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Halstead's Pov.

-¡No, déjame!-escucho los gritos de Erin y me duele. Comienzo a forcejear pero no sirve de nada, no podré quitarme las cadenas a menos que tenga las llaves.

-Joder.-suelto molesto.-Tenemos que hacer algo.

-Te apoyo en lo que sea.-me dice Ernesto.-Pero no tenemos nada en mente.

Escucho los llantos de Erin. Voy a matar a Diego.

-Prométeme que vas a matar al maldito que está lastimando a mi hija.-me dice Ernesto, está sufriendo, pero quiere mostrarse fuerte.

-Lo prometo.-le digo determinado.-Y si no lo hago yo, sé que lo hará ella.

Escuchamos unos disparos afuera, los hombres se alertaron, de la nada entraron varias personas disparando. Todos estaban encapuchados y llevaban un pañuelo que tapaban su nariz y boca, solo se podían ver sus ojos. Una chica caminó hacia nosotros, se detuvo frente a nosotros y se bajó el pañuelo.

-Riley...-titubeó Eric.

-Es hora de irnos.-nos dice, le dispara a las cadenas para que se suelten. Cuando somos libres nos da una arma a cada uno.

-Todos están muertos.-aparece una chica y reconozco la voz.

-¿Amor?-pregunta Eric, ella se baja el pañuelo y le da un fuerte abrazo a Eric.

-Dios, ¿están bien?-nos pregunta Kate, nosotros asentimos.

-Erin.-digo y comienzo a caminar hacia donde se la llevó Diego, abro una puerta entrando a una habitación, solo hay una cama y sobre ella está Erin, desnuda. Tiene sus piernas recogidas en el pecho y las abraza con sus brazos, está mirando a la nada.-Erin...

Me quito la chaqueta que llevo puesta y se la pongo a ella, está temblando. Escucho que alguien entra así que alzo mi mirada y me encuentro a Ernesto, mira a Erin con miedo y preocupación. Solo me da una corta mirada antes de que salga de la habitación. Mi atención vuelve a Erin, la cargo y comienzo a caminar hacia la camioneta en donde vino Riley.

-Axel está en la sala, para que la revise.-me dice Riley cuando llegamos a la casa, yo asiento con la cabeza y entro a la casa.

-Déjala aquí.-me dice Axel, la dejo en el sofá, se ve tan delicada. Miro a Axel con ganas de llorar, él se acerca y me abraza.-Lo siento tanto.

-Revísala, por favor.-le pido, él asiente con la cabeza y comienza con su trabajo.

-Diego nos dijo que estabas muerta.-le dice Ernesto a Riley cuando llegamos a la cocina.

-Por poco, pero Isaac llegó y llamó a Axel.-nos dice.-Un minuto más y no estaría aquí. Hablamos con Andrey para pensar en un plan para rescatarlos, sentimos mucho por haber demorado.

-No te preocupes.-le dice Ernesto y la abraza.-Me alegra mucho que estés viva.

-¿Qué le hicieron?-aparece Sam mirando a Erin.

-Ese maldito bastardo la golpeó muchas veces, la cortó y la...-la voz de Ernesto se quebró.-La violó.

-Maldito...-suelta Riley con tristeza.-Ella podrá con esto.

-Eso espero.-dice su hermano.-Me dolía verla sufrir, Diego es un bastardo. Sufrió demasiado.

-¿Y las pruebas?-pregunto.

-Aún las tiene Andrey, ellos intentaron buscarlas, pero no lo lograron.-me responde Sam, supongo que por eso están un poco golpeadas.

-Ella va a estar bien.-aparece Axel.-Ahora mismo está muy delicada, es normal el shock, la ansiedad y pesadillas, pero va a estar bien, solo tienen que darle tiempo. Le dan estos medicamentos, y cada tiempo le cambian los vendajes de las heridas.-nos dice y le da un papel a Sam donde supongo que están los nombres de los medicamentos.-Yo voy a ir a comprar los medicamentos, ahí esta el horario en el que tienen que dárselas.

-Esta bien, gracias.-le dice Eric.

-Pero tiene que tomar los medicamentos para la ansiedad, no puede dejarlos cuando ella quiera.-nos dice preocupado Axel, todos asienten con la cabeza.-Y no la dejen sola, en ningún momento. Iré a comprar los medicamentos, ya vengo.

-Voy a llevarla al baño, para que se dé una ducha.-digo, por un momento pienso que Ernesto me va a decir que no pero él asiente con la cabeza. Camino a la sala, Erin está inmóvil en el sofá, la cargo y la llevo a la bañera de su baño. 

La dejo en la bañera con la esponja a un lado, me quito la ropa para meterme en la bañera con ella, cuando vuelvo ella está restregándose el cuerpo con la esponja, me meto en la bañera y ella sigue en lo suyo. Comenzó a restregarse con demasiada fuerza, mientras se le salían las lágrimas, traté de quitarle la esponja pero ella seguía.

-Estoy sucia.-dijo con la voz quebrada.-Estoy sucia.

-Shhh...tranquila...respira.-le digo tratando de calmarla, ella alza su cabeza, sus ojos encontrándose con los míos. Juro que puedo ver sus ojos más oscuros.

Ella se acerca a mí, la volteo para que su espalda quede en mi pecho y la abrazo. Ella no hace nada para apartarme así que me quedo así y suavemente paso la esponja por su cuerpo, ahora mismo siento su piel como de porcelana y tengo miedo de romperla. Puedo ver moretones y cortadas y me duele. Siento su cuerpo relajarse.

-Estoy cansada.-susurra.

-Ahorita vamos a dormir.-le digo acariciando su cabello.

-Estoy cansada...de tanto dolor.-susurra, por poco y no la escucho.-De tanto sufrimiento...estoy cansada hasta de respirar.

-Todo estará bien.-le digo dejando un beso en su cabello mojado.-Estoy aquí y respiraré por ti las veces que sea necesario.

Cuando termino, la envuelvo en una toalla blanca y la dejo sentada en su cama. Me pongo mi ropa y busco ropa cómoda para Erin. Me decido por un jogger gris y un suéter manga larga negro, camino hacia ella, ella no me mira solo agarra con fuerza la toalla, con mucho cuidado comienzo a vestirla.

Alguien toca la puerta.-Pasa.

-Hey.-es Axel.-Aquí están los medicamentos, para que se los des.

Me dice entregándome 5 pastillas y un vaso de agua, como puedo hago que se tome las pastillas, salgo de la habitación con Axel pero me apoyo en el marco de la puerta para no perderla de vista.

-¿Por qué no me dijiste que trabajabas con ellos?-le pregunto a Axel sin dejar de mirar a Erin, se ve tan delicada.

-¿Acaso se te olvida que ellos son criminales y tú eres un policía?-me pregunta retóricamente.

-Nunca te metería a prisión.-le digo mirándolo.

-Tal vez lo sé, solo tenía miedo.-me dice.

-¿Cómo los conociste?

-No de una manera tan agradable, ellos me secuestraron.-soltó una risa.-Necesitaban a un doctor y hace 4 años Erin aún no era doctora. Después de eso me encontraba en todos lados a Erin, al final establecimos una buena amistad.

-Vaya.-suelto con una sonrisa y vuelvo a mirar a Erin.

-¿Cómo vas con ella?-me pregunta.-Ella tiene muchos problemas.

-Sí, lo sé. Vive en un infierno, pero ella es fuerte y es lo que más amo de ella. Pronto se recuperará.-sonrío.-¿Hace cuánto la medicas?

-Desde que la conozco, 2 semanas después que nos conocimos, ella tuvo un ataque de pánico muy fuerte y su padre me llamó. Desde entonces la medico aunque claro, muchas veces ha dejado los medicamentos.-me dice.

-¿Desde cuándo?-le pregunto, él sabía a qué me refería.

-Desde los 9 años.-me responde. Erin ha sufrido tanto, desde muy pequeña ha pasado por esto.-¿Estás seguro de involucrarte con ella?

-Muy seguro.-lo miro a los ojos puedo ver un poco de tristeza en ellos.-Enserio la amo, no me importa sus ataques de pánico, su agresividad, sus negocios o la sangre que lleva en sus manos. Yo la amo, quiero estar con ella, quiero verla feliz y quiero protegerla.

-Ella es afortunada de tenerte, le haces bien.-me dice dándome una palmada en el hombro.

-Todo lo contrario.-le digo con una sonrisa.

-Estás loco por ella.-ríe.-Me tengo que ir, me llamas cualquier cosa.

Comienza a alejarse, vuelvo a entrar a la habitación y me acuesto con Erin en la cama.

La Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora