-Gracias por recogerlo Dominic, contratare a un chofer en estos días no confío en él
-De nada, y si, no deberías confiar, pero iba de pasada no me costaba nada hacerlo, te parece si almorzamos solos – preguntó Dom, a lo que Javier quedó algo extrañado
-¿solos? Entiendo, lo dices por él – señaló al chico – esta bien no hay problema, ya oíste tu presencia no es grata para mi amigo, lárgate a tu cuarto te llevarán la comida ahí – él menor asintió con la cabeza para luego marcharse, lo que dijo Javier le parecía cierto, y pues Dominic fue quien lo pidió haciéndole pensar que el pelinegro quería estar a solas con su tío para contarle lo ocurrido o en el peor de los casos talvez su presencia si molestaba
–hasta cuando, hasta cuando – se dijo a si mismo, todo se salía de sus manos y nada podía hacer
Se sentó en el suelo al borde de la cama, la tristeza lo invadía de pies a cabeza y lo peor de todo era que estaba sólo nadie entraría por la puerta para abrazarlo y decirle que todo estaría bien, hasta que recordó aquella frase que jamás creyó usar “tal vez necesite más dolor, para calmar este dolor” no lo pensó dos veces, se paró con un poco de dificultad y camino rumbo al baño, ahí busco entre las cajas cuchillas para afeitar, no quería pero tenía que hacerlo era el momento, al encontrar varias cuchillas de afeitar en sus envoltorios abrió una quedando así a merced de lastimarse a sí mismo. Posó la cuchilla en su piel comenzó a sudar sin perder más tiempo ya apunto de hacerlo escucho como se abría la puerta
-Darío, podemos hablar un momento – era Dominic, el chico inmediatamente se puso nervioso tirando la cuchilla y otras cosas que estaban ahí, ya al calmarse un poco salió del baño viendo al pelinegro a lado de lo que parecía ser su almuerzo
–¿pasa algo? – preguntó
-no, no pasa nada, bueno mira yo no le mencioné ni le mencionaré nada a Javier acerca de lo ocurrido, pero debes prometerme que te alejaras de ese muchacho es por tu bien Darío
-Esta bien – respondió el muchacho girando la vista hacia otro lado, no tenía otra opción que aceptarlo aunque no fuera hacerlo, pensaba que de lo contrario le contaría todo a su Javier
-Confiare en ti – respondió saliendo de la habitación.
Paso alrededor de tres horas y Darío seguía pensando en que le diría a Alejandro y de que forma actuaría ante Dominic, por más que él quisiera le era imposible alejarse del castaño, no hallaba respuestas coherentes a sus agobiantes preguntas. Todo era incierto, hiciera lo que hiciera traía consecuencias.
Al día siguiente en el colegio intento en lo máximo no cruzarse con Alejandro, en la primera hora como era habitual el castaño no estaba presente
Tocó el receso, como era de costumbre Dario se alejaba de todos caminando hacia la parte de atrás del colegio, ya al llegar vio que no estaba vacío, ahí estaba Mauricio, Damián, Guillermo y dos chicos de un grado menor fumando algo que no olía a un cigarrillo común y corriente, al ver eso retrocedió para irse pero fue detenido por alguien que lo tomo de los hombros atrayéndolo de nuevo al lugar
-hey chiquito donde crees que vas – dice Damián girandolo
-y-yo vine... p-pero ya me iba no qu.. – fue interrumpido por Guillermo que se aproximaba hacia ellos con los otros tres
-Darío, Darío, Darío siempre apareces en el lugar menos indicado
-l-lo siento no quería molestar enserio
-viste mucho ratita – se unió Mauricio –si te atreves a mencionar algo de lo que viste te aseguro que no querrás en lo absoluto volver al colegio -concluyó tomándolo del cuello para acorralarlo contra la pared
-unos cuantos golpecitos para asegurarnos de que su memoria a corto plazo falle no le vendrían mal – dice uno de los menores mientras que el otro se mantenía quieto observando con algo de miedo
-n-no no diré nada d-déjenme, solo pase por aquí, no creí que había alguien
-tienes razón José hay que prevenir antes que lamentar – concluyó Mauricio mientras se posicionaba para golpearlo
-Atrévete a tocarlo y te sacaré las tripas – se escuchó.-tranquilo Alejandro – dice Mauricio al momento de alejarse del menor – esta rata vio de más, pero ¿que haces tu defendiéndolo?
-no te interesa, vamos Darío – dice el castaño al momento de jalarlo hacia él
-¡primero te alejas del grupo y ahora defiendes a este marica! – grito al ver que ambos se alejaban
-vete a la mierda Mauricio – respondió
-¡piensas hacer con esta princesa lo mismo que hiciste con Ian! – grito aún más fuerte adelantándose con la intención de provocar al castaño
Este, al instante de oír el nombre soltó bruscamente al chico y corrió en dirección a Mauricio y comenzó a golpearlo bruscamente, lo tiró al piso de tal modo que se lo desconocido completamente
-¡No vuelvas a nombrarlo me entiendes, no lo vuelvas a hacer! ¡maldito idiota! – grito enfurecido mientras lo golpeaba, Mauricio intentaba en lo posible defenderse pero la furia del castaño rebasaba los límites, Darío sin entender de qué se trataba todo, corrió hacia él para detenerlo
-suéltalo Alejandro detente ya! – pidió estirándolo hacia el mientras los otros se dedicaban a presenciar el acto, hasta dignarse a alejarlos
-ya, ya paren gallitos – dice Guillermo al momento de levantar a Mauricio ordenando con la mirada a los otros que detengan a Alejandro
-¡¡¡Grandísimo idiota vuelve a nombrarlo y declárate muerto!!! – exclama el castaño amenazándolo – y tu suéltame – grito molesto a lo que Guillermo lo soltó levantando las manos en alto
-Aún te duele por que sabes que todo lo que le paso es tu culpa Alejandro estas en la mira y tu puta pagará las consecuencias de esto -respondió alejándose y dando la señal a todos de marcharse
-nos largamos de aquí, vamos al auto
-pero t-tengo un examen adem…
-que nos vamos te dije – interrumpió al menor, miro de un lado a otro viendo que nadie los viera para así salir sin dejar rastro
El castaño se veía claramente molesto Darío no quería empeorar las cosas y cedió, ya estaba ahí no tenía más opción que ceder e intentar tranquilizarse para poder cooperar y que el castaño no lo dañe tanto. Entre pensamientos no se dio cuenta cuando Alejandro freno en seco casi a punto de tirar a Darío por la ventana, pero no fue más allá que un simple choque entre la cabeza del menor y el parabrisas
-ya pensaste en lo que te dije? -soltó sin más el castaño, Darío se torno nervioso, tenía que responder
-n-no yo no n-no… no puedo tener algo contigo – respondió en un tono de vos que más que seguridad reflejaba miedo y temor, él castaño al oír eso golpeó con ambas manos el volante, el menor dio un respingo Alejandro estaba molesto, se paso ambas manos por el pelo y repitió la proposición
-haber Darío escúchame si, te lo repetiré ¿pensaste bien en lo que te propuse? – pregunto nuevamente intentado estar lo más tranquilo posible
-y-yo yo n-n.. -fue interrumpido por el castaño que lo agarró por la chaqueta para quedar frente a frente
-recuerdas los preciosos vídeos que tengo de ti, lo recuerdas! – zarandeo al chico – puedo editarlos y hacerte ver como una puta ante tu tío, ahora si bebé te lo repetiré ¿quieres tener una bonita y espléndida relación conmigo? -volvió a preguntar esta vez en un tono de amenaza, lágrimas comenzaron a rodar por la mejilla del chico otra vez se quedó sin opciones, mientras las lágrimas se seguían aglomerando en sus hermosos ojos celestes, asintió con la cabeza
-ves cariño no habría necesidad de todo esto si supieras tomar buenas decisiones – paso una mano por la mejilla del chico limpiando sus lágrimas – no llores Darío, dame un beso siConcluyó tomándole las manos, se acercó lento al castaño, no quería besarlo pero tampoco quería que lo golpeara, no le quedaba mas y junto sus labios con los de él, le dio un beso inocente, si es que a eso se le puede llamar beso, que no duró más de tres segundos para luego apartarse con rapidez volviendo a la posición de antes, Alejandro que no se sentía nada conforme lo agarró bruscamente del cuello para nuevamente unir sus labios con los del muchacho, este beso fue más rudo, el castaño invadía cada lugar de su cavidad bucal, metía su lengua hasta encontrarse con la del menor, succionaba sus labios a la misma vez que los mordía devorándolo por completo, de un momento a otro el beso se entremezcló con las lágrimas y la sangre del menor, Darío lloraba por la impotencia de no poder hacer nada, de no detener algo que se iba mas allá de los límites
-basta, detente – dijo al momento que Alejandro se separó para agarrar aire
-que pasa, ¿no te gusta como te beso? Sabes no debería de hacer eso por que a las putas no se les besa, agradece – dijo apartando la mirada, el menor mas confundido que nunca lo miró de reojo, eso era para él castaño sólo una puta alguien al que puede cogerse cuando quiere ahora con la supuesta fachada de la “relación” que el menor había aceptado por obligación, en ese momento quería estallar, tenía deseos de gritar y de sacar lo que llevaba dentro pero se contuvo, respiro profundo y limpio su rostro apoyándolo en la ventana.
Alejandro no tenía otra cosa en la cabeza que no fuera Ian, tanto tiempo había pasado sin recordarlo para que nuevamente el pasado se posara sobre él, su subconsciente le recriminaba a cada instante que si escogió a Darío era por el parecido que tenia con Ian, el castaño miro de reojo al menor, este parecía ido en sus pensamientos tenía los labios hinchados, los ojos llorosos, cuantas veces vio así a Ian y poco o nada le importaba, tenía tanta culpa encima suyo, una vez más volteo a ver al menor sintió esta vez una rabia terrible, por que tenia que parecerse tanto a él, por que la vida le ponia en el camino personas tan frágiles que acabaría lastimando y eso era exactamente lo que quería hacer lastimarlo, destrozarlo pero dentro de el bien sabía que quería hacer todo eso con el recuerdo de quien alguna vez fue su único amor.
Aceleró yendo a una velocidad de 180kph desquitaría lo que sentía con el muchacho, el más que nadie sabia que sus palabras lo lastimaban estaba susceptible tan fácil de romper.
-Bájate ya llegamos
-por que me trajiste aquí -respondió frotándose los ojos
-¿que no es obvio? Festejaremos que somos novios bebé – respondió al momento de sacarlo de una jalón del carro, lo arrastró hasta meterlo a su casa Alejandro sabía que su madre no estaba ya que tenia terapia ese día y por lo normal se demoraba todo el día, llegó a su habitación y arrojó a Darío en la cama se montó encima de el y comenzó a besarlo con una desesperación aparente el menor se resistía empujándolo
-espera no n-no Alej…. -suplicaba pero fue interrumpido por dos bofetones muy fuertes
-cállate, eres mío recuerdas ahora somos novios no te resistas – dice el castaño elevando las manos del menor encima de su cabeza Darío comenzó a llorar, todo era mentira
-déjame suéltame eres un mentiroso me dijiste que me querías sólo para tener sexo
-que te calles -volvió a soltar una bofetada – y que creías, que te quería, que estaría contigo solo por tu bonita cara, no seas iluso Darío, ya se que haremos bebé esto te va a gustar – se bajó de encima del castaño y fue director hasta una de sus gavetas de ahí sacó cinta adhesiva y una especie de soga
-q-que vas a hacer con eso -pregunto el menor temiendo lo peor
-prevenir antes de lamentar no quiero golpearte pero te mueves mucho – respondió abalanzándose encima del menor tomo sus manos y las comenzó a atar
-no Alejandro por favor no, suéltame, así no – lloraba y pedía el chico pero para ese momento ya era tarde el castaño terminó de atarle las manos y seguidamente tapó su boca con la cinta adhesiva el menor no paraba de llorar estaba inmóvil a merced de lo que le podría hacer su “novio”
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ALMAS OSCURAS / Nuestro eterno sufrimiento
RandomTras mudarse a la casa del hermano de su madre, su vida se convertirá en un averno, secretos y engaños giraran entorno a Darío, agobiándolo a mas no poder. Golpe tras golpe aceptaba su realidad día con día. El solo pedía una mentira bien formulada d...