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Era un día lluvioso, te encantaban esos días, el único que se encontraba contigo en ese momento era Kun.
Estaban los dos tranquilos cuando una llamada de recepción los interrumpió.
Kun dio permiso y en menos de cinco minutos la puerta era tocada, hicieron firmar a Kun y el repartidor se fue.
—Es para ti Ying.—no esperabas nada por lo que te pareció extraño.
Lo abriste y dentro se encontraban varios tipos de joyería.
—¿Qué es?
—Esto.—le mostraste.
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—¿Ying?
Dentro también venía una nota.
Mi preciosa Ying... No sé cómo decirte cuanto te amo, estos regalos son de corazón tu mereces lo mejor porque tu eres la mejor. Ojalá te gusten espero verte usándolos y ver que tan hermosa te ves.
Estabas asustada, esto ya era demasiado, sabias perfectamente quien te lo mando.
—Voy con el CEO ¿me acompañas?—Kun aceptó sin dudarlo.
Cuando llegaron a la empresa no tuvieron que esperar demasiado ya que esta vez esta desocupado.
—No sólo son regalos, señor. Él sabe nuestra dirección, supo a donde mandar al repartidor, a que piso tenía que llamar, si fueran simples regalos los hubieran mandado a la oficina de regalos de lan empresa y no al Departamento. —el presidente comenzaba a entender tu miedo. —Y sobre todo que tal si todo esto es robado y me meten en un problema legal en el futuro.
—Tienes razón, vamos.—se puso el saco y ustedes sin saber lo siguieron. Problemas legales el prefería evitarlos.
El presidente los llevó a una joyería en donde les dijeron que todo era legal y todo estaba en orden y sobre todo que todo era tanto oro como diamantes reales, eso te preocupó aún más.
—Tranquila, Ying, daré órdenes de que solo pueden entrar personas autorizadas, si quieren pedir comida el mánager tiene que llevarlo y si un paquete llega se llevará a revisión, no dejaré que nada te pase, Ying tranquila.
—Esta bien, gracias.
Esa misma noche no podías dormir, te sentías ansiosa sin ninguna razón, las palabras que aquel tipo te había dicho en la reunión pasada regresaron a ti.
No podías creer que solo te pasaba eso por entrar en ese mundo, tu solo querías cumplir tu sueño el cual él lo estaba convirtiendo en una pesadilla.
