momento pienso que es mi reloj de mano pero no es así, oh mierda... Salgo del auto rápido y un par de segundos después que salgo del auto, el auto explota, sentí el calor de la explosión en mi espalda, me dio un gran empujón que me dejó en el suelo y pronto mis ojos comenzaron a cerrarse sin mi permiso.

Mis ojos se abren lentamente, y parpadeo un par de veces para acostumbrarme a la luz.

-¿Dónde estoy?-musité.

-Estás en el hospital.-respondió una voz masculina, él se puso frente de mí pero lo veía un poco borroso.

-¿Por qué?-pregunté, parpadeé un par de veces para aclarar mi vista.