Alejandro esperaba plácidamente los análisis de su madre, ahora se sentía más tranquilo pues gracias a la intervención de Dorian ella estaba recibiendo la mejor de las atenciones, no pedía más en la vida que tenerla sana y salva aunque eso le costará perder el orgullo delante su hermano. Todo se pintaba de la mejor manera hasta que recibió un mensaje anónimo que arruino todo atisbo de tranquilidad
"Tu ex va a casarse con tu hermano"
Y se adjuntaba una foto de Dario y Dorian, la cara de sorpresa de Alejandro era para no creer, tanto que salió corriendo del hospital para llamarlo.
—que quieres, todo quedó pagado, no entiendo para que vuelves a llam...
—¿vas a casarte con Dario? —pregunto de repente
—no es algo que debería importarte —respondio Dorian para luego colgar, tenía ganas de estrellar su teléfono contra cualquier ventana, quería evitar saber más, nuevamente entraba la llamada
—El esta contigo porque quiere vengarse, y tu caes como un idiota, hazle saber que me importa una mierda que te cases con el
—tu no fuiste relevante en su vida, me lo dijo, me lo dice cada noche que hacemos el amor, le das asco —respondio tratando de humillarlo, Alejandro que no esperaba que le dijera algo así busco la forma de ser aun más hiriente
—siempre le gustaron los vegetes, así como el que vivía en su casa, con el que me engañaba, jamás lo tome enserio y sabes, no deberías hacerlo, terminará en los brazos de alguien peor, así, como acabo contigo
Dorian no supo que más decir y volvió a colgar, la duda lo estaba matando ¿acaso todo era parte de una treta que el destino le estaba jugando para que el no se casara con Dario? pensaba, las miles de posibilidades rondaban por su mente, ahora, justo el día de su boda, se sentía peor que antes, la desconfianza latente no paraba de preguntarle si estaba haciendo lo correcto y que si de verdad le creía. La puerta se abrió abruptamente, era Mike, con una cara de susto más que de cualquier otra cosa.
—dime que tienes algo nuevo, no quiero perder el tiempo —dijo encendiendo su cigarro
—claro señor, aunque las noticias que le traigo no son del todo buenas —dijo sacando su cámara y un celular —El joven no se quedó en casa como se lo dijo
—¿Donde estaba? —preguntó Dorian, cansado de la situación, el estrés y la inseguridad lo estaba carcomiendo por dentro
—Ahi tiene las fotos, lo lamento. Puede detener el matrimonio —dijo sacando una serie de fotos y los videos que yacían en la cámara, Dorian estaba que ni lo creía, al ver la primera foto noto de que trataba todo eso
—No te pago por opinar, largate, aquí tienes tu cheque —Mike tomo el cheque y se marchó, había presenciado todo el engaño, era cruel, pero era su trabajo
Dorian por dentro sentía morirse, cayó sentado al piso, viendo cada foto y los videos de como Dario y Dom se besaban en el auto, la rabia se apoderaba de él y no era para menos, más que el engaño le dolió la mentira, todo lo que le decían acerca de él era cierto, no existía duda, odio cada parte de Dario, le asqueo su cuerpo, jamás pudo imaginar que sentiría algo así por el chico más tierno que se le cruzó en el camino, se enamoro creyendo que era alguien leal y honesto, sentía que lo amaba, pero todo se desvaneció, el odio, el rencor y la rabia hacían frente, las lágrimas de impotencia manchaban su camisa, se recriminaba tanto lo idiota que fue creyendo en al alguien que pensó conocer, ahora entendía todo, todos trataron de abrirle los ojos, pero el decidió cerrarlos, oyendo solo palabras del que decía quererlo pero lo engañaba.
Sentado en su escritorio se debatía pensando en que era lo mejor que debía hacer, continuaba con las fotos en su mano y en la otra la botella de whisky que rompió tras sentirse lo suficientemente frustrado. A solo cinco horas del tan esperado matrimonio no sabía si lo mejor era detener todo y salir de ahí o continuar con esa farsa para que el farsante pagará por sus mentiras. La segunda opción le parecía más atractiva, pues ya existía un contrato de por medio y sus ganas de restregarle la verdad a Dario en el rostro lo impulsaba a hacerlo. Todo seguiría su curso a excepción de que ahora el matrimonio sería falso, no se iba a casar con un mentiroso, la farsa continuaría, pero los demás seguirían creyendo que todo sería real. Llamó al juez y le explicó el caso obviando los detalles e incrementando el monto de sus honorarios, no hubo problema, pues ahora el legalmente era su tutor por los papeles que Javier había firmado con anterioridad.
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ALMAS OSCURAS / Nuestro eterno sufrimiento
DiversosTras mudarse a la casa del hermano de su madre, su vida se convertirá en un averno, secretos y engaños giraran entorno a Darío, agobiándolo a mas no poder. Golpe tras golpe aceptaba su realidad día con día. El solo pedía una mentira bien formulada d...