Lucharemos por esto (Jeongcheol)

CAPITULO 28: Respuesta

La respuesta era evidente. A pesar de tener una duda siempre supe que mi camino estaba al lado de Camila. Jeonghan era importante para mí, siempre lo fue, cada recuerdo a su lado tenía algo especial, vivimos tantas cosas especiales, pero tengo que aceptar que él ya no estará más para mí, tengo a una chica grandiosa a mi lado y debo valorar eso.

Ese fue mi último comentario para Mingyu y Seokmin antes decidir ir a casa de ella para poder platicar.

Seokmin: Hyung, ¿seguro que quieres ir con ella? es tarde, algunos de los chicos no tardan en llegar y seguramente ella estará ocupada.

Seungcheol: (sonriendo) Estoy más que seguro, quiero ir con ella, platicar y poner todo en claro. Chicos, la comunicación, confianza y el respeto son las bases para una buena relación...

Seokmin: Pero ya es tarde, mejor ve mañana con ella y si quieres pasas ahí todo el día.

Mingyu: Los chicos están por llegar Jun, Hoshi, Wonwoo y...

Seungcheol: Y Jeonghan, ya se que es lo que ustedes planean. Quieren que lo vea a él primero para ver si cambio de opinión, pero no es tan fácil, la decisión está tomada.

Iba a tomar el saco que complementaba mi atuendo para esa noche, pero la puerta se abrió y por ella entraron cuatro personas, una de ellas era hará que menos quería ver en ese momento.

Hoshi: Oh hyung, ¿acaso ya te vas?

Seungcheol: Si, tengo cosas que hacer pienso ir a ver a Camila.

Pensé salir corriendo sin siquiera voltear a ver a Jeonghan y menos verlo directamente a los ojos, pero como siempre el destino tenía pensado algo diferente para mí, alguien tiro de mi hombro haciéndome girar directo frente a él...

Jeonghan: Espera, que como buena eomma del grupo te traje un pequeño bocadillo (sacando algo de su bolsa) toma.

Seungcheol: Gracias.

Jeonghan: No, no, espera puedes llevarle esto a Camila, ni modo que solo te vea comer.

Él empezó a buscar algo en su bolsa, mi mala manera de ser siempre arruinaba todo y esta no sería la excepción.

Seungcheol: Diablos, no tengo tu tiempo puedes quedarte con tus cosas. (se va)

Salí del departamento, dejando por un lado el plato de comida que él me había ofrecido, la ilusión que tenía por verla era mayor que nada.

Quería solucionar todo, sabía que si ambos poníamos de nuestra parte la relación podía ser tan buena como lo era al principio, tome el primer taxi que vi pasar y le pedí que antes de ir a la casa de ella pasáramos por una florería, no pensaba llegar con las manos vacías, deseaba que la nueva promesa que le iba hacer fuera la mejor que haya escuchado.

Una vez con las flores, fuimos directamente a su casa. La zona se veía de lo más tranquila, no había muchas personas fuera de su casa y las que había era completamente "indefensas", se ocupaban pasando el rato comiendo, jugando o bebiendo.

Cuando llegue a su puerta toque, pero no hubo respuesta alguna, decidí marcarle, pero nadie me respondió, volví a golpear y esta vez se escucharon murmullos, murmullos como si alguien quisiera ocultarse o hacer que otra persona lo haga, espere unos minutos pero nadie apareció y nadie respondió el celular.

Seungcheol: ¡Camila, abre la puerta! sé que estás ahí.

Seungcheol: ¡Camila, abre de una vez!

Podía escuchar los murmullos, una parte de mí lo sabía, si entraba a esa casa iba a llevarme una desilusión enorme pero la otra parte me decía que todo estaría bien, cuando entrará seguramente la vería a ella viendo la televisión, escuchando música o cualquier dónde pudieran provenir esos murmullos. Quise alejarme, pero sabía que no funcionaría, debía entrar y afrontar las cosas como eran... cuando entre a esa casa; sacando el juego de llaves que ella misma me había dado, abrí la puerta, pero no había nadie en la sala, ni en el comedor, mis pasos me dirigieron directamente a la recamará principal.

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Las flores cayeron de mis manos, la escena que vi fue la peor... ella y él haciendo el intento más estúpido por ocultarse, cuando era evidente lo que había pasado.

Soy un chico sensible, no me gusta la violencia, gritar o dar espectáculos, solo la miré y aventé las llaves directo a la cara del sujeto.

Cuando me iba las lágrimas rodaban una tras otra, por más que quería no podía detenerlas, era obvio en este momento la persona a la que elegí... acababa de romper mi corazón. Escuché sus gritos llamándome una y otra vez, las pisadas que iban detrás de mí pero no volteé, quería pero a la vez no, sabía que lo mejor era salir de ese lugar...