|43|

3.1K 174 0
                                    


Sus labios se encontraban en una fina línea y el entrecejo fruncido. Contuve una risa, siempre que él se enojaba y fruncía sus cejas pobladas sus ojos se escondían.

– ¿Acaso no me quieres?

Alce mi ceja izquierda ¿que clase de pregunta es esa?

– Te tengo aprecio– respondí con suavidad.

– ¿Solo eso?

– Si, ¿esperabas algo más?

– No.

Y salió dando un portazo tal y como un adolescente. Rodé los ojos y me senté llamando de nuevo a Eros para que se posara en mi regazo.





























Volví :)

Veronica VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora