-¿De qué quieres hablar?-le pregunté.
-Sobre nosotros...
-Enserio, amor. No tengo nada con Halstead, él no me interesa, tú eres el único.-me respondió.
-No es sobre eso.-le dije, ella me miró con el ceño fruncido.
-Ni se te ocurra terminarme ahora.-me señaló con su dedo y yo solté una risita.
-Claro que no, yo te amo.-le dije.
-Amor, ¿no podemos hablar de esto después? Tengo muchas cosas en mi cabeza, hablaremos de esto después, ¿si? Cuando vuelva todo a la normalidad...
-Nuestra vida nunca va a ser normal.-le dije.
-Bueno, cuando deje de seguirnos la policía, ahorita mismo tengo muchas preocupaciones.-me dijo sobando su cabeza.
Tiene razón, tal vez no es un buen momento.
-Esta bien, pero te digo desde ya que la próxima vez que venga te invito a comer y hablaremos, ¿si?-le pregunté con una sonrisa.
-Claro que sí, amor.-me dijo y me dio un beso delicado.
-¿Qué tal si vamos a dormir?, debes estar muy cansada.-le dije sonriendo.
-Vamos a bañarnos, estoy llena de polvo y humo.-me sonrió.
-Vamos pues.-le dije mientras me quitaba mi ropa.
***
Son las 5:30 de la mañana, ya tengo el uniforme puesto porque voy directo a trabajar.
-¿Ya te vas, amor?-balbuceó Erin mientras se levantaba de la cama.
-Si, ya me voy.-le respondí.
-Espera.-me dijo y caminó hacia el baño. Después de un par de minutos salió.-Me avisas cuando llegas al trabajo.-sentí su aliento a pasta dental y tenía su rostro húmedo.
-Esta bien.-le respondí mientras le rodeaba la cintura con mis brazos.-Te llamo a las 11 de la noche y hablamos.
-Espero la llamada, cuídate por favor.-me hizo un puchero.
-Lo mismo digo, Erin. Cuídate mucho, no quiero perderte.
-Nos prometimos algo, tú no me puedes abandonar en esta pesadilla, te necesito en mi vida, sin ti mi mundo se caería.-me dijo en un tono triste.
-Prométeme que si me llega a pasar algo, seguirás tu vida.-le dije con el mismo tono de voz.
-No...
-Erin, yo haré todo lo posible para seguir contigo, pero hay veces que no podemos huir de la muerte.-le dije y ella apoyó su cabeza en mi pecho.
-Lo sé.-sobé su cabello.
-Prométemelo.-le dije.
-Te lo prometo...o por lo menos lo intentaré.-me dijo y despegó su cabeza de mi pecho para mirarme con esos hermosos ojos verdes que tanto amo.
-Te amo.-le dije y le di un beso en los labios.
-Yo también te amo.-me respondió con una sonrisa.-Te acompaño a la puerta.
-Esta bien.-le dije, tomé mis llaves, mi celular y mi cartera, la caja donde estaba el anillo ya la tenía en el bolsillo. Bajamos a la sala, salí de la casa y Erin se quedó en la puerta.-Nos vemos pronto.
-Claro que sí.-me dijo con una gran sonrisa, me subí a mi auto y comencé a manejar hacia Atlanta.
Ya había llegado al Departamento de policía de Atlanta y antes de entrar le mandé un mensaje a Erin diciéndole que ya había llegado. Entro a la estación y me encuentro con mi jefe.
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La Mafia.
ActionDos familias... Un territorio... Una guerra... Una historia llena de acción, romance y muerte.