La Mafia.

6.

-Sono contento che tu sia ancora viva. (Me alegro que sigas viva).-habló una voz femenina en italiano, me volteé y aparecieron 2 chicas y un chico. 

-Non essere un ipocrita, Sofía.(No seas hipócrita, Sofía.)-le dije en italiano con una falsa sonrisa. 

-Veo que trajiste a tus perras y a tu sexy hermano.-habló ésta vez su hermana, Jessica.

-Lo mismo digo con tu perrito faldero.-le dije señalando a Isaac.

-Siempre se me olvida que él antes era tu perrito faldero.-dijo Sofía mostrando una sonrisa.

-Eso ya no me interesa.-les dije.-Fueron ustedes las que pusieron la bomba en mi auto, ¿verdad?

-¿Para qué me mentirte? Claro que fuimos nosotros.-respondió Sofía. Ella tiene 26 años, es del mismo tamaño que su hermana, pero ambas son más altas que yo, trae su cabello ondulado suelto, su ojos cafés me miran desafiantes, trae puesto una camisa crema, un jeans negro y tacones negros y no olvidemos lo que la caracteriza, los labios pintados de rojo, muy pocas veces no tiene los labios rojos.

-No me sorprende.-dijo Riley.-Ustedes atacan cuando les pica el culo.

-Claro, ¿dónde está la diversión de la rivalidad si no?-respondió Jessica sonriendo mostrando como se le forman hoyuelos en sus mejillas, ella tiene 25 años, tiene el mismo cabello y ojos de color café de su hermana, trae puesto una camisa negra, un pantalón de tela negro y tacones de color crema, sus carnosos labios no están pintados y lo que la caracteriza a ella son los guantes, siempre trae guantes negros o rojo vino de cuero, o sino una dactilera en su mano derecha, que es un protector de cuero que cubre los dedos índice, anular y medio que normalmente usan los arqueros y yo no, los uso muy pocas veces. Ah si, ella también es arquera, como yo, su principal arma es el arco. Es un milagro si no trae guantes. Ésta vez trae guantes negros, en su mano izquierda trae su arco y en su espalda su aljaba.

-Están buscando una guerra.-les dije con una leve sonrisa.

-Oh cariño, ya estamos en guerra.-respondió Jessica.-Los Morelli y los Falcone no cabemos aquí, solo uno va a sobrevivir a esto.

-Y lamentablemente no van a ser ustedes.-habló Isaac mirándome.

-Miren quien tiene el descaro de hablar.-les dije a las chicas.-El maldito traidor.

-Espero que te sientas orgulloso de tu decisión cuando mueras con los Morelli.-le dijo Sam con una mirada asesina a Isaac. 

-¿Por qué no hablas, Eric?-le preguntó Sofía a mi hermano.-Me alegra que hayas salido de prisión.

-No tengo nada que hablar con ustedes, yo no les puedo hacer nada.-le respondió mi hermano sin interés.-Por cierto, en este negocio, Isaac, la traición jamás se perdona y nunca se olvida.-dijo mirando a Isaac, pero él desvió la mirada y no respondió.

-¡Ay! Que caballeroso.-soltó Sofía con una risita mirando a su hermana, a Sofía también se le forman hoyuelos como a su hermana pero no se notan tanto.

-No te equivoques, cuando tenga que ponerles una bala en la cabeza, no dudaré en hacerlo.-les respondió Eric con una sonrisa forzada.

-Pues eso será pronto, no nos vamos a rendir hasta que solo quede una familia.-dijo Sofía.

-Muy bien.-respondí.-Nos vamos.

-¡Ah! Recuerda Falcone.-me llamó Sofía cuando ya estaba de espalda.-Ojo por ojo, pariente por pariente.

Es un refrán, ojo por ojo, diente por diente. Pero lo cambiaron a pariente en vez de diente, significa venganza, si uno mata a un familiar del otro bando, el otro bando va a matar a un familiar tuyo. 

Yo me volteé molesta.-Acércate a uno de los míos y verás mi peor lado.

-Ya sabes cómo es esto, Erin.-me respondió Jessica dando un paso amenazante.

-¡Ustedes mataron a mi madre!-grité furiosa.-¡Mataron a los padres de Riley y Sam! ¿¡Creyeron que nos íbamos a quedar de brazos cruzados!?

-Ellos se los merecían.-soltó Sofía cruzándose de brazos.-No eran unos santos.

-¡Pues, tu madre también se lo merecía!-le grité.

-¡No hables de mi madre!-se me acercó Jessica.

-Lo mismo digo.-le respondí echa furia.

-Vámonos, jefa.-se metió entre nosotras Isaac.

-Escucha a tu perro faldero.-le dije, ella alzó sus manos en forma de rendición y retrocedió lentamente.

-Esto no se va a quedar así.-dijo alejándose con su hermana y Isaac.

-Claro que no.-les dije antes de que desaparecieran.-¡Agh! Maldita sea.

-Cálmate, vámonos.-me dijo Eric, yo asentí con la cabeza y salimos de ese lugar.

Nos subimos a la camioneta y Eric comenzó a manejar hacia la casa, cuando llegamos mi padre nos estaba esperando en la sala sentado en un sofá.

-¡Qué pasó?-nos preguntó ansioso.

-Los Morelli han declarado la guerra.-le respondí tirándome en el sofá.

-¿Si fueron ellos?-nos preguntó.

-Ni se inmutaron en negarlo.-respondió Sam.

-Pues, vamos a ganar esta guerra.-respondió mi padre mientras se inclinaba y ponía sus codos en sus rodillas.

-Quieren vengar la muerte de su madre.-le dijo Eric.

-Eso pasó hace mucho tiempo ya.-respondió mi padre meneando la cabeza.-Nadie de la familia Falcone va a morir, no lo voy a permitir.

-¿Y qué vamos a hacer?-preguntó Riley mientras se quitaba la gorra que tenía puesta.

-Vamos a contraatacar, pero por el momento nos tenemos que concentrar en el cargamento que viene de Colombia.-respondió mi padre.

-Si, de hecho tengo que llamar a Karen para avisarle.-le respondí, saqué mi móvil y le marqué a Karen.

-Diga, jefa.-respondió al otro lado de la línea.

-En 2 días te va a llegar un cargamento de 2 toneladas de cocaína, te vas a reunir con los del Cártel de Sinaloa, donde siempre se hacen las entregas. Te tienen que entregar 6 millones de dólares.

-Está bien, ¿más o menos como a qué hora llega el cargamento?-me preguntó.

-Voy a tratar de que te lo entreguen antes del mediodía.-le respondí.

-Perfecto.

-¿Cómo está todo por allá?

-Todo en orden, jefa.

-Bien, adiós.-le dije para luego colgar.

-¿Los mexicanos solo van a querer este mes o cada mes?-me preguntó mi padre.

-Cada mes, en un caso quieran aumentar la cantidad nos van a avisar.-le respondí y él asintió con la cabeza.

-Muy bien, nos vemos tengo que seguir trabajando.-nos dijo mi padre mientras se levantaba del sofá y se iba a su oficina.

Samantha Davis en multimendia.