|9|

7.9K 508 25
                                    

Verónica reía suavemente por la broma de Emmett

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Verónica reía suavemente por la broma de Emmett. La de ojos rojos mira disimuladamente el reloj de su habitación sorprendiéndose, han pasado 3 horas y debía volver, así que se separó ligeramente de Emmett. El la miro con confusión.

- Emmett– lo llamó suavemente.

- ¿Si? - respondió el mirándola a los ojos.

- Debo volver a Volterra.

Emmett suspiró sonoramente, Verónica sabía que no le agradaba separarse de ella, además no iban a poder verse muy seguido.

- ¿No te gustaría renunciar? ¿Tener una vida normal con nosotros? ¿Estar toda la eternidad conmigo? - dijo Emmett esperanzado.

La Vulturi suspiró, este no era su lugar y jamás lo sería.
- Emmett– trato de calmarse– Yo pertenezco a los Vulturis, ese es mi lugar. Yo jamás encajaré aquí.

- Pero encajas conmigo- insistió– por favor, quédate.

- Emmett, no pienso dejarlos ellos son mi familia– dijo ya molesta– Yo no me alimento de animales, no soy buena, torturo a vampiros por diversión, destruyo a todo lo que pasa por delante mío.

- Pero podrías alimentarte de animales, podríamos tener una familia.

- Emmett yo no quiero alimentarme de animales y no pienso traicionar a los Vulturis.

- Verónica, los Vulturis no son buenos– frunció el ceño.

- Yo soy Vulturi, Emmett– lo miró con ira– y eso no va a cambiar por más que haya encontrado mi alma gemela.

- Bien– dijo Emmett levantándose– haz lo que quieras.

Y se marchó, dejándola sola en su habitación.

Pasaron por lo menos 2 minutos y decidió volver a Volterra, no pensaba cambiar por él. Su forma de ser era así y los Vulturis era su familia y no pensaba dejarlos por un imbécil.

Se levantó de la cama de Emmett y empezó a bajar por las escaleras, encontrándose con toda la familia presente, menos él. Ellos la miraron fijamente.

Esme se levantó del sillón, acercándose a la recién llegada.

- Te comprendemos, Verónica– Esme sonrió y poso una mano en su hombro– entendemos que seas Vulturi y que ellos sean tu familia y créeme que no nos molesta.

Le sonrió suavemente.
- Gracias Esme ya todos por su hospitalidad, pero debo volver a Volterra.

Ellos asintieron sonriendo.
- Adiós– se despidió tranquilamente.

- Adiós– le despidieron todos al mismo tiempo.

Caminó hacia la puerta y antes de salir colocó su capucha en su lugar.
Le guiñó el ojo a Renesmee y se marchó.

Veronica VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora