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Acaricié el lomo de Eros, todavía pensativa

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Acaricié el lomo de Eros, todavía pensativa. Alec definitivamente seguía con el juego de evitarme, incluso no había venido a ver a Eros.

– Verronica...– pronunció incorrectamente Felix, una señal que me iba a pedir algo.

– ¿Si, Felixsus?– dije inventando un nombre.

– ¡Hoy salimos!
Alce mi ceja, pensando que estaba bromeando, pero el me dedicó una mirada seria.

– ¿Para qué?

– Para bailar, amore mío– rodé los ojos– y también drenar a un par de humanos.

– Paso.

— No te estaba preguntando, Verrronica.

– Me deberás un favor.

– Trato.
Felix se encaminó hacia mi ropero, tocando mi ropa y eligiendo.

– ¿Ahora eres estilista?– pregunté.

– No, pero necesito de tus habilidades sensuales.
Rodé los ojos ante sus palabras, era un maldito interesado.






El próximo capítulo va a estar mejor.

¡Miles de millones de gracias x las leídas!

Veronica VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora