P.O.V Anastasia
Entré en su cuarto mientras me secaba el pelo, ahora que me fijaba estaba muy vacío, solo destacaba un cuadro sobre la mesita de noche, era el con una mujer, ambos serios.
Me encogí de hombros y me empecé a vestir, me estaba peinando frente al espejo que tenía detrás de la puerta cuando se abrió, me eché para atrás y le miré, tenía la toalla enrollada en la cintura y el pelo húmedo, me fijé en los músculos de su espalda, este hombre estaba muy fuerte y aquel día estaba tan cabreada en el bar que no me fijé.
Me sacó de trance empujandome por mi cabeza hacia un lado y me quejé.-Conway
-¿Mmm?- gruñó.
-¿Cuantos años tienes?- en la foto se le veía más joven, unos veintidós años le pondría en ella.
-¿Porqué?- le miré mientras desenredaba otra parte de mi pelo.
-¿Porqué que?
-¿Porque preguntas minion?- rodé los ojos y me volví a mirar al espejo.
-He visto la foto de la mesita, curiosidad. - mire por el espejo como sustituía la toalla por un boxer sin que se viese nada, tragué saliva y volví a lo mío.
-Ahí tenía veintitrés , ahora tengo cuarenta. - Le miré atónita.
-¡¿Cuarenta?!- se giró mirándome de la misma forma.
-¡Cuarenta!- me imitó y reí.
-Parece que tienes sesenta- reí al ver su cara.- es broma, es broma, parece que tienes menos.
-Lo sé medio metro.
-¿Cuando me vas a dejar de llamar así- abrochó los botones de la manga su camisa.
-Cuando crezcas- me senté en su cama y me puse los tacones.
-¡Ya!- carcajeó sarcástico.
-Ahora eres un minion con zancos.- bufé.
-Dame un arma- rió más sarcástico aún.
-Escucha bien... NO.- le miré suplicando y rodando los ojos se acercó a un mueble donde sacó una pistola, la descargó y me la tiró en la cama para seguir vistiéndose.
La cogí y me puse a hacer poses frente al espejo.P.O.V. Conway
"Joder, se me está poniendo tiesa" Una voz en mi cabeza le ponía voz a mi mítica frase, se veía jodidamente bien con ese vestido y la pistola, algo en mi pantalón se movió y no exagero cuando digo que se veía muy bien.
Caminé para salir una vez vestido y ella se giró poniéndome la pistola en el pecho.-Conway, estás detenido, levanta las manos. -levanté las manos falsamente asustado y volví a mi posición normal, ella resopló- Eres un aburrido, toma- guardé de nuevo el arma.
-Vamonos, medio metro.
Salimos dispuestos a subirnos al coche pero de la nada escuche unas voces muy irritantes y que ya me conocía perfectamente.
-¡Súper vergaardiente!- Gustabo llegó con ese bigote de mierda que llevaba siempre.
-¡Super Indigente! ¿Qué tal?- miré al cielo llevando una mano a mi cintura y volví a mirarle.
-Capullo... capullos ¡Sois unos capullos! ¿Acaso no os dije que no vinieseis más a mi casa?
-Claro papu, pero te echábamos de menos ¿A que si Horacio?- el nombrado asintió.
-A demas de mi look nuevo, ¿qué te parece?
-Me parece que como no te quites esa cresta de mariconeti voy a arrancartela yo mismo con mis manos...
-Ui, ¿Y ésta? - Gustabo dio vueltas alrededor de Anastasia- ¿Es tu hija? No sabía que tuvieses una hija.- Anastasia rió.- Tiene más sentido del humor que el padre la verdad sea dicha.
-No imbecil, es mi sugar baby, no te jode...
-Uff, pues espero que cobre más que nosotros porque si no pobrecita.- Gustabo rió ante el comentario de Horacio.
P.O.V Anastasia
-Soy una amiga- El de rojo me agarró un mechón de pelo y lo agitó riéndose, contagiandome la risa.- ¿Quienes sois?
-Socios del Súper Papuardiente- Reí y el tipo de la cresta también lo hizo.- Bueno y sus amigos.
-Anastasia sube al coche, vámonos.- Me despedí con la mano y me subí al asiento de copiloto.
-Encantada chicos.- Luego de intercambiar un par más de palabras entre ellos tres, Jack se subió al coche y arrancó para emprender rumbo.
-Son simpáticos.-Y pesados, son pesados- reí viendo como fruncia el ceño y con mi dedo índice masajeé la zona- ¿Qué coño haces?
-Es que pones esa expresión siempre, te diría que te saldrán arrugas pero ya las tienes, viejo- reí y llegamos al primer sitio, donde íbamos a cenar, vi a Lorena desde el coche, estaba hablando con Alex y con Louis, este llevaba su uniforme, seguramente para preparar el bar para después.
Nos bajamos del vehículo y entramos.
-¿Ves? Hubiera sido más epico con pistolas.- no me hizo caso, inspeccionaba el lugar.Me tiré sobre Louis y el me abrazó, seguidamente Lorena y Alex, mire de reojo a Conway que saludaba a sus compañeros.
-¿Qué querias esta tarde Ana?- Volvi a mirar a Lorena.
-Nada importante - sonreí y nos sentamos en una mesa, luego de pedir las bebidas y los platos, hablamos.
-Alex me ha maquillado en el baño, ¿puedes creerlo? En cinco minutos ha hecho lo que yo en treinta.- reí.
-Todos sabemos que tu fuerte es la peluquería Lore- Ella asintió.
-Tia, Louis otra vez me estaba insinuando cosas- rodé los ojos.
-Te he repetido treinta veces que esta pillado por ti.
-Se nota en cómo te mira Lorena- Alex habló- Lo que pasa esque tienes miedo a relaciones serias querida, siempre te lo digo.
-Lo que digáis, yo sigo pensando que como todos solo quiere lo que quiere.
-¿Ya habeis visto a Conway?- Alex nos codeó a ambas.
-Si, también he visto cómo entraba junto a Ana ¿Algo que añadir?- los dos me miraban alzando las cejas repetidas veces.
-Me encontró en el camino y se ofreció a traerme- Lorena hizo como si se desmayaba y Alex se abanicaba la cara con la mano.
-¿Como huele su coche?- Lorena me agarró la mano.
-¿Bien?
-Como la camiseta ¿O mejor?- se estaba acercando mucho así que le di un manotazo.
-Aparta bicho.- le alejé y reimos.
La comida fue agradable, nos hicimos amigos de una chica que no tenía sitio y venía sin acompañante, se llama Esther y es de México, después de ofrecernos unos tacos mañana en la resaca nos tenía totalmente en el bote.
Cuando acabamos de cenar, todos salimos.-Bueno Ana, nos vemos allí, Alex me recogió en la moto, ¿irás con Conway verdad?- después de buscarlo sin éxito asentí no muy segura de cómo haría para llegar al Bar.
-Nos vemos.- Tomé mi teléfono apretandolo en mis manos y me iba a apoyar en una pared cuando una mano se interpuso entre esta y mi espalda.
-Te vas a manchar- sonreí.