40.

1.1K 60 9
                                    

Un nuevo día, me levanto de la cama y voy directo al baño. La hinchazón en mi ojo ha disminuido bastante, al igual que los moretones en mi rostro, lavo mi cara, hago mis necesidades y me doy una ducha.
Hoy no pienso salir así que me pongo un jeans negro, un suéter de Eric que me queda súper grande, mis Converse negras y me recogo el cabello en una coleta alta.
Bajo a la cocina para preparar mi desayuno, después de prepararlo, voy a la sala, enciendo la televisión y me dispongo a ver Friends mientras como.

Después de como 2 horas aparece mi padre.

-¿De dónde vienes?-le pregunto.

-Del trabajo, ¿de dónde más?-ríe.

-¿Y por qué vienes a esta hora?-le digo mirando la hora en mi teléfono. 

-Porque lo que me falta puedo terminarlo aquí en casa.-me responde mientras camina a la cocina.-¿No quieres que esté aquí?

-No es eso.-me apresuro a decirle.-Tengo que hablar contigo.

-Claro, pequeña.-me dice mientras aparece en mi campo de vista con una taza de café.

-¿Podemos ir a tu oficina?-le pregunto nerviosa.

-¿Es importante?

-Sí.-le digo, él asiente con la cabeza, comienza a caminar y yo lo sigo.

-Cuéntame pues.-me dice cuando llegamos a su oficina, él se sienta  en la silla detrás del escritorio y yo me siento frente a él.

-Tengo que ser directa.-él asiente con la cabeza.-Estoy en una relación con Halstead.-casi se ahoga con su café, alza las cejas sin poder créemelo.

-Estás bromeando.-rió pero al ver que yo no me estoy riendo, se pone serio.-¿Es enserio, Erin?

-Sí, papá.-le respondo, él pasa sus manos repetidas veces por su rostro.

-¿Por qué policías? Qué tienes con los policías?-pregunta un poco alterado pero a la vez riendo.

-Lo siento.-me apresuro a decirle.

-No no, pequeña. No tienes porqué disculparte.-me dice con una sonrisa.-¿Te gusta mucho?

-Sí, muchísimo me atrevo a decir.-le digo sonriendo.-No había sentido esto desde hace mucho tiempo.

-Entonces no se diga más, yo quiero verte feliz y si él te hace feliz para mí es más que suficiente.-me dice sonriendo.

-Pero ¿y las demás familias?-le pregunto.

-Tú no te preocupes, yo hablaré.-me dice.-Solo quiero que seas feliz y si él te lastima lo mato.

-Te amo, papá.-le digo mientras me levanto de la silla y me acerco para abrazarlo.

-Yo te amo más, pequeña.-me dice y me devuelve el abrazo.-Espero que lo invites un día de estos a cenar.

-Si me prometes que no lo vas a matar, lo haré.-bromeo mientras me separo de él.

-Lo intentaré.-me dice riendo.

-Esta bien, papá.-sonríe.-Te dejaré para que sigas trabajando.

-Claro, pequeña.-me dice, antes de salir me detengo en la puerta y lo miro.

A ese hombre lo amo con toda mi vida, yo daría mi vida por él y sé que él la daría por nosotros, es muy trabajador pero siempre está presente en nuestras vidas y nos apoya. No quiero que nada malo le pase, sé que podré vivir sin él, al principio sufriré demasiado pero sé que al final me levantaré y seguiré adelante, es lo que él me enseñó. Sé que podré hacerlo pero no quiero hacerlo, no quiero levantarme y no ver a mi padre en la cocina tomando café, no quiero pasar un cumpleaños sin él, no quiero que él se vaya. Él nunca me abandonó, me amó, me cuidó y me apoyó siempre. Es el mejor padre del mundo y no quiero perderlo.

-¿Pasa algo?-me pregunta cuando ve que estoy a punto de llorar.

-Todo está bien, te amo papá.-le digo y salgo de su oficina.

Mis lágrimas comienzan a salir, tengo mucho miedo, no quiero perder a nadie más por esta maldita guerra.

Mi teléfono comienza a sonar y veo el nombre de Sammy en la pantalla.

-Dime.-digo cuando contesto y limpio mis lágrimas.

-Quería decirte que ya están trabajando en la casa.

-Está bien. ¿Son de confianza?

-Sí, son los mismos que siempre llamamos.

-Está bien, ven a Nashville y trae el resto del dinero.

-Eh, sí, está bien. Voy a tomar el próximo vuelo.

-Esta bien, estamos en Madison.-le digo y cierro la llamada.

Camino a mi habitación, entro y me tiro en la cama.

***

-¡Chicas, ya es hora de irnos!-grita papá desde el primer piso.

-¡Ya vamos!-grita Riley para que la escuche.

Ya es hora de irnos a la reunión, las tres llevamos vestidos largos del mismo color, rojo vino, pero diferentes estilos, llevamos el cabello suelto y tacones cremas. Nos maquillamos un poco y llevamos bolsos de mano. Salimos de mi habitación y llegamos a la sala donde está mi padre y Eric.

-Dios, siempre me sorprende lo hermosas que son mis hijas.-suelta mi padre con una gran sonrisa.

Mi padre lleva un traje azul marino, corbata negra y zapatos negros. Eric lleva un traje negro, corbata de lazo negro y zapatos negros. Se ven increíblemente bien.

-Gracias.-soltamos las tres al unísono.

-Bueno, vamos.-suelta Eric y comenzamos a caminar hacia la camioneta.-Sammy quedas a cargo.-Sammy llegó hace un par de horas.

-Si, jefe.-le dice Sammy a Eric.

Llegamos al salón principal de Nashville, donde siempre se organizan las reuniones, no hay nadie afuera, solo 3 guardias que cuidan la puerta. Al vernos, nos abren la puerta, nosotros entramos y todos nos miran.

El lugar está decorado muy bien, se ve muy lujoso y todas las personas están con ropa formal. Los hombres con lujosos trajes y relojes, las mujeres con costosos vestidos y joyas colgando de sus cuerpos. Están todas las Familias, cada uno de sus miembros, puedo ver a los Morelli a lo lejos.

Antes a estas reuniones solo venían los jefes de cada Familia, pero luego permitieron que los demás miembros asistieran a la reunión y ahora es obligatorio que todos asistan. Nos acercamos a cada mesa para saludar a las familias. Luego de eso nos sentamos en nuestra respectiva mesa, menos mi padre porque está conversando con los jefes.

-Jess y Sofía nos están matando con la mirada.-dice Eric, me volteo y es cierto.

-Para lo que me importa.-suelto.

-Y ahora vienen para acá.-dice Riley, todos nos levantamos y quedamos frente a frente con Jessica y Sofía.

-¿Ahora qué quieren?-les pregunto hastiada.

-¿Fueron ustedes los que nos atacaron en la hacienda?-pregunta Sofía.

-No sé de que estás hablando.-le respondo.

-¡Sí lo sabes, no mientas!-suelta molesta Jessica.

-Nosotros no fuimos, no busquen pelea donde no la hay.-le dice Sam.

-¿Y entonces quiénes fueron? ¿Ah?-pregunta Jessica, ahora toda la atención está puesta sobre nosotros.

-No lo sé, no me interesa, eso se lo buscan ustedes, nosotros no somos sus únicos enemigos.-les digo.

-Fueron ustedes.-vuelve a decir Sofía.

-Joder.-suelto.

-Esto no puede seguir así.-Sofía grita al aire.-Los Falcone tienen muchos beneficios y ninguna consecuencia porque el Capo di tutti capi es el Don de su familia, ellos rompen las malditas reglas sin ningún problema, no pagan por su incumplimiento.-les dice a las demás familias, ellos comienzan a susurrar, están tratando de ponerlos en nuestra contra.

-Los Falcone nos atacan, nos roban cargamentos, mata a miembros de nuestras familias y andan con personas que no deben.-ésta vez habla Jessica.-¡Ellos se creen los reyes de la mafia y no lo son!



La Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora