Baby And Daddy [VK+YM+NJ]

07: Visita

»»»--✧--«««

Jk: Una semana.. - Musitó abriendo los ojos. - Esto sigue sin ser un sueño. - Se estiró sobre la cama, está era espaciosa como siempre y también tan suave.

Qué Tae lo haya secuestrado a su mansión no era tan malo ya que no hacía nada en todo el día: es solo que algunas veces quería salir a la calle, conversar con sus amigos y reírse a carcajadas de lo gracioso que se veían los alfas coqueteando con los Omegas.
Extrañaba ver a los alfas en ropa de baño cuando iba a algún evento al que lo invitaban. Oh.. como extrañaba eso, los gruesos brazos de aquellos apuestos alfas, el agua cayendo desde los cabellos hasta su torso desnudo. ¡Maldición lo extrañaba!

Jungkook no podía negar que le gustaba admirar a los alfas junto a sus amigos, claro, alfas masculinos y de buenos músculos. Las chicas alfas no les atraía mucho.

No obstante ya no podía disfrutar de eso por qué ahora estaba encerrado en una mansión como si fuera rapunzel con un tipo raro del que no sabe su nombre y cuyo apodo era, bruja malvada. - ¡Joder! ¡Te odio bruja malvada Tae!

Tae: Amgh.. ¿Por qué me insultas tan temprano? Ni siquiera salió el sol.

Jk: ¡AHHH MAMÁ!, ¡¿Que haces durmiendo a mí lado?! ¿No te dije ayer que no quería que te acerques a mí? - Lo empujó con toda la fuerza que tenía haciendo que esté se queje por el movimiento, más no se cayó. - ¡Vete de mí cama Tae!

»Mansion de Tae«

- ¿Qué tal su noche joven Kim? - Un señor de aproximadamente cuarenta años apareció en el comedor. Este era un beta que tenía un terno oscuro, su cabello era negro con algunas canas blancas, tenia su bigote en forma de luna, un reloj plomo al parecer de buena marca y lujosos zapatos oscuros.

Era el mayordomo personal. Albert.

Tae que todavía se encontraba en pijama asintió adormilado. - Casi me mata tan temprano.

Albert: ¿Se refiere a mí joven Kim? - Se acercó con una café que acababa de traer Verónica.

Tae: Tú no. - Cogió el café. - Habló de Jungkook. No le gusta mí presencia ni en pintura. - Bebió lentamente mientras miraba a un punto ciego de la habitación.

El pelirrojo era muy salvaje y aquello le llamaba la atención, quería aprovecharse de ese chico pero simplemente no podía, siempre hacía lo que Jungkook ordené.

Parecía el perro del Omega.

Albert: Debería venderlo entonces joven Kim. - Escuchó.

Tae: Es una magnífica idea eh. Albert. - Río al solo pensar en la expresión que pondría Jungkook al oír eso. - Voy a vestirme. - Se levantó del asiento dispuesto a salir del departamento de Kook. - Quiero ver a Yhon, no me da noticias nuevas.