ALMAS OSCURAS / Nuestro eterno sufrimiento

CAPÍTULO XXXXI

El café caía de sus manos mientras su vista se posaba en los dos hombres que se aproximaban a él, sus ojos comenzaban a inundarse de lágrimas, su boca temblaba temiendo lo peor, más aún después de lo que había ocasionado

-debes irte -le dijo Dom sin siquiera mirarlo pasando de largo, Dario negaba temblando queriendo que la tierra se lo tragara, de todo lo que se imaginaba no creía que Dominic fuera a hacerle eso

-n-no, yo no me iré contigo -trato de alejarse pero Dorian lo tomó del antebrazo

-atrévete a hacer un escándalo aquí y te juro por mi vida que te sacare uno a uno los dientes, camina -le susurro al oído comenzando a jalarlo en dirección al estacionamiento, lo tiro contra el auto y sin mas le dio una bofetada haciendo que cayera, Dario se arrastraba lejos de él agarrándose el rostro, nuevamente estaba a merced de él -¡como fuiste capaz! te dije que el estaba muy mal ¿tú sabes como diablos se siente ahora? ¿Acaso te imaginas como lo hiciste sentirse en ese momento? Eres un maldito egoísta que no piensa en nadie más que en sí mismo, ¿tú crees que el estúpido mundo gira alrededor tuyo? Déjame decirte que no, no tardaste nada en llamar a tu amante y arruinar la vida de Angel -dijo sacando todo lo que llevaba dentro suyo, Dario tenía el rostro empapado de lágrimas, no quería pensar que era como Dorian le decía, no era su culpa o eso era lo que quería creer -eso, llora, llora, continúa haciéndote a la víctima, es lo único que supiste demostrar todo este tiempo, ¡tu maldita falsedad! -el menor se sintió tan mal consigo mismo de solo escuchar como se expresaba de él que trató de pararse buscando defenderse pero solo consiguió que Dorian lo tomará nuevamente del brazo para meterlo en el auto, este lo empujó logrando soltarse alejandose de él

-no, yo no me iré contigo... no más -dijo comenzando a correr sin detenerse, Dorian que trato de alcanzarlo no lo consiguió y volvió al auto, siguiéndolo en él, la rabia volvía a su cuerpo y con ello la frustración de no encontrarlo por donde creía que estaba, maldecia golpeando el volante mientras manejaba por todas las calles alrededor y no lograba verlo, para ese momento el menor continuaba escondiendose tras los autos, ahora si quedaba en el limbo lo que haría, no tenía a nadie prácticamente, mucho menos dinero. Continuó caminando con sigilo adentrándose en un callejón donde por fin pudo sentarse y respirar tranquilo, tenía que salir de esa ciudad como le fuera posible, empezar su vida de cero, aunque sin sus papeles no todo sería tan fácil, se apoyo en la pared resbalando al piso hasta sentarse, tenía miedo, quizá más que antes, pero a la vez sentía un alivio, una tranquilidad enorme porque por fin sería libre.

***
Dominic continuaba apoyado en la camilla esperando que Angel despertara pensando en que sería lo más apropiado de decirle y por más que le daba vueltas al asunto el terminaría siendo el culpable, recordar su rostro al momento de enterarse todo lo hacía desmoronarse por completo, quería detener el tiempo y sacar del reloj a su amado para calmar la culpa que tenia dentro, no aguanto y las lágrimas salían a flote, veía su vida desmoronarse por completo luego de todo lo que ángel le había dicho, sus planes estaban danzando en la cuerda floja esperando la última palabra, se levantó dispuesto a irse pero la voz poco audible del menor lo hizo detenerse en seco

-Espera...

-Angel, despertaste, ¿como te sientes? llamaré el doctor -lo beso en la frente, pero lo detuvo.

-no lo llames -dijo en seco tratando de acomodarse -¿donde esta Dario? -preguntó de repente, pero al ver como Dorian esquivaba la mirada supo que algo andaba mal -¿que hiciste?

-Dorian vino por él

-¿y lo dejaste ir? Él acudió a ti por ayuda y lo entregaste como si no te importara?

-a él no le importo arruinar lo nuestr... -fue interrumpido

-¡tú arruinaste lo nuestro, no él, lo hiciste tú solo! -sus ojos comenzaban a humedecerse no creía que estaba a punto de romper la relación que logró construir en tanto tiempo -soporte tantas cosas por ti... crees que no se de los hoteles, los acompañantes y todo lo que buscas mientras me dejas dormido -Dorian se sentía tan expuesto y con tanto miedo que sentía la voz temblarle -piensas que soy tan imbecil que no notó cuando te recuestas a lado mio oliendo a un perfume distinto cada noche