Capítulo 24

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Era hoy, mi primera competencia con el equipo. Nos habíamos estado preparando todo este pequeño lapso de tiempo, no podíamos perder.

Al salir de la escuela estaba Gastón esperandonos a mí y a Liam, fuimos a almorzar a mi lugar favorito, aún faltaban varias horas para la competencia pero tenía los nervios a flor de piel.

– Todo estará bien – Aylín también estaba almorzando con nosotros – Pero será mejor que comas porque si no te dará hambre durante la competencia – asentí y comencé a comer la deliciosa hamburguesa.

– ¿Cómo es que comes tanta comida chatarra y no engordas? – los ojos marrones de Gastón viajaron por todo mi cuerpo, un pequeño fuego creció en mi estómago.

¡Cochina! Concentrate.

Gastón se sonrojó y automáticamente desvío la mirada, Aylín soltó una pequeña risa y Liam, bueno, Liam estaba siendo Liam en un día normal de Liam, ignorando todo a su alrededor mientras dibujaba en su libreta.

Por la ventana vi pasar a los chicos quienes entraron en el restaurante, traté de ignorarlos pero fue imposible ya que eran muy escandalosos, quienes me acompañaban notaron mi incomodidad pero no comentaron nada al respecto.

– ¡Hola! – la voz de Edwin me sacó de mis pensamientos, él estaba parado junto a nuestra mesa, tenía una sonrisa inocente – Mía, si tienes un tiempo me gustaría hablar contigo, a solas – lo miré dudosa.

– Claro, pero tendrá que ser otro día – asintió satisfecho – ¿Puedes pasar por mí mañana a la salida de la escuela?.

– Claro. Bien nos vemos – se despidió con un gesto de mano y se fue hacia donde estaban los demás.

Adam tenía su mirada clavada en nuestra mesa, mejor dicho, sostenía su mirada con Gastón, era como si ninguno quisiera perder, apoyé mi mano en el brazo del chico a mi lado quien sonrió y me miró.

– Creo que ya debemos irnos – todos asintieron y salimos del restaurante para ir a mi casa, esperaba que allí no tuviera que cruzarme con mi hermano.

El camino a casa lo hicimos entre risas, Liam parecía llevarse muy bien con ambos y eso me alegraba, aunque de momentos parecía fingir que estaba bien con ellos.

Miramos películas, seguimos comiendo hasta que se hizo la hora de la competencia, preparé mi bolso con las cosas y salimos de casa hacia el estadio, todos ellos me daban ánimo en el camino, era como si estuvieran mas nerviosos que yo.

Llegamos al estadio, estaba repleto de gente, no sabía que natación era un deporte tan popular en esta ciudad, al menos en España parecía no serlo. Los chicos se dirigieron a la tribuna y yo a los vestuarios.

– Hey – Carla llamó mi atención, ella ya estaba lista – ¿Nerviosa? – asentí.

– Creo que estoy mas ansiosa que nerviosa – ella sonrió ampliamente.

– Lo harás estupendo – aseguró con su pulgar arriba – Éste es el primer torneo de muchos más, si perdemos no pasa nada – trato de tranquilizarme – Lo mejor es que disfrutemos hacer lo que nos gusta – asentí – Bueno, debo ayudar a preparar las fichas de inscripción de los equipos, nos vemos dentro de unos minutos – se despidió con la mano y se fue.

Comencé a prepararme, primero me puse la maya, luego peiné mi pelo en un rodete y coloqué encima mi gorro, puse mis antiparras sobre mi cabeza. Estaba lista, las manos me temblaban y mis brazos se sentían pesados, traté de moverme para relajarme.

– Por favor, competidoras dirigirse de forma individual a la piscina, en breve comenzará el evento – mencionaron por los parlantes, tomé mi toalla y me puse las ojotas.

El amigo de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora