Dario inquieto aún esperaba que Dorian llegará, giraba en la habitación pensado en el cómo, como sin que lo descubra, como sin que lo golpeara, como sin que se enterara, el día paso y el no apareció, el fin era claro pues Alejandro no se andaba con rodeos, no puso fecha, pero su voz exigía prontitud, la amenaza fue más que obvia. La sensación de nerviosismo se apoderaba de él al pensar que por algún error lo descubriera, pero se encargó de buscar todo lo que tenía a su alcance, libros, agendas, papeles, documentos, encargándose minuciosamente de que todo quedará en su lugar, tal como estaba al principio, más no encontró nada. Lo que le hacía suponer que en el único lugar que pudiera encontrar más información de Angel era en el celular del mayor, pero eso le generaba aún mas conflicto pues el tenía muy pocas veces la suerte a su favor. Entre pensamientos y formas de hacerlo, quedó dormido. Los sueños agobiantes desaparecían de vez en cuando, el agobio por días se hacía tenue, dormía mejor solo, pero el miedo constante de que Dorian llegara por la madrugada lo hacía estar consciente
Amaneció sin rastros de Dorian en casa, Darío solo atino a prepararse para salir, bajo por el café que tanto aborrecía, que ahora sentía que necesitaba, pues la preocupación constante de como lograr su cometido lo tenía intranquilo
- ¿Conseguiste el número? -pregunto Alejandro de repente quitándole el café
- No... tu hermano no llegó, busque todo agend... -fue interrumpido
- Prefieres que le cuente ¿No?
- No...
- Entonces haz lo que te pedí, vámonos -impuso, Darío tomo las pocas cosas que tenía y salió tras suyo.
Dorian fue muy claro al decirle a su hermano que no buscara a Angel, pero este no buscaba un no, buscaba respuestas, respuestas que solo él podía darle, pasaron años desde que pensó que su muerte fue ocasionada por culpa suya, se sintió tan desgraciado que pensó en morirse también.
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Dorian despertó con el peso de lo que hizo, sentía un cosquilleo en el pecho y un nudo en la garganta, paso mucho tiempo evitando este momento, lo evito todas las veces que pudo, pero ahora caía en el despecho y en la rabia, dentro de sí sabía que necesitaba hacerle sentir a Dario el dolor del engaño, del desplazo, pero al menor era lo que menos sentía que le importaba, después de tanto maltrato, de golpes sin sentido, no podría importarle, se decía a si mismo. Por otra parte no sabía cómo reaccionar ante lo acontecido, no se sentía incómodo o culpable, pero tenía la duda de su reacción
- ¿estás bien? -pregunto aun somnoliento
-sí, pediré algo de desayunar -se paró, pero se detuvo puesto que era mejor enfrentar la situación y no hacer como si no hubiera pasado nada -Angel... lo que paso, no sé cómo tomarlo, no pretendo confundirte, pero tampoco quiero hacer que te sientas mal
-lo que paso, paso y ya... no le busques peros o un por que, no lo hice por despecho o por venganza, Dorian no vi más allá de mi cuando te acercabas con interés, mi corazón dolido y el apego hacia un hombre que no valía la pena me hizo alejarme de ti, si desde el principio hubiera entendido las miradas, la amabilidad con la que me tratabas, los cuidados y el cariño que me brindabas, nos hubiéramos ahorrado todo esto, lo siento -lo abrazo, Dorian no dijo mas, lo aparto y salió, ahora después de oírlo se sentía confundido, quería mucho a Angel, pero sentía algo más fuerte por Dario, obvio el desayuno y pidió su auto, ya ahí comenzó a esnifar cocaína, trataba de evadir sus sentimientos, trataba de olvidarlos a ambos, ni el sabia porque.
Golpeo el volante sintiéndose estúpido, sumamente cansado y superado, que era amar, que era querer o que lo quisieran, por que Darío estaba en sus pensamientos constantemente, porque si hacia todo para perderlo, temía hacerlo. Se limpió el rostro y comenzó a manejar, solo atino a dejar un mensaje para que Ángel no lo esperara, lo que dejo preocupado a este, ya que esperaba algo más de Dorian quizá su atención o simplemente un poco de cariño
Darío iniciaba su clase y no basto mucho para ver a Alejandro en la puerta indicando que tenían que irse
- ¿Qué paso? -pregunto asustado
- Dorian, eso es lo que pasa, esta como loco preguntando por ti. Te hizo eso a cambio de venir aquí ¿no es así?
- No... dijo que era porque le placía -respondió
- Entonces no conseguiste convencerlo, vaya, lo que le hayas hecho cambio a Dorian por completo lo transformaste en un animal
- No sé qué vaya a hacerme... solo espero que no duela mucho
Esta confesión dejo callado a Alejandro puesto que el oía los lamentos del joven queriendo más de una vez intervenir y quizá hasta defenderlo, pero no serviría de nada, pues este no mostraba señales de quererse ir de su lado, lo que también lo tenía confundido, Dario se estaba enamorando de su maltratador, o en el peor de los casos sentía una dependencia muy fuerte hacia él.
Llegamos, por cómo me hablo, esta drogado, ten cuidado, solo dale la razón y consigue lo que te pedí -Dario asintió pensando en la forma de sobrellevar la situación
Abrió la puerta, subió a la habitación, Dorian estaba ahí esperándolo, reposando como si nada en el sillón de su cuarto, al irse acercando pudo notar arañazos en s nuca y dos chupetones en el cuello, que poco lograba tapar la camisa
- Tu y yo quedamos en algo... - le dio un sorbo a su bebida - por que insistes en no hacerme caso, ¿disfrutas cuando te lastimo? ¿te gusta que te trate así? -le tiro el trago, el vidrio yacía roto en el piso, Dario se inclinó para recoger los pedazos -te estoy hablando
- Cualquier cosa que te diga no cambiara tu opinión Dorian, si no quieres que vaya no lo hare, después de todo es tu dinero, tu decides que hacer conmigo -la respuesta dejo perplejo a Dorian -¿quieres que te haga un café? -pregunto, el mayor solo asintió, no logro argumentar algo distinto, tenía razón, se lo había hecho saber una y ora vez, su opinión no importaba, solo era un contrato
Dario sintió correrle una lagrima y sintió un golpe de tristeza que lo descoloco mientras tomaba la cafetera para verter el contenido a un vaso, se apoyó en el mesón, lloraba y no sabía por qué, temblaba y quería gritar, romperlo todo huir de ahí, no era el único, y lo peor es que sabía quién era el causante, se limpió la cara y tomo el café, al entrar no lo miro solo le entrego el café, Dorian observaba cada movimiento que de algún modo le hacía saber que algo andaba mal. Entro a bañarse después de dar un sorbo, fue el momento propicio en que Darío olvido el miedo y la ansiedad que le causaba el tomar el teléfono del mayor, y entro al chat que tenía con Ángel, el último mensaje le hacía saber que su pensamiento no estaba errados puesto que decía "desayuna bien, surgió algo en casa, no pienses que me fui porque no me importas, de hecho, no sabes cuánto lo haces" "lo se, te estaré esperando"
Darío sentía temblarle el cuerpo, anoto como pudo el contacto y lo guardo a un costado de la cama, Dorian que en la ducha recién noto los chupetones que tenia en el cuello, entendió el comportamiento del menor, salió y lo vio sentado cerca de la ventana, y como si de un pacto de silencio se tratara ninguno menciono ni una sola palabra, el mayor se apresuró en vestirse para salir de ahí y dejar de sentir el aura melancólica del menor
- ¿te sientes mejor con él? -pregunto de repente
Dorian no respondió, simplemente se fue.
Tras su pregunta, cayo en cuenta que estaba loco por sentir esa tristeza que le generaba el hecho de saber que Ángel era ahora quien el quería, que quizá por el no sentía nada de lo que decía, que simplemente trato de sustituir el vacío que le dejo Ángel, con el. Nunca sintió que fue importante para nadie, y ahora, una vez mas lo comprobaba.
Tomo el contacto y lo rompió, si Ángel era la felicidad de Dorian y con eso el conseguiría paz, no iba a permitir que Alejandro interfiriera.
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ALMAS OSCURAS / Nuestro eterno sufrimiento
De TodoTras mudarse a la casa del hermano de su madre, su vida se convertirá en un averno, secretos y engaños giraran entorno a Darío, agobiándolo a mas no poder. Golpe tras golpe aceptaba su realidad día con día. El solo pedía una mentira bien formulada d...