La Mafia.

4.

Me levanté cuando escuché mi alarma, son la 5:30 de la mañana, me doy un baño y luego me arreglo para irme al hospital. Liam sigue durmiendo así que trato de no hacer ruido para no levantarlo, justo hoy se regresa a Atlanta. Bajo a la cocina para hacerme desayuno y me encuentro a mi padre tomándose una taza de café.

-Buenos días, cariño.-me dijo dándome un beso en la frente.

-Buenos días.-le respondí con una sonrisa, me serví una taza café y puse a tostar dos panes.

-¿Cuántas horas vas a hacer hoy?-me preguntó mi padre sin despejar su mirada del celular.

-Creo que 12.-le respondí.-Si no tengo mucho que hacer.

-Esta bien, te cuidas, ya tengo que irme al trabajo.-me dijo y dejó su taza en el fregador para luego salir de la casa.

Le unté mermelada de fresa a las tostadas y me las comí con el café. Tomé mi bolso, las llaves de mi auto y salí de la casa para dirigirme al hospital.

***

Eran las 11 de la mañana, solo llevo 4 horas aquí y ya tengo hambre. Llegan los paramédicos con un muchacho en la camilla detrás de ellos viene una policía y caminé hacia ellos para que me informaran.

-Varón, 18 años, 130 pulsaciones, parece que conducía ebrio, se estrelló contra una casa le dio a una tubería de gas y se incendió.-me informó.

-A trauma 1.-les dije.-Doctor Lou,¿ se encarga?

-Lo tengo.-me respondió el doctor.

-Yo he sacado al conductor, al chico del accidente, mi compañero ordenó desalojar la casa.-me comentó la oficial Pearson, por lo que vi en su gafete.

-Fractura en las ramas pubianas en la placa, inmovilizarlo.-comenzó a hablar el doctor.

-Le está bajando la tensión.-comenté.

-Hay líquido libre en el abdomen.-habló el doctor mientras veía el monitor.-Parece un hematoma pélvico, súbanlo al quirófano ahora. Dos bolsas en el infusor, a lo mejor hay que hacerle una angiografía. Vamos.-dicho esto comenzamos a movernos.

-Alto ahí, no se va a ninguna parte hasta que le hagan un análisis de alcohol, vamos a denunciarlo.-habló la oficial.

-Tiene el abdomen destrozado, tenemos que operarlo ahora.-le contestó el doctor mientras salíamos de la sala. La oficial tomó la camilla y nos detuvo.

-Ya le pusieron suero, tengo 10 minutos para saber cuanto alcohol tiene en la sangre.-respondió la oficial.

-La oficial quiere saber cuánto alcohol tienes en la sangre, ¿tengo tu permiso?-el doctor le preguntó al paciente y le quitó la mascarilla.

-No.-respondió sin aliento el paciente.

-Ahí tiene su respuesta.-le dijo el doctor y comenzó a andar pero la oficial nuevamente paró la camilla.

-No necesito el permiso del sospechoso...-no le dejé terminar de hablar, le quité la mano que sostenía la camilla para que dejara que se fueran al quirófano.

-En este hospital si.-le respondí algo molesta.

-Mi compañero podría morir, déjeme pasar.-me dijo amenazante.

-Esto es un hospital, nuestra mayor prioridad es que el paciente se encuentre bien, cuando salga del quirófano será...-la oficial no me dejó terminar de hablar y sacó sus esposas.

-Si no me entrega ese análisis de sangre, quedará arrestada.-me dijo mostrándome sus esposas.

-¿Con qué cargo?-preguntó el doctor González cruzado de brazos,  justo estaba pasando por al lado mío.