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Ivanov trató de irse lo más agil que pudo con el coche, pero nos pincharon las ruedas a los pocos metros, salimos del coche pero nos apuntaban.

-Tirad las armas- uno de ellos habló.

-¿Quien coño sois?- me inmovilizaron y me metieron en un coche, vi como dejaban inconsciente a Ivanov- ¡Dejadle hijos de puta!

-Tu agente va a estar bien, aquí solo interesas tú- el vehículo empezó a moverse, la rabia me hervía la sangre por completo, nadie decía nada.

-¿Me vais a matar? ¿Vais a hablar?- Me dieron un puñetazo.

-Eso lo decidirá el jefe, callate- llegamos a lo que pude ver que era el norte, y entramos a una nave.

-Os voy a empapelar capullos, soltadme-  me tiraron haciéndome rodar en el suelo y vi a un hombre trajeado, se cubría la cara con un pasamontañas.

-Jack Conway, ex sargento de la decimotercera... muy bien, encantado de conocerte amigo- esto último lo dijo en español, mexicano.

-Tu eres el anormal de Pablo Escobilla-  rió- ¿Qué coño quieres? Al grano.

-Lo que me pertenece, lo primero es mi hombre- esta vez reí yo.

-¿Trujillo? Ni soñarlo, esta más que empapelado- el empezó a andar alrededor de mi y le seguí con la mirada.

-Quiero que se firme el alta, nos lo llevamos del hospital, a cambio no tocamos a tu malla- sonreí.

-No podéis con mi malla, sois una pandilla de perdedores- el empezó a disparar con un AK47, me di cuenta de que no eran unos perdedores del todo y tragué saliva.

-¿Seguro Jack Conway?- tiró el arma y me agarró del pelo tirándome el cuello hacia atras- Escuchame, el alta de Trujillo y la chica.

-¿Qué chica?- ahora mismo tenía los huevos de corbata, sabía perfectamente que hablaban de ella, lo sabía a la perfección.

-No te hagas pinche joto de mierda- Me empujó la cabeza y se levantó para volver a ponerse frente a mi.
-La chica, la hija de los Lam ¿Cual era su nombre?

-Anastasia-  otro chico habló.

-Eso es, Anastasia, su padre nos debe mucho, demasiado, no hablo solo de dinero, favores. Su hija podría pagar las deudas...- me levanté llendo directo hacia el pero me tasearon.

-H-Hijo de puta, a ella no...- le vi sonreír cínicamente- no la toques.

-Vamos Conway ¿A caso ya tienes mariposas en el estómago? ¡Ay el amor!- se mofó.- ¿Te recuerdo a tu...

-¡No la nombres!- Chillé, causando más risa en ellos.- No la vais a tocar, por mis santos cojones que no.

-Bueno, yo no estaría tan seguro- Él puso un móvil frente a mi, la foto era en el bar, ella estaba sentada riéndose con los amigos y fruncí el ceño mirándole resignado.

-Iros a tomar por culo- y como si estuviese planeado empezaron a sonar tiros, varios hombres de los suyos empezaron a caer y se puso a cubierto, yo me empecé a arrastrar por el suelo para hacerlo también, hasta que sentí el ardor fuerte en mi costado y en mi brazo, varias balas me habían alcanzado, seguí hasta ponerme a cubierto y Volkov me levantó, corriendo hasta un zeta.

-Conway, no falles ahora, eres un roble con patas, saldrás de esta- empezó a taponar las heridas mientras conducían hasta el hospital.

-O-Orificio d-de salida- el frunció el ceño.

-Negativo, conduce más rápido joder Justin- justo cuando vi las luces de la ciudad mi vista empezó a hacerse más nítida hasta que llegamos al hospital y me pusieron la anestesia.

Canela《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora