No había dejado de pensar desde la madruga cuando se había ido Suki, realmente quería sorprenderla y hacer algo lindo para ella, aún si ya se había enterado, eso lo hacía tener que preparar algo todavía mejor para ella.
Se había pasado gran parte de la mañana en la cámara del Señor del Fuego, Suki justamente había estado con él la mayoría del tiempo sin embargo en ese momento no se encontraba ahí. Hacía ya un rato que se había ido a su entrenamiento mañanero el cual no tardaría mucho en concluir lo cual la traería de regreso a él.
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Suki justo había terminado su entrenamiento con las demás guerreras Kyoshi, se estaban tomando un momento para charlar y poner al día desde que la mitad de ellas regresó de una misión en un pueblo cercano al de la madre de Zuko.
Se unió a la conversación cuando escuchó como unas de sus hermanas molestaban amistosamente a otra sobre un chico con el que había pasado tiempo en aquel pueblo. Al escuchar como sus hermanas se divertían con ese tipo de cosas se sintió plena y feliz, adoraba ser una guerrera y tener a gente como ellas siendo sus amigas y compañeras.
Esa paz que ella misma había encontrado fue interrumpida por las causantes de la misma, la sacaron de sus pensamientos al incluirla a la platica.
-Suki, ¿cómo te sigue yendo con aquel muchacho de la Tribu Agua?- preguntó una mientras la volteaba a ver, todos la imitaron por su parte no sabía que responder.
-Si, así es, el que es amigo del avatar- le replicó una.
-Si si, ¿cuál es que era su nombre? ¿Norman? ¿Kodak?
-¡Sokka!- terminó por exclamar una.
-Cierto, ¿cómo te va con él? Van bien, ¿no?
De un momento a otro se había sentido atacada con esas preguntas en tan poco tiempo. Y no fue hasta entonces que cayó en cuenta realmente, estaba con Zuko pero aún seguía saliendo con Sokka, o al menos solo por título.
Ciertamente ella desde hace tiempo que ya no sentía que lo quería en un sentido romántico ya que el aprecio por él seguía, sin embargo ya no podía seguirse engañando, estaba mal y lo sabía y sabía que él no se merecía eso, tenía que arreglarlo y terminar con él, era lo correcto.
-Pues, bien, vamos bien nos escribimos seguido- mintió.
Esa respuesta fue suficiente para que sus hermanas dejaran de acosarla y cambiaran de tema, para suerte suya; respiró y les dijo que era tiempo de dispersarse, se despidieron rápido y seguidamente cada una se fue hacia distintos lados.
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Mientras caminaba a la cámara del Señor del Fuego pensaba en su realización de hace unos momentos. ¿Cómo iba a terminar a Sokka? No quería que se creara un conflicto entre él y Zuko, tampoco quería que su amistad acabara por ella, no era justo.
Llegó a su destino y se adentró a la sala, ahí vio a su novio, el Señor del Fuego sentado rodeado de sus llamas, al momento en que la vio apagó el fuego y salió casi disparada a recibir a su guerrera.
Llegando con ella le plantó un beso en sus labios y tomando sus manos le comenzó a decir que la había extrañado, ella agradeció el gesto tan tierno y lo abrazo de regreso. Se separaron poco después por cualquier cosa, por más que quisieran se les era casi imposible mostrarse afecto en algún otro lugar que no fuese la habitación de Zuko.
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Pasó el rato, habían estado ahí un par de horas, después de todo Zuko cumplía con deberes y encomiendas del Señor del Fuego. Suki lo acompañaba en todo momento siendo la única guardia dentro de la sala.
Tras terminar de hablar unas cosas con un ministro, un guardia entró a la sala repentinamente para darle un anuncio a Zuko.
-Señor del Fuego Zuko, se le informa que el Avatar Aang acaba de llegar a la Nación del Fuego.
Zuko y Suki se vieron sorprendidos y tras cruzar miradas Zuko habló.
-¿A qué se debe su visita?
-No se sabe aún Señor, solo he recibido un mensaje que lo avistaron en la costa, decidí informarle antes de su llegada.
-Se lo agradezco, ¿viene solo?
-Al parecer lo acompañan sus compañeros. La señorita del Reino Tierra y los dos jóvenes de la Tribu Agua.
Al escuchar eso Suki se quedó de piedra, Sokka estaba en la Nación del Fuego.
"¡¿Sokka?!"
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Quédate conmigo [SIN TERMINAR]
RomanceHan pasado dos años desde los últimos acontecimientos tras el fin de la guerra de los cien años. Zuko lleva al rededor de 3 años en el poder y es resguardado por las mejores guerreras que podrían existir, las Guerreras Kyoshi, y por ende Suki. Pese...