Verónica, una de las Vulturi más peligrosas, temida y maligna. El, Alec Vulturi su compañero inexperto en el amor.
¿Que sucederá cuando estos dos se den cuenta de sus sentimientos?
¿Alec logrará enamorarla?
¿Verónica lo aceptará?
|Espero que disfrut...
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Los Vulturis se encargaban de un juicio de un grupo de vampiros. Al parecer estos, eran completamente inocentes. Por lo tanto Aro no les dio ningún castigo, para frustración de Verónica.
– Pueden retirarse– dijo feliz Aro.
Cayo le hizo una minúscula seña, lo que significaba que quería hablar com Verónica.
– ¿Les fue bien en la misión, Verónica?– preguntó suavemente Cayo.
– Si, tenias razón los Cullen son terriblemente insoportables– habló molesta.
Cayo sonrió, le agradaba Verónica por su personalidad. Era bastante parecida a él.
– Créeme que dentro de poco serán destruidos.
– Lo sé.
En menos de un pestañeo Cayo ya no se encontraba en el pasillo. Suspiro profundamente, su humor seguía sin mejorar, y no tenía con quien desquitarme.
Aro la había citado para hablar con Verónica a solas.
– Has estado más sádica de lo normal, querida– Aro la observo fijamente– ¿Tienes algún problema?
– Algo así– respondió calmada.
– Permíteme– extendió su mano para agarrar la de Verónica. Cerró los ojos concentrado.– Vaya, simplemente no me lo esperaba de ti jovencita– habló sorprendido– tu alma gemela es Emmett Cullen.
– Si– empezó a molestarse– créeme que no siento nada por el, solo repulsión.
– Lo se, puedes retirarte, Verónica– sonrió.
Agacho un poco la cabeza y se marchó.
Estaba molesta ¿Por qué le había tocado un alma gemela buena? ¿No podía ser el maravilloso Lucifer? ¿O por lo menos no ser un Cullen? Suspiro ruidosamente, evidentemente no podía estar con él. El era parte de la familia que más desconfiaba los Vulturis.
