Verónica, una de las Vulturi más peligrosas, temida y maligna. El, Alec Vulturi su compañero inexperto en el amor.
¿Que sucederá cuando estos dos se den cuenta de sus sentimientos?
¿Alec logrará enamorarla?
¿Verónica lo aceptará?
|Espero que disfrut...
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- ¿Así que el imbecil te beso y luego se fue?
- Y te olvidaste que también me ignora.
Arman sonrió, sus ojos brillando con maldad.
- Mmm... ¿Te molestaría que actuáramos como una pareja?
- ¿Ah?- pregunté con confusión, para luego entender- ¿Quieres darle celos a un niño?
- Niño o no, sigue siendo un hombre. Y por lo tanto también puede sentir celos.
Rodé los ojos, Arman estaba completamente loco.
- Alec no me importa tanto como para fingir ser pareja de una persona para llamar su atención.
- Eso no importa- cruzo sus brazos- ¿Me vas a negar que no disfrutas ver a un hombre celoso?- preguntó riéndose.
Reí junto a él, disfrutando el momento.
Arman se acercó a mí, agarrando mi mano.
- Se acerca Felix...- susurro en mi oído.
Se abrió la puerta y apareció Felix. - Verónica- se detuvo abruptamente mirando nuestras manos unidas- ¿Cuándo mierda paso esto?
Arman sonrió secamente, para luego hablar. - Eso no te incumbe, Felix.
Felix seguía con los ojos abiertos, incluso podía decir que horrorizado.
- Vamos al juicio, amor- hable con un toque de sarcasmo, que solo captó Arman, ya que Felix seguía en la misma posición.
Me levanté y caminamos con nuestras manos unidas. Sinceramente, el contacto no me molestaba, primero Arman era gay y segundo el me generaba la suficiente confianza para dejar que me toque.
Caminamos hasta las enormes puertas que nos separaban de los demás. Sorprendentemente Arman colocó su mano en mi cintura. Lo miré con los ojos abiertos de par en par y apunto de morderle el brazo.
- Shh tranquila, así se ve más creíble- susurro lo suficiente bajo para que Felix no escuchara.
- Pagarás por esto.
- Créeme que valdrá la pena ver su cara- rió sin poder contenerse. Felix nos miró confundido, a lo cual le hice una seña para que nos ignorara.
- Cuando venga algún chico que te atraiga, te voy a estar toqueteando un montón por scemo- le gruñi suavemente. Arman rió.
- Créeme que lo gays tenemos un detector que detecta a otros gays. Así que ese truco no te funcionaría. Rodé los ojos ya harta.
Felix seguía mirándonos, al parecer esperando a que dejáramos de hablar. Viendo que al fin ya habíamos parado, abrió las puertas.
Allí se encontraban todos, al parecer nosotros éramos los únicos que faltaban. Nos adentramos a la sala, con el agarre de Arman en mi cintura.
Miré a Aro que tenía una cara de extrema confusión, Cayo parecía molesto y Marco solo tenía una leve expresión perpleja. Pasé mi mirada por todos los vampiros de la sala, para luego posar mi vista en Alec. Tenía toda la cara fruncida, lleno de ira, pero sus ojos demostraban cierto dolor. Caminó hacia nosotros, con su mirada fija en el brazo de Arman.
- ¡¿Por qué la tocas?! ¿Te crees con el derecho de tocarla? ¿Ah?- habló Alec quitando el brazo que me envolvía.
- ¡Pues claro que tengo derecho! ¡Es mi novia!- Arman me miró y su mirada era pura diversión.
- ¿Que? ¡Ella no es tu novia!- gritó Alec, para luego empujar a mi "novio" que se mantuvo firme. Arman comenzó a acercarse lentamente hacia el rostro de Alec.
- Lei è mia- dijo Arman, sonriéndole burlonamente.
