Se sentó al borde de la cama aún cubierta por las sábanas y comenzó a recoger sus ropas para poder vestirse e ir a hacer su guardia como debía. Tomó su top y mientras lo ataba sintió su peso acercándose a ella.
-¿Por qué no te quedas toda la noche? Después de todo casi amanece- decía un Zuko adormilado el cual solo estaba cubierto por las sábanas rojas de su cama mientras miraba a su guerrera comenzar a vestirse.
-Me quedé más tiempo de lo que tenía planeado, y debo de estar para repasar las guardias, ya tendría que haberme ido- le respondió mientras trataba de acomodar su cabello lo más posible. El Maestro se acercó a rastras y acarició su espalda con delicadeza, ella lo volteó y tras plantarle un beso en los labios se levantó poniéndose su ropa interior.
-Soy tu guardia, debo estar para ti y protegerte.
-Podrás ser mi guardia pero también eres mi novia- le replicó terminando de recargar su cuerpo en la cama.
Suki, se congeló durante un segundo y sintió como su corazón sentía un pinchazo y comenzaba a latir.
-¿Novia?- preguntó mientras lo veía con los ojos abiertos. Zuko se dio cuenta de lo que habpia dicho al escucharlo venir de ella y se levantó casi inmediatamente encontrándose con sus ojos. Ella esperaba una respuesta y él se sonrojo por lo que había dicho.
-E-eh,digo, es decir, yo- se trataba al hablar, los nervios le ganaban.
-No, tu acabas de decir que soy tu novia- le repitió la guerrera aún sorprendida.
-Pues es que, es decir, yo- tras tartamudear bajó la mirada y se calmó- Si, mi novia- dijo con seguridad viéndola a los ojos- Eres mi novia Suki.
La joven sintió su corazón dar un brinco y no pudo evitar que una ligera sonrisa se pintara en sus labios. Se sentó al lado de él viéndolo con ojos de cariño y emoción.
-¿En serio?- le preguntó como si no se lo creyera.
-Si, así es- le aseguró él- perdón por decirlo así como así- dijo mientras le acariciaba una mejilla.
-No te tienes que disculpar por ello, para nada. Digo, quería creer que lo eramos pero también quería escucharte decirlo- lo miró con ojos tiernos dándole a entender que le había llenado de felicidad con esa sola palabra.
-Sé que no, pero, eso solo que quería hacerlo mejor- le contestó el Señor del Fuego mientras se rascaba la nuca.
-¿Cómo qué mejor?
-Quería hacerlo un poco más... romántico, estaba planeando al especialt para formalizar todo como quería- se le notaba algo apenado en la voz, después de todo él mismo había arruinado la sorpresa. Suki lo miró con ojos de ternura y le plantó un beso tierno.
-Aún así estoy disponible para esa cita si te parece.
-¿Realmente quisieras?- preguntó tratando de ocultar su emoción.
-Por supuesto, soy un guerrero pero también soy una chica- le contestó.
-Lo sé- dijo complementando mientras la veía con ojos enternecidos y amorosos, le dio un beso en la mejilla y ella se lo regresó.
-Ahora debo cumplir mi deber de guerrero y guardia- dijo mientras se levantaba para comenzar a vestirse por completo.
-También lo sé, solo a veces quisiera tenerte un día completo como mi novia- se dejó caer entre sus almohadas haciendo un leve puchero, Suki rió ligeramente al ver a su novio comportarse de esa manera, le causaba ternura.
Una vez vestida y arreglada se despidió de su novio dándole un ligero beso antes de irse, caminaba hacia la puerta y antes de salir se detuvo en el umbral.
-Zuko- habló para llamar su atención y volteó a ver, él dirigió su atención hacia ella- Estoy feliz de que estemos juntos- dijo dedicando una ligera sonrisa, le respondió de regreso.
-Yo también Suki. Estamos juntos.
Tras intercambiar sonrisas ella salió de la habitación encaminándose a su deber.
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Quédate conmigo [SIN TERMINAR]
Storie d'amoreHan pasado dos años desde los últimos acontecimientos tras el fin de la guerra de los cien años. Zuko lleva al rededor de 3 años en el poder y es resguardado por las mejores guerreras que podrían existir, las Guerreras Kyoshi, y por ende Suki. Pese...