16.

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-¿De qué quieres hablar?-le pregunté.

-Sobre nosotros...

-Enserio, amor. No tengo nada con Halstead, él no me interesa, tú eres el único.-me respondió.

-No es sobre eso.-le dije, ella me miró con el ceño fruncido.

-Ni se te ocurra terminarme ahora.-me señaló con su dedo y yo solté una risita.

-Claro que no, yo te amo.-le dije.

-Amor, ¿no podemos hablar de esto después? Tengo muchas cosas en mi cabeza, hablaremos de esto después, ¿si? Cuando vuelva todo a la normalidad...

-Nuestra vida nunca va a ser normal.-le dije.

-Bueno, cuando deje de seguirnos la policía, ahorita mismo tengo muchas preocupaciones.-me dijo sobando su cabeza. 

Tiene razón, tal vez no es un buen momento.

-Esta bien, pero te digo desde ya que la próxima vez que venga te invito a comer y hablaremos, ¿si?-le pregunté con una sonrisa.

-Claro que sí, amor.-me dijo y me dio un beso delicado.

-¿Qué tal si vamos a dormir?, debes estar muy cansada.-le dije sonriendo.

-Vamos a bañarnos, estoy llena de polvo y humo.-me sonrió.

-Vamos pues.-le dije mientras me quitaba mi ropa.

***

Son las 5:30 de la mañana, ya tengo el uniforme puesto porque voy directo a trabajar.

-¿Ya te vas, amor?-balbuceó Erin mientras se levantaba de la cama.

-Si, ya me voy.-le respondí.

-Espera.-me dijo y caminó hacia el baño. Después de un par de minutos salió.-Me avisas cuando llegas al trabajo.-sentí su aliento a pasta dental y tenía su rostro húmedo.

-Esta bien.-le respondí mientras le rodeaba la cintura con mis brazos.-Te llamo a las 11 de la noche y hablamos.

-Espero la llamada, cuídate por favor.-me hizo un puchero.

-Lo mismo digo, Erin. Cuídate mucho, no quiero perderte.

-Nos prometimos algo, tú no me puedes abandonar en esta pesadilla, te necesito en mi vida, sin ti mi mundo se caería.-me dijo en un tono triste.

-Prométeme que si me llega a pasar algo, seguirás tu vida.-le dije con el mismo tono de voz.

-No...

-Erin, yo haré todo lo posible para seguir contigo, pero hay veces que no podemos huir de la muerte.-le dije y ella apoyó su cabeza en mi pecho.

-Lo sé.-sobé su cabello.

-Prométemelo.-le dije.

-Te lo prometo...o por lo menos lo intentaré.-me dijo y despegó su cabeza de mi pecho para mirarme con esos hermosos ojos verdes que tanto amo.

-Te amo.-le dije y le di un beso en los labios.

-Yo también te amo.-me respondió con una sonrisa.-Te acompaño a la puerta.

-Esta bien.-le dije, tomé mis llaves, mi celular y mi cartera, la caja donde estaba el anillo ya la tenía en el bolsillo. Bajamos a la sala, salí de la casa y Erin se quedó en la puerta.-Nos vemos pronto.

-Claro que sí.-me dijo con una gran sonrisa, me subí a mi auto y comencé a manejar hacia Atlanta.

Ya había llegado al Departamento de policía de Atlanta y antes de entrar le mandé un mensaje a Erin diciéndole que ya había llegado. Entro a la estación y me encuentro con mi jefe.

La Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora