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Camino de un lado para otro, no puedo quedarme quieta, ya comencé a raspar mi labio inferior con mi uña, falta poco para que comience a sangrar. No puedo dejar de pensar en Eric, estoy muy preocupada.

-Erin, quédate tranquila, por favor.-me pide mi padre quien me mira nervioso.

-No puedo.-le digo. Mi teléfono anuncia un nuevo mensaje, así que lo abro. Es un video, mis lágrimas no tardan en aparecer, es un video de Eric, está todo golpeado, su rostro está lleno de sangre.

-Erin...no vengas...por favor.-dice Eric débil.-No vengas...

-Sé que no quieres ver a tu hermano así, pero esta es una pequeña lección por rechazarme.-habla Diego.-Nos vemos pronto.

-¡Mierda!-grito en un llanto y lanzo mi teléfono.

-Erin...-escucho a mi padre, salgo corriendo a mi habitación y cierro la puerta con seguro para que nadie entre. Comienzo a llorar desconsoladamente, comienzo a tirar todo lo que me encuentre, odio cuando me pongo muy vulnerable. Me dirijo al baño a lavarme el rostro y me veo en el espejo.

-Eres una imbécil, por tu culpa a Eric lo secuestraron, por tu culpa Liam murió, por tu culpa murió Sammy, todo esto es tu maldita culpa.-me digo a mi misma sin pensarlo lanzo un puñetazo al espejo, los vidrios quebrados caen en el lavamanos y algunos en el suelo. Suelto un grito desgarrador y escucho como tiran la puerta a la fuerza.

-Erin...-aparece Nate en mi campo de vista, atrás de él está mi padre y Riley. Nate mira el espejo quebrado donde hay un poco de sangre y luego mira mi mano, ésta está cubierta de sangre. Él trata de acercarse pero yo retrocedo.

-No te acerques por favor.-lloro.

-Sé que tienes miedo...-trata de hablar pero lo interrumpo.

-Tengo mucho miedo.-digo.-Tengo demasiado miedo, tanto que tengo miedo moverme, tengo miedo respirar, tengo miedo tocarte, todo lo que toco sale lastimado o muerto, no quiero perderte...

-Amor, nunca vas a perderme, estoy aquí y no me iré nunca.-me dice con su voz quebrada.

-Tengo mucho miedo...

-Pequeña, vamos a estar bien, nada de esto es tu culpa...-me dice papá acercándose.-Esto es mi culpa, yo los metí en esta pesadilla, en esto que puede matarte...

-Déjame morir papá.-le digo sin parar de llorar, comienzo a sentir el dolor en mi mano pero lo ignoro.

-No puedo, no puedo hacerlo...-me dice con lágrimas en sus ojos.

-No quiero que nadie más muera, no quiero morir...-digo llorando mientras caigo de rodillas en el frío suelo.

-Lo sé, pequeña.-me dice mi padre.

-Tengo mucho miedo...-vuelvo a decir, alguien me abraza, sus cálidos brazos comienzan a tranquilizarme y siento su deliciosa colonia.

-Papá está aquí, nunca me iré.-me dice llorando. Sé que cada vez que me dan estos ataques a él le duele verme así y siempre se culpa.

-Por favor no te vayas.-le pido.

-Nunca lo haré.-me asegura.-Nunca nos iremos.

Pronto siento los abrazos de Riley y Nate.

***

-¿Por qué me hicieron ponerme esa capucha?-nos pregunta el gobernador mientras se sienta al frente de mi padre.

-Porque ya no confiamos en ti.-le digo mientras me siento en el escritorio de mi padre.

-¿De qué hablas?-pregunta incrédulo.

La Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora