24.

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Halstead's Pov.

-Ese trato que hiciste con el juez para que liberaran a Erin no me agrada para nada.-soltó molesta Kate.

Ella y yo terminamos hace un mes, estuvimos juntos 6 meses pero ella terminó conmigo, porque según ella le prestaba más atención a Erin que a ella. Tal vez tenía razón. Kate me gusta, es hermosa y todo, pero con Erin es diferente, no lo sé. A pesar que terminamos, seguimos siendo amigos, ella estaba molesta al principio pero luego comenzamos a hablar y quedamos en buenos términos o por lo menos, eso creo yo.

-¿Por qué?-le pregunté y me crucé de brazos.

-Ella es una narcotraficante, siempre lo será.-me recalcó.-Es mentira que ella va a dejar el negocio, ella va a seguir pasando drogas, armas, y lavando dinero.

-No, no lo va a hacer.-le aseguré.

-Estás tragado por ella.-bufó.-¡Eres policía, Nate! ¡Ella es una criminal!

-¿Volveremos a eso?-le pregunté hastiado.

-Siempre lo haremos, en cualquier tema estará ella, ¡creí que tú y yo éramos felices juntos!-soltó molesta y triste a la vez.-Ella te ignoraba por completo, ella estaba en duelo y tú, detrás de ella, consolándola. Yo te amaba, Nate.

-Kate...

-No, ¿sabes qué? Estoy harta, siempre todo se resume a ella, lárgate con ella a ver como vas a terminar.-soltó molesta y se salió de la estación.

Lindsay's Pov.

Salgo de la estación furiosa, me subo a mi auto y comienzo a manejar al bar al que siempre voy. Llegué, me senté en una silla de la barra y le pedí al barman Vodka, no puedo dejar de pensar en Nate, pensé que lo de nosotros iba a durar, ya llevábamos varios meses juntos y fueron increíbles. Maldita Erin, ¡agh! Sé que tampoco debería culparla a ella pero estoy molesta.

Necesito olvidarme de Nate.

-Vaya, no sabía que las chicas buenas como tú, venían a estos bares.-escucho y a un lado mío aparece un chico muy atractivo, Eric Falcone.-Detective Lindsay.

-Soy todo menos una chica buena, Eric Falcone.-de un solo trago me tomo todo el vodka del vaso, Eric suelta una pequeña risa.

-Marcos, tequila.-le dice al barman con una sonrisa, vengo mucho a este bar y no sabía que el barman se llamaba Marcos.-Entonces, ¿qué haces aquí, Lindsay? Es temprano para beber.

-Lo mismo digo.-le digo cuando Marcos le da su vaso con tequila.

-Problemas familiares.-me responde encogiéndose de hombros y de un solo trago se bebe todo el tequila.-¿Y tú?

-Problemas amorosos.-le respondo de mala gana, Marcos se acerca para servir nuevamente nuestros vasos.

-Ah, problemas con Halstead.-me dice con una gran sonrisa.

Él siempre me ha parecido atractivo y con buen cuerpo, por Dios a la que no le guste Eric Falcone está ciega. Ahora mismo el bar no está lleno, hay pocas personas y las chicas que están, no dejan de ver a Eric.

-Ya no estoy con él.-me encogo de hombros restándole importancia.

-Eso está bien.-sonríe.-Eres guapa puedes estar con quien quieras.

-Vaya, gracias.-le digo ladeando la cabeza.-¿Y qué problemas podría tener la familia perfecta?

-Já.-suelta una risa sin humor, le da un sorbo a su tequila.-Mi familia no es perfecta.

-Es lo que se decía.-le digo sonriendo.

-Pero no es así.-me dice y termina de un solo trago el resto de su tequila.

-Por donde pasen los Falcone siempre serán el centro de atención.-le digo y bebo mi vodka, Marcos vuelve a llenar nuestros vasos.-Quien iba a creer que son unos criminales.

Él esboza una sonrisa orgullosa y se encoge de hombros.

-¿Qué se siente?-le pregunto acercándome a él.

-¿Qué cosa?

-Ser un narcotraficante.-digo.

-Lo mismo que se siente ser policía o presidente.-sonríe.

-¿Disculpa?

-Sí, te sientes con poder.-respondió con simpleza y bebió todo su vaso de tequila.

-Es diferente.-solté.

-Sí, que nosotros tenemos más poder.-me guiña el ojo.

-Ustedes asesinan personas...

-Ustedes también.

-No sé para que sigo hablando contigo sobre eso, ustedes no comprenden lo malo que es ser narcotraficante, son criminales.-bebo mi vodka, ya está haciendo efecto.

-Lo tenemos claro.-me dice y me mira a los ojos.-Tenemos muy claro la mierda que es ser un criminal.

-¿Y por qué lo sigues haciendo?-él suelta una carcajada.

-¿Te preocupas por mí, acaso?-ruedo los ojos molesta, me levanto para irme pero él me agarra del brazo, choco con su pecho y noto que estamos demasiado cerca.

-No te enojes, linda.-me dice, me aparto bruscamente de él y vuelvo a sentarme a su lado.

-¿Qué tienen? Creo que por ser criminales llaman más la atención de las mujeres.-suelto hastiada y le doy una corta mirada a todas las mujeres que miran a Eric.

-Les excita lo prohibido.-suelta con una sonrisa.-¿A ti no te excita lo prohibido?

Él espera mi respuesta pero lo ignoro. Tal vez tiene razón.

-¿Vas a ignorarme?-ríe.

-Tal vez tienes razón, nos gusta la adrenalina de lo prohibido.-le digo sonriendo.-Entonces, ¿ustedes sienten lo mismo con los policías?

Él se encoge de hombros.-Sí, a veces.

-¿Y ahora?-le pregunto acercándome a él, él alza sus cejas en forma de asombro pero no responde. Tal vez el vodka me está afectando más de lo pensé.-¿No te excito?

-Eh-eh s-sí.-tartamudea mirando mi cuerpo. 

Vaya nunca pensé escuchar a Eric Falcone tartamudear, yo suelto una risita que es silenciada al segundo por los labios de Eric y sin dudarlo le respondo el beso.

¿Qué estoy haciendo?

Definitivamente es el trago. Sin dejar de besarnos, lo jalo para que me siga, llegamos al baño de chicas, estaba vacío así que él cerró la puerta principal con seguro. Pasó sus manos por mi trasero, me cargó y me sentó en el espacio de los lavamanos. Él siguió besándome con intensidad, tiene razón con que a las chicas nos excita lo prohibido, comencé a quitarle el suéter y él hizo lo mismo con mi suéter.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto?-me preguntó, vaya que caballeroso.

-Sí.-le digo, tal vez me arrepienta luego, pero ahora mismo lo estoy disfrutando.

Él vuelve a besarme, me comienza a quitar el pantalón y quedo en ropa interior. Jalo su cabello, él gime y hace que me excite más, desabrocho su pantalón y los bajo junto a su bóxer, sale una gran erección que me excita mucho más.

La Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora