Algo que decir

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Su mente no podía dejar de pensar, sus manos sudaban, sentía su corazón golpear su pecho cada vez con más fuerza. No podía quedarse quieta, había decidido esperar sentada pero no pasaron ni dos minutos luego de eso para que se levantara y caminara por toda la habitación. Sentía como un nudo en la boca del estómago se formaba, su boca estaba seca y sentía que temblaba, mordisqueaba su labio el cual ya estaba un tanto rojo y sin maquillaje de tanto jugar con él.

Finalmente decidió sentarse nuevamente al borde de la cama, se abrazó así misma mientras pensaba en lo peor una y otra vez, la ansiedad y los nervios se apoderaban de ella. La espera se la hacía eterna, pareciera que el tiempo avanzaba diez veces más lento haciéndola desesperarse con su mera existencia.

Los nervios revolvían su estómago, pero esta vez en lugar de levantarse a caminar como un león enjaulado por toda la habitación se inclinó sobre si misma, recargando sus codos sobre sus rodillas y posando su frente en sus manos. Cerró los ojos y respiró. Tenía que calmarse, quería hacerlo así que trató de poner su mente en blanco, no sin antes pasar por los recuerdos que la habían puesto en ese estado.

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Después del entrenamiento de la tarde con las demás Guerreras Kyoshi la mayoría estaba tomando un descanso, poniéndose al día y repasando como serían las guardias de la noche. Todas estaban hablando con calma hasta que Suki se dio cuenta que faltaba una de ellas.

-Chicas, ¿dónde está Lian?- preguntó dirigiéndose a sus hermanas. Parecía que ninguna sabía donde estaba, pero antes de que volviera decir algo una de ellas se le adelantó.

-Después del entrenamiento fue rápido al baño, me dijo que estaba en esos días del mes- mencionó una de las chicas a la ligera. Bien sabían que entre todas podían hablar de eso, después de todo eran mujeres y hermanas.

-Eri tiene razón, Lian también me dijo que había comenzado con dolores hacía unos días, ha de ser por eso.

Todas las demás suponieron igual, era normal que a más de una le diera dolores fuertes o le fuera complicado en su período, por lo cual le llegaban a restar un poco de importancia pero aún se preocupaban por las demás.

-Será mejor que la vaya a ver, quiero asegurarme de que este bien- habló Suki, fue entonces que dejó sus cosas en el lugar y se dirigió a donde su amiga.

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-Perdón por darte molestias Suki, pero ya estoy mejor- le dijo Lian mientras caminaban fuera de los baños una al lado de la otra.

-No te preocupes, quería asegurarme que estés mejor- aclaró Suki- Además- repentinamente se detuvo para sostenerse de la pared mientras colocaba su mano sobre la cabeza y soltaba un leve quejido. Lian se preocupó y le preguntó si se encontraba bien- Si, lo siento, es solo que últimamente he estado teniendo dolores de cabeza repentinos o pequeños mareos cada cuanto, no es nada- aclaró.

-Tal vez tu período igual llegue pronto, a veces a mi me pasa lo mismo, sino es eso deberías ir con un doctor Suki.

-Si está bien, no te preocup- "Espera, ¿hace cuánto es que no tengo mi período?" Ese pensamiento la asaltó repentinamente pero tenía razón, Suki no se había dado cuenta pero hacía casi tres meses que no llegaba su período. Al inicio nunca se preocupa, muchas veces por estrés o trabajo extra se atrasaba, pero esta vez ya era demasiado, no era normal.

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Tras eso le había dicho a Lian que fuera con la demás, que ella tenía que revisar otras cosas por su cuenta y que luego vería a Zuko, esta la obedeció y dejó sola. Inmediatamente fue a su habitación a revisar un pequeño cuaderno en el que llevaba su registro, vio su última y fecha y entonces lo supo.

Quédate conmigo [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora