Estaba recostada en mi cama con Alec a mi lado.
– ¿Recuerdas como nos conocimos?- rió fuertemente Alec– desde el principio te parecí bonito.
– Agh– reí poniendo los ojos en blanco– Lo dice el que me salvó con la excusa de que era demasiado hermosa para morir.
Alec río fuertemente.
– Créeme que no me arrepiento– dijo Alec sonriendo.
– Lo sé, ¿quién se quejaría de tener este pedazo de bombón como mejor amiga?– moví mi pelo salvajemente.
Alec dejó de reírse y se puso totalmente serio.
– Si tan solo te dieras cuenta...– dijo Alec suspirando.
Ayy dios... odiaba cuando Alec se hacía el que sabía cosas que yo no.
– ¿Recuerdas el vestido blanco que tenías puesto?– preguntó Alec con una sonrisa nostálgica.
– Si, era mi mejor vestido, tenía muy poquitos– dije con un puchero.
– Jane también– Alec rió.
– ¿Qué?– pregunté sin entender.
– Jane se enamoró de ese vestido apenas lo vió y ¿recuerdas que te despertaste después de convertirte con un vestido rojo?
– Siii ese vestido no se comparaba con el mío– rodé los ojos.
– Jane te lo quito cuando estabas terminando tu transformación– Alec siguió riéndose– e incluso se atrevió a cambiarte con tal de quedarse con tu vestido.
– Con razón– dije con los ojos entrecerrados– algo no me cuadraba.
Nos reímos sonoramente. Luego de calmarnos, cerré mis ojos e indiqué que Alec realizará lo mismo.
– Piensa en la escena en como nos conocimos– le ordené suavemente.
Miré a ese chico extremadamente hermoso, tan hermoso que su belleza era imposible de describir con palabras. Parecía de otro mundo, un mundo muy diferente al mío, ya que jamás había visto un muchacho de tal belleza.
Hipnotizada por la belleza de aquel chico desconocido, lo seguí. Ya ni siquiera pensaba en mi o en el bosque al que me adentraba, solo en su imponente figura, en su espalda, trasero y cuerpo que se movía con una gracia envidiable.
De repente había alguien en mi espalda, sentí un mordisco en mi cuello y unas manos delgadas agarrándome fuertemente para que no me moviera.
Vi al chico que estaba siguiendo empujando a esa persona, que intuía que era una mujer, porque jamás un hombre tendría una mano tan delgada y fina.
De nuevo, sentí esas manos y una mordida más, pero esta chica fue empujada por el joven.
Sentí un dolor inexplicable, tan doloroso que hizo que cayera al suelo. Gritaba y gritaba del dolor, pero seguía teniendo la capacidad de ver lo que estaba a mi alrededor. Al final, no me equivocaba. Era una chica la que me había atacado. Esa chica también era muy hermosa, rubia y delgada, con cara de niña y una sonrisa llena de maldad, pero en sus ojos se podía ver la preocupación.
– Haz que deje de gritar, Alec– ordenó esa muchacha revoloteando los ojos.
Lo primero que pensó mi mente era que era un hermoso nombre, acorde con el hermoso chico.
Alec se acercó lentamente, mirándome a los ojos.
– Te sentirás mejor después de esto– habló Alec a centímetros de mi cara, causando que me aturdiera por su belleza, era un millón de veces más hermoso de cerca. Quise levantar mi mano para tocar su piel, que a simple vista se veía perfecta. Pero mi mano no respondió, no podía moverme. Alec sonrió y dirigió sus manos a mi cuerpo, expulsando un humo negro, que causó que perdiera todos mis sentidos.
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Veronica Vulturi
VampireVerónica, una de las Vulturi más peligrosas, temida y maligna. El, Alec Vulturi su compañero inexperto en el amor. ¿Que sucederá cuando estos dos se den cuenta de sus sentimientos? ¿Alec logrará enamorarla? ¿Verónica lo aceptará? |Espero que disfrut...