ALMAS OSCURAS / Nuestro eterno sufrimiento

CAPÍTULO XXXIX

Dorian despertó aturdido los rayos del sol le mostraban que era de mañana y mirar a su costado le recordaba su tenue realidad, Dario continuaba profundamente dormido, le acaricio el pelo como antes solía hacerlo, aunque ahora ya no era lo mismo. Procedió a bañarse y tratar de bajar la resaca con otra línea de cocaina, sentía que se excedía, pero le era necesario para hacer más llevadera su nueva realidad. Pidió comida a domicilio y la dejo al costado, desde que llegaron no había probado bocado, tampoco sería tan inhumano de negarle alimento; salió rumbo a la junta en la corporación de Javier, aunque no quisiera saber nada del tema era necesaria su presencia, pues tenía mucho que firmar. Llegó y para su suerte o desgracia Angel estaba ahí con Dom

-Buenos días -saludo pasándose de largo, pero Angel lo siguió tomándolo del brazo

-Ey, recién casado, ¿que pasa? -lo volteo y le quito los lentes que traía -te ves muy mal ¿paso algo? -cuestionó preocupado

-no, tuve una mala noche, solo es eso -mintió poniéndose los lentes nuevamente

-Y Dario, ¿como esta? -indagó, le era claro que las cosas no iban bien

-Bien, muy feliz de ser mi esposo -rio con ironía

-Dorian, sea lo que sea puedes contar conmigo, jamás lo dudes -lo abrazó, era lo que le hacía falta, el cariño de alguien sincero que creía que todos obraba como él, no sería capaz de decirle que Dom era una mierda que arruino por completo su matrimonio -te quiero bastante y lo sabes

-debí llegar antes a tu vida -le dijo dejando que el abrazo se efectuara, Dom apareció sorpresivamente arruinando el momento

-te ves terrible, si así es la vida de casado, deberíamos pensarlo aún ¿no crees? Tomo a Angel de la cintura y lo beso descaradamente, Dorian solo desvío la mirada -por favor ve a traerme las planillas las deje en el auto -le dijo, Angel asintió sonriendo -no querrás vengarte ¿no? Angel jamás te haría caso -dijo con saña captando su atención

-no estaría tan seguro de que no me hiciera caso, pero no te confundas, yo no soy como tú -le respondió pasando de lado tomando asiento, Javier no tardo en notar su presencia viendo también lo destruido que se veía su nuero

-Dorian, creí que no vendrías, pensé que estarías disfrutando a mi hijo -sonrió de lado

-Negocios son negocios -respondió sin ánimos de proseguir la conversación

-¿y como esta Dario? Creí que vendrías con él, comencé a extrañar su torpeza y sus tonterias

-mitigue su sufrimiento anoche con narcóticos, no aguantaba sus quejidos mientras teníamos sexo ¿quieres saber algo más? -Javier sonrió con sorpresa -ah y eso no es todo, ya entendí porque lo golpeabas, causa tanta satisfacción aprovecharse de alguien que no hace el mínimo intento por defenderse, lo domaste muy bien -sonrió con falsedad

-Espero que estés bromeando -espetó Javier cambiando el semblante del rostro

-Para nada, tu dijiste que no te importaba lo que pasara con él mientras yo no desista de toda esta mierda -tomo los papeles que tenia en frente y los firmo sin detenerse -aquí esta, solo esto importaba ¿no? Ahora me largo -se levanto dejando a Javier con la palabra en la boca, estaba arto de tener que dar explicaciones que no quería.

Regresó a casa y para colmo de males la vecina lo interceptó en el camino incrementando su mal humor

-Usted, espere, a quien tiene encerrado en su departamento, no para de pedir ayuda, que le hizo, entiendo que los recién casados tengan algunos problemas, pero si no para de hacerlo llamaré a la policia

-¿de que diablos esta hablando? -pregunto molesto

-el chico que tiene encerrado, estuvo gritando un buen rato y luego me pidió que llamara a conserjería para que abrieran la puerta, yo creo que deberían solucionar sus probl... -se calló al ver que Dorian se alejaba de ella sin prestarle atención