Capítulo 36

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– ¡Al fiiiin! – Liam estira su cuerpo y me río levemente – Ya estamos de vacaciones, dos semanas sin tareas, ni trabajos, ni estrés...

– Aún así no debes relajarte demasiado – lo regaña Chiara.

Salimos del edificio abrochando nuestros abrigos, el cielo está gris y la temperatura no es tan baja, seguramente caiga nieve.

– Ufff, odio el frío – murmura la italiana.

Caminamos a casa, quedamos en que veríamos una película en mi habitación. Hace unos días ellos comenzaron a salir como novios, estaba demasiado feliz de que al fín sean pareja, aunque Chiara en momentos seguía dudando de ella misma, siempre me celaba con mi mejor amigo y eso me hacía sentir muy incómoda, sentía que mi amistad con Liam no seguiría siendo la misma que antes, ya no podía abrazarlo o acariciarlo sin sentir la penetrante mirada de ella. Eramos amigas, nunca sería capaz de hacerle lo que ella piensa, hoy estaba decidida a decírselo de una vez por todas.

Llegamos a casa y fuimos a la cocina a preparar algo de almuerzo, me sorprendí al no encontrar a alguien, ¿mamá y papá se habrían ido nuevamente?, Adam tenía entrenamiento asi que es lógico que no estuviese.

– Oye Mía, ¿tus padres nunca están en casa? – se atreve a preguntar Chiara, hago una pequeña mueca involuntariamente – Oh, perdón, si no quieres responder...

– Está bien – sonrío con tristeza – Ellos viajan mucho a la capital del país debido a sus trabajos, mamá es empresaria y papá un médico muy importante... Es raro, ¿saben?, nunca me he sentido sola viviendo en España a pesar de estar lejos de ellos, pero ahora que estoy aquí es difícil llegar a casa y encontrarte con la sala vacía, salvo los fines de semana que vienen los chicos, pero cada vez que Adam tiene partidos fuera de la ciudad literalmente me siento sola – sin darme cuenta estaba llorando frente a ellos – Perdón, me dejé llevar por mis emociones – dije secando mis lágrimas, sentí como el cálido cuerpo de Liam me envolvía.

– No estas sola... – susurró en mi oído, cerré mis ojos e inhalé el perfume de su ropa.

Después de unos segundos, nos separamos y pude ver la cara de Chiara, no había una pizca de expresión en ella, solo vacío. Debo aclarar las cosas rápidamente antes de que ocurra algo que no debe ocurrir.

Preparamos unas deliciosas milanesas con puré, mientras escuchabamos y bailabamos la música que sonaba en la pequeña radio. La preocupación de Chiara se había efumado poco a poco hasta desaparecer, al parecer no fui la unica en notar su actitud ya que Liam se había puesto repentinamente cariñoso con ella, hasta sentía un poco de envidia de ellos.

Comenzamos a comer en la sala mirando una película de comedia. Me gustaba pasar tiempo con ellos pero no quería ser mal tercio, tres son multitud.

– Chicas, tengo que ir a comprar un medicamento a la farmacia, voy y vuelvo como Flash – habló el castaño observando la pantalla de su celular, ambas asentimos.

– ¿Quieres que te acompañe? – preguntó rápidamente la italiana.

– No hace falta, es mejor que te quedes con Mía, de pasó se conocen mejor y pasan tiempo juntas – nos guiñó un ojo, se puso su abrigo y antes de marcharse le dio un beso en la frente a su adorable novia.

Nos quedamos en un silencio un tanto incómodo, nunca estabamos solas, nos llevabamos bien pero no eramos las mejores amigas del planeta.

– Chiara – hablé primero llamando su atención – Hace días he querido hablar contigo sobre Liam...

– ¿Te gusta? – se apresuró a preguntar interrumpiendome, me reí y negué.

– Claro que no. Sé que estando a mi lado te sientes insegura, pero no tienes porqué sentirte así, no soy una amenaza ni nada por el estilo, solo soy la mejor amiga de tu novio – sonrío para mi misma – Liam no me gusta, y estoy segura de que a la única persona que ve de esa manera es a ti... Una vez admitió que me veía como la hermana menor que nunca tuvo y por eso sentía la necesidad de protegerme, él me conoce más que cualquier persona en esta ciudad, sabe mis debilidades y mis problemas por más estúpidos que sean – volvi a sonreí para intentar transmitirle confianza.

El amigo de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora